Sancti Spíritus lamentó la muerte este sábado de quien fuera hasta hace una semana director de Deportes en la provincia, Heriberto Moreno Donate, víctima de un infarto cardíaco a los 66 años de edad.
Pocas palabras podrían resumir una existencia plena. En Moreno, como todos le llamaban, cualquier calificativo quedaría en deuda para sintetizar toda una vida consagrada a una obra, un proyecto.
Su nombre se inscribió en los anales espirituanos desde que en 1976 Sancti Spíritus naciera como provincia. Desde entonces, con todo su empeño guió los destinos del INDER en el territorio que casi de cero comenzó a construir las cimientes de un edificio deportivo que hoy exhibe robustez para andar con pies y manos propias.
Sobre los pedestales de su persistencia, voluntad y sapiencia, el deporte espirituano comenzó a cimentar una sólida infraestructura que poco a poco se erigió majestuosa para distinguir a nuestro humilde terruño como referente del país
Bajo su vigilia y exigencia, se levantaron los muros e instalaciones de los polideportivos Yara y Yayabo, el estadio José Antonio Huelga, la Academia Nacional de Tiro con Arco, la Bolera, y otros tantos sitios desde el corazón de una ciudad o los intrincados pasajes de la montaña.
O de la EIDE Provincial Lino Salabarría, forja esencial de los campeones del Yayabo, que él mismo ayudó a formar, quizás por ese apego ancestral a su área en la escuela jatiboniquense Heriberto Felipe donde fungió como profesor de Educación Física o por sus pininos iniciales como pelotero, futbolista o trebejista.
Su influjo coadyuvó para que Sancti Spíritus se prestigiara con la celebración de eventos de calibre internacional como los torneos Giraldo Córdova Cardín, de boxeo o de lucha Granma -Cerro Pelado, los Judoguis Dorados de Judo o Mundiales juveniles de béisbol. También para que esta tierra acogiera con privilegio la presencia de deportistas de alto renombre universal.
El empuje de Moreno está en cada éxito de nuestro deporte y su aliento ha calibrado las derrotas propias de esta rama. Una de sus mayores alegrías fue la única coronación del béisbol espirituano en 1979 y su optimismo acompaña aún la quimera de repetirlo.
A él le confió la Revolución la dirección de delegaciones cubanas a eventos de envergadura en Alemania, Viet Nam, México, Estados Unidos o misiones de trabajo en Venezuela y Nicaragua, encargos en los que la dignidad resultó un atributo esencial.
Con la disposición conque integró la brigada Frank País para llevar la luz de la Revolución donde esta lo necesitara, Moreno se desveló en cada evento o cada cita recreativa para que el deporte no decayera su empuje en los momentos más difíciles.
Con precisión milimétrica acomodó cada recurso para repartir lo poco entre muchos y en momentos de regia economía, supo calibrar elevar la eficiencia y, con las estrategias del ajedrecista que fue en sus años mozos, mantuvo intacta la esencia de la práctica deportiva en esta tierra.
Así Sancti Spíritus trasgredió las fronteras de la supuesta fatalidad geográfica y se hizo sentir como un gigante en Olimpíadas, Mundiales, Panamericanos, Centroamericanos.
Tanto denuedo ya quedó estampadao en todos los reconocimientos merecidos por Moreno: la orden Mártires de Barbados o de los Servicios Distinguidos de las FAR, la distinción por los treinta años de la Seguridad del Estado, las medallas por la Educación Cubana y Rafael María de Mendive, el estímulo por ser fundador de los órganos del Poder Popular, cuadro destacado del INDER Nacional y símbolo del sector.
Mas por encima de reconocimientos, Heriberto Moreno Donate dejó un magisterio esculpido en las cientos de medallas de nuestros deportistas desde las primeras conquistadas hasta las últimas de Veracruz donde Sancti Spíritus volvió a mostrar su fuerza
Deja también una enseñanza y un ejemplo de consagración, fidelidad y entrega que se irriga entre técnicos, entrenadores, directivos o hasta el más anónimo de los practicantes deportivos espirituanos.
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