Picheo espirituano: renovación desde el box

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Buena cantidad de jóvenes asumen diferentes roles en la tabla de lanzar dentro del equipo de los Gallos; sin embargo, el staff exhibe buenos parámetros de efectividad en lo que va de campaña.

Con sus pro y sus contra, con sus deudas y sus armas, el box espirituano ha logrado capear los temporales. Excepto en la temporada 53, cuando los Gallos fueron al sótano, se ubican en los primeros cinco o seis lugares del país campaña tras campaña, siempre de la mano de un líder casi absoluto: Ismel Jiménez Santiago.

Sin embargo, el “despido” de dos abridores tradicionales como Ángel Peña y Noelvis Hernández, la intermitencia de otros y hasta los azares de la vida han impuesto grandes retos a un staff nuevo y renovado, no tanto por la cantidad de brazos jóvenes, sino por la suplantación de los roles que hasta ahora habían asumido. En edad solo Yanioski Duardo y Yusdelvis Hernández rebasan los 30 años (31) y en experiencia, excepto Yuen Socarrás con 10 campañas, el resto compila entre una y seis.

Al término de las primeras subseries de la campaña este cuerpo exhibía parámetros sobresalientes de efectividad con 3.18 PCL , quinto mejor de la lid, primero en ponches (101) y el quinto con menor cantidad de boletos (60).

¿Dónde están las fortalezas? Osmany González, con 20 años de experiencia como entrenador en las categorías inferiores y ahora con la varita de principal, lanza la primera bola.

“Excepto tres, el resto pasó por la escalera, los conozco y me conocen, por eso la tarea se ha hecho más fácil y ha fluido la comunicación de la mejor manera, hemos hecho una familia. El atleta pasa por diferentes momentos: habilidad, hábito, destreza y maestría, que en los pitchers se logra después de los 25 años. A veces se les achacan las deficiencias a las categorías inferiores y no es así, solo que no ha llegado su momento. Con los problemas de nuestro pitcheo longevo, los muchachos han debido asumir un rol importante desde temprano, algunos con su corta edad hacen grandes cosas”.

El rescate de la piscina y el entrenamiento en la playa figuran entre los argumentos de la preparación de cara a una serie que demandará de todos un extra ahora que ya no contarán con Ismel.

“La piscina no la inventamos nosotros, el objetivo es fortalecer lo que está alrededor de los hombros, la tonalidad de las piernas, mejorar la capacidad aerobia, por eso lo seguimos haciendo en plena campaña, ellos lo piden porque los dolores desaparecen más rápido; lo de la playa se hizo para fortalecer el tren inferior y se ha visto el resultado, pues tienen una buena recuperación en general trabajamos el control, en la dinámica para incorporarse y en sus frustraciones, que suelen ser más en los jóvenes”.

Con roles marcados como cerrador y relevista intermedio, Yankiel Mauri y Yoanny Hernández, validan la variante: “Hemos hecho muchas cosas nuevas, la piscina ayuda en lo físico, en la velocidad, la fortaleza del brazo. También actuar con Granma como refuerzo me ayudó, aprendí cosas”, apunta.

Las noticias más gratas las aportan el derecho Yuen Socarrás con sus cuatro triunfos en igual número de salidas antes de la última subserie, sus 0.71 PCL y líder en ponches con 25, y el zurdo Yamichel Pérez, que regresa tras cascabelear en seis temporadas.

“Yamichel es muy inteligente, viene con potencialidades desde las categorías tempranas, llevaba dos años sin competir por estar lastimado, lo vimos bien en la provincial, y pensamos que lo podíamos incorporar como a otros que estaban un poco perdidos. Con Socarrás se trabajó en todos los parámetros, vimos que psicológicamente estaba destruido, incluso pasó por su cabeza dejar el béisbol, le hablamos hasta de Adiel Palma el cienfueguero, y ahora lo vemos muy bien mentalmente, incluso tira 90 millas, sabíamos que respondería ahora que no tendremos a Ismel”, enfatiza Osmany.

La mitad de los catorce lanzadores proceden del elenco subcampeón del sub 23. Ifreidi Coss, quien estuvo al frente de los muchachos, confía en una respuesta similar. “El torneo les vino bien porque se están desarrollando, son aguerridos, con mucha disposición y es importante tener hombres con deseos de lanzar, por tanto creo que podrán cumplir lo que nos hemos propuesto”.

Uno de los que llevaron la voz cantante en aquel elenco con ocho triunfos sin derrotas fue Aldo Conrado, quien ahora como abridor busca dar continuidad a una excelente carrera en las categorías inferiores que lo llevó varias veces al equipo Cuba. “El pitcher se hace lanzando, le hace falta carretera para mejorar el control, por eso en el Sub-23 mejoré mucho. He cambiado la posición en el box, no me siento cansado porque me he preparado muy bien para enfrentar esta competencia y no tengo temor a la responsabilidad que me han dado”.

El respeto por los roles es una de las defensas del colectivo. Por eso extrañó el uso de Pedro Álvarez un día como relevista y al otro como abridor. “La tónica no debe ser esa —aclara Osmany— vamos a tratar de respetar la especialización Pedro está emocionalmente muy bien, ese día nos dijo que si hacía falta sacar dos outs, él salía, el desacierto estuvo en que abriera al día siguiente y así lo reconocimos”.

A la campaña le queda poco más de la mitad. Sobre el box, aunque no se quiera hablar de ello, pesan deudas. La tesis es “ponchar” fantasmas y reconstruir el futuro. “No podemos trabajar con una generación a la que no le ha pasado lo que a otras, estos muchachos han sabido ganar el juego bueno, aunque no han ganado el oro, pero Mauri, Aldo, Pedro y Camilo van por más de 7 u 8 medallas nacionales, en otras provincias hay peloteros que no piensan ni llegar hasta donde han llegado ellos”, cierra el partido Osmany.