Parque Nacional Caguanes: sitio de gran valor patrimonial

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El Parque Nacional Caguanes (PNC) se alza como un sitio que expone tal vez como pocos en la Antilla Mayor, las huellas de los antepasados cubanos

Por poseer uno de los emporios cavernarios más importantes de Cuba, el Parque Nacional Caguanes (PNC), área de la provincia de Sancti Spíritus que forma parte de la Reserva de la Biosfera Bahía de Buena Vista, se destaca por ser un sitio de gran valor patrimonial.

No en vano, el científico cubano Antonio Núñez Jiménez, considerado el cuarto descubridor de la Isla, denominó las cuevas localizadas en el PNC como un sistema nuevo y único en el mundo, al poseer 36 grutas con 12 kilómetros de galerías surgidas bajo el nivel freático y donde aún se mantienen cubiertos por agua casi todos los espacios.

Sobresale en la región la Cueva Grande Caguanes, la mayor del lugar, antro que deja sorprendidos a los visitantes por sus acantilados costeros, arcos naturales abrasivos, nichos de marea y una amplia flora y fauna autóctonas o naturalizada de la mayor de las Antillas.

De acuerdo con estudios realizados, en esta zona se hallaron restos de la jutía prehistórica –extinguida hace unos seis mil años–, del perezoso y del búho gigantes, cuyas partes fueron descubiertas por primera vez en el siglo pasado, en el occidente de la nación cubana.

Recientes investigaciones, desarrolladas por el grupo paleontológico espirituano Samá, arrojaron que el Parque es un biocentro para los murciélagos en el centro norte de la Isla, donde se han localizado una veintena de especies de quirópteros, con predominio de los cavernícolas.

También, en esta Reserva descuellan los más pequeños del orbe, conocidos como Mariposa y el Pescador; así como los que subsisten en las trampas térmicas o cuevas calientes del sitio.

Mientras, científicos coinciden en que entre los valores patrimoniales del ecosistema despuntan las presencias aborígenes antiquísimas, evidenciadas a través de los grabados en las paredes, que reflejan tradiciones, mitos y leyendas de esas poblaciones.

Es por ello que en los refugios de Caguanes se aprecia el legado de los antepasados primitivos del país caribeño, quienes dejaron a la posteridad un total de 263 pictografías y 22 petroglifos.

Un ejemplo del vestigio tangible de los indígenas en Cuba se puede localizar en la Cueva de Ramos, sitio llamado La catedral del arte rupestre cubano por atesorar 24 pinturas negras.

Al decir de los expertos, allí se encuentra el más importante y bello dibujo del Parque, que alcanza los 65 centímetros (cm) de alto y los 25 cm de ancho y donde está representado un animal saltando.

Otra de las maravillas del lugar es la Cueva del Pirata, la cual posee una antigüedad media de 15 mil años y que resalta, a la vez, por poseer 15 manifestaciones de arte rupestre en una estalagmita.

Especialistas atestiguan que en el «Pirata», las formaciones fungiformes –que tienen gran significado para conocer las fluctuaciones del nivel del mar–resultan muy curiosas, puesto que la mayoría de ellas son originadas alrededor de estalactitas y columnas, en formas de geoides de rocas carbonatadas.

Todas estas peculiaridades convierten al PNC en una región  de gran interés para los estudiosos, ya que allí se asentaron en otros tiempos hombres precolombinos, lo cual propició la existencia de varias áreas que perduran como monumentos a la memoria de aquellas comunidades.

Sus amplios murales pictográficos, casi siempre de figuras abstractas y de colores rojo y negro, permanecen en las cavernas de este territorio, que otrora fueron el amparo de grupos mesolíticos, recolectores, pescadores y cazadores y, también, de piratas, contrabandistas y corsarios del siglo XIX.

No es de extrañar, entonces, que Caguanes se alce como un entorno que aúna las bellezas naturales, ecológicas y arqueológicas; pero, sobre todo, sea un sitio que exponga, tal vez como pocos en la Antilla Mayor, las huellas de los antepasados cubanos.