La nieta de Alicia Josefa León Muñoz, residente en Italia, ya debió estar vistiendo las ropas de canastilla enviadas por su abuela. En el bulto postal remitido por ella el 19 de septiembre del 2014 desde Fomento, donde reside en la calle Ramiro Capablanca, se incluían pañales y batas bordados con cariño, así como medias y otras prendas cuyo fin era compensar su propia ausencia, ya que por razones de salud no pudo viajar para hacerle compañía a su hija en los momentos de la maternidad.
Según refería la lectora en su misiva, el paquete —fichado con el número 999 917753— andaba a la deriva o había anclado en el lugar equivocado sin que hasta ese momento le hubiesen podido aclarar lo sucedido.
“Después de mucho reclamar, mi hija allá y yo aquí, en la Dirección de Correos de mi municipio me dijeron que el bulto se perdió y que la culpa la tenía el chofer que llevó la valija para La Habana o el correo donde se recepcionan los bultos para salir del país. En el espacio de la televisión Cuba dice pasaron un programa sobre este tema y explicaron que los responsables de resolver el problema son los del lugar desde donde sale el envío. Yo quiero reclamarlo, saber quién es el culpable de la pérdida y que me entreguen lo enviado o que dichos artículos lleguen a su destino”, narra Alicia.
Escambray rastreó el paradero del ajuar infantil y pudo hallar apenas informaciones, suficientes para suponer que ni Alicia recuperará su mercancía ni la bebé podrá usarlas. “El asunto está sujeto a un proceso investigativo, pendiente de respuesta, cuando la tengamos la clienta será la primera en saberlo”, adujo Darlis Álvarez, jefa de operaciones en la Empresa Provincial de Correos, y agregó que los bultos tienen dos opciones para ser trasladados desde Sancti Spíritus: a través de Ómnibus Nacionales o en un transporte de la propia empresa que viaja desde o hacia La Habana.
Gleydis Hernández Rech, especialista de Atención a la Población y Protección al Consumidor de la propia empresa, fue exhaustiva en sus explicaciones: luego de que Fomento notificara la reclamación de la usuaria a través de un modelo oficial, ella misma le dio curso hacia La Habana el día 30 de diciembre, horas después de haberla recibido.
Desde allá le llegó la respuesta en el mes de enero (no precisa fecha exacta), donde se daba cuenta de que el envío nunca entró a la Oficina de Cambio Internacional. Entonces —dijo— se inició un proceso investigativo que dura hasta hoy y que deberá concluir con una reunión del Comité de Protección al Consumidor, los inspectores y otros representantes. Dos cosas dejó claras Gleydis: la Empresa de Correos no se considera responsable por el extravío puesto que el bulto salió de allí con total normalidad; si la decisión fuera indemnizar a la afectada ello se haría tomando en cuenta no el contenido del paquete, sino su peso, que era de apenas 0.30 kilogramos, según reza en el expediente.
Lo que nadie dice hasta ahora es quién responderá por tal negligencia, toda vez que en la Unidad Empresarial de Base Ómnibus Nacionales Sancti Spíritus Iliana Pérez Pérez, jefa del Departamento Comercial, aseguró que no han recibido reclamación alguna por el servicio de paquetería que tienen contratado con Correos. “Nosotros asumimos la responsabilidad cuando el extravío ocurre desde aquí hasta La Habana. Tienen que demostrarme que ese paquete entró aquí”.
Tremendo peloteo, por no decir descaro. La verdad es que no deberia ser tan dificil. El que recibe Y COBRA (alias Empresa de Correos) por enviar el paquete deber ser el RESPONSABLE hasta que llegue al destinatario.
El cliente pago porque el paquete llegara, y no tiene por que saber ni tiene que importarle si el paquete lo mandan por avion, por onmibus, con arria de mulas o con paloma mensajera. Eso es irrelevante.
Lo importante es que la Empresa de Correos COBRO por entregar el paquete. Son ellos y NADIE MAS los responsables. Asi de sencillito.