El catedrático Rodolfo Dávalos enumeró toda una serie de iniciativas que puede tomar el mandatario norteamericano para debilitar el bloqueo, reconocido por el propio Obama como fracasado
El presidente estadounidense, Barack Obama, puede hacer mucho para mejorar las relaciones con Cuba, consideró este viernes el catedrático Rodolfo Dávalos, al recordar que el bloqueo norteamericano contra la isla se mantiene vigente tras más de medio siglo.
Al cumplirse esta semana el aniversario 53 de la oficialización de esa política de la Casa Blanca, el presidente de la Corte Cubana de Arbitraje Comercial Internacional en entrevista concedida al diario Granma manifestó el carácter hostil, extraterritorial e ilícito de este cerco económico, financiero y comercial.
En ese sentido, recordó los distintos andamiajes legales de esta política que, a lo largo de la historia, ha buscado «el aislamiento internacional del Estado cubano, la asfixia económica de su gobierno y pueblo, la inmovilidad del comercio exterior del país y desestimular o impedir la inversión extranjera», entre otras acciones.
Todo ello con el objetivo de hacer claudicar al pueblo cubano en su empeño de construir una sociedad justa, en un país libre, independiente y soberano; y de poner fin a la Revolución, acotó el también profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Pero en un contexto marcado por el anuncio el 17 de diciembre de un cambio de política hacia Cuba, Dávalos enumeró toda una serie de iniciativas que puede tomar el mandatario norteamericano para debilitar el contenido de esa legislación hostil y reconocida por el propio Obama como fracasada.
«En resumen, el presidente Obama no puede levantar el bloqueo (pues corresponde además al Congreso de ese país tomar acciones en ese sentido), aunque puede hacer mucho para mejorar las relaciones entre los dos países».
Dávalos recordó que pese al anuncio de Cuba y Estados Unidos de dar pasos hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la normalización de sus vínculos, el bloqueo aún está intacto.
Sin embargo, hay una parte moral y ética que se desprende de lo que está sucediendo. El bloqueo es un acto de guerra y no se puede llevar a cabo ese tipo de agresiones contra países con los que mantienes relaciones, aseveró.
Además, establecer nexos diplomáticos implica la aceptación de una conducta acorde con el Derecho Internacional y de respeto recíproco a las normas y principios que rigen las relaciones entre los Estados. Hay que respetar la soberanía, la integridad territorial y el derecho de escoger nuestro propio sistema político y social, agregó.
En mi opinión personal, dijo Dávalos, estos pasos indican que el bloqueo debe cesar, porque moralmente no tiene sustento. Esa discusión debe llegar al Congreso y desmontar todo el entramado legal que lo sustenta.
Sólo pensando en el respeto a la soberanía de los Estados y el respeto al Derecho Internacional, el bloqueo debe caer, acotó.
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