En un clima tropical y sofocante como el de Cuba un baño en piscina viene cual anillo al dedo y se agradece como bendición celestial, en particular durante el extenso período en que el verano se ensaña sobre la isla. Sin embargo, las opciones para acceder a este tipo de instalación no abundan aquí, ni los precios de buena parte de ellas resultan accesibles a las mayorías.
Quizás por ahí le entró el agua al coco o, mejor dicho, a las albercas particulares, que han comenzado a pulular en el país en diferentes variantes: desde las más pequeñas y modestas para el chapuzón de los niños de la casa hasta las muy refinadas, con envidiables diseños y todos los requisitos constructivos, destinadas para el alquiler en la modalidad de hostales con Todo incluido o con propuestas de pasadía, siempre a un costo imposible para quienes viven modestamente.
A partir de la prolongada sequía padecida por la nación y los espeluznantes pronósticos para el recién iniciado período seco, además de la complicada situación higiénico-epidemiológica que abate a Cuba durante los últimos tiempos, el Gobierno comenzó el registro de estas piscinas particulares desde hace unos meses.
Como parte del Plan integral de enfrentamiento a las ilegalidades en materia de ordenamiento territorial y urbano, se realizó un levantamiento que dio fe de la existencia en la provincia de 144 de estas albercas ilícitas, aunque se supone que existan algunas otras y continúan las investigaciones.
Según la Dirección de Planificación Física en el territorio, quien coordina la actuación sobre estas ilegalidades, solo se consideraron las construidas a partir del 2006 y aquellas que nacieron anteriormente y no contaban con documentos legales porque desde ese año se recogió explícitamente en la Resolución 11 del 2006 del Instituto Nacional de la Vivienda la prohibición de ese tipo de fabricación, la cual quedó ratificada nuevamente por el Decreto-Ley No. 322 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, puesto en vigor a inicios del presente año.
Mailín Cardoso, subdirectora legal de la Dirección Provincial de la Vivienda, detalló a este semanario que desde 1988 al 2001 el país emitió tres resoluciones o reglamentos sobre la construcción y conservación de inmuebles por esfuerzo propio y en ninguno se prohibía o autorizaba explícitamente la edificación de piscinas; es decir, que estos documentos pecaron por omisión y el tema quedó en un limbo jurídico.
Además, se supone que en los instrumentos legales que precedieron esta etapa haya resultado aún más improbable abordar el tema, pues el contexto cubano de entonces mucho distaba del último cuarto de siglo, cuando se ha propiciado este tipo de construcción a partir de la aceptación cada vez mayor de los negocios particulares, de la escasez de opciones recreativas con tarifas alcanzables y de la apertura hacia una mentalidad más propensa al ocio y la recreación.
Ahora la realidad aparece sin disfraz: las piscinas particulares existen e incluso no pocas disponen de documentos legales por obra y gracia de ciertas violaciones y de que las encubrieron como cisternas o fuentes ornamentales.
Las autoridades han establecido varias opciones para erradicarlas; por ejemplo, las más pequeñas pueden ser tapadas y quedar como cisternas de uso doméstico; mientras los dueños de las grandes deciden si dejarlas como estanques para la cría de peces, rellenarlas con rocosillo o demolerlas.
Ciro Rodríguez, subdirector técnico de la Dirección Provincial de Planificación Física, puntualizó a esta publicación que —de acuerdo con el procedimiento establecido—, primero aperciben a los propietarios, a quienes se les establece un plazo y de no cumplirlo les imponen la primera multa de 500 pesos, así como la obligación de demoler. Si persisten en el desacato, la segunda multa ascenderá a 1 000 pesos y después el caso pasa a las comisiones de enfrentamiento de las ilegalidades. Hasta ahora en la provincia se han impuesto 24 sanciones de esta naturaleza.
Pero hacerle frente a esa violación se torna peliagudo y no solo porque estas albercas costaron a sus dueños mucho dinero, recurso y trabajo, sino debido a que algunas incongruencias y cuestionamientos han salido a relucir a la hora de dilucidar el asunto.
No pocos se preguntan por qué si se trata de ahorrar agua no se prohíben todas —incluso las inflables, la cuales, por cierto, se comercializan en CUC en los grandes centros comerciales del país—; y por qué se permite importar piscinas y aditamentos para su construcción aquí si después las declararán ilegales.
En ese margen para las incertidumbres también ocupa espacio la Resolución 353 del 2013 del Ministerio de Finanzas y Precios, donde se establecen las actividades por cuenta propia: en el grupo cuatro aparece la posibilidad del arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios, y dentro de estos últimos se incluyen las piscinas, con sus tarifas específicas para el pago de tributos por metro cuadrado, sin enunciar ni hacer salvedad alguna sobre el año de construcción.
Por su parte, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social también contempla esta posibilidad; sin embargo, “en el territorio no tenemos ninguna inscrita y sí muchas ilegales”, asegura Gustavo Alcantara, subdirector de Empleo en la Dirección Provincial de Trabajo.
En el país existe una norma cubana (NC 441: 2006) que establece los requisitos higiénico-sanitarios y de seguridad para las albercas de uso público, pero entre sus definiciones también se encuentran las de uso privado (domésticas), como aquellas gratuitas destinadas a la recreación del propietario, sus familiares e invitados.
Mas todo el mundo sabe que la mayoría de las piscinas particulares se cobran; que legalmente aquí no se comercializan los compuestos de cloro ni ninguno de los desinfectantes o productos imprescindibles para la limpieza de las aguas; y que no todas cuentan con las condiciones necesarias en aras de garantizar la salud de los bañistas, quienes en estos casos pueden sufrir enfermedades de transmisión hídrica como otitis, leptospirosis, cólera, fiebre tifoidea e infecciones en la piel y los ojos.
Aunque, sin dudas, la razón más poderosa para una decisión tan drástica se nombra agua, un tema donde la Dirección Provincial de Acueducto esgrime claros argumentos al recordar que sus contratos solo incluyen el servicio para uso doméstico y que entregan agua tratada con costosos productos químicos.
En particular en un municipio como Trinidad —donde más piscinas particulares se han reportado a partir de su condición de polo turístico e incluso se permitió que los hostales las promovieran como parte de su paquete de opciones—, con una situación crítica durante años, tanto en las fuentes de abasto de agua potable como en su cuenca subterránea, la idea de abrir piscinas a troche y moche se torna aún más indefendible.
Sin embargo, como no todo anda claro en este asunto, como se trata de una opción recreativa no desdeñable, como tras la sequía llegará la primavera y como después que las piscinas se queden un tiempo sin agua ya resultará imposible recuperarlas porque perderán la hermeticidad, quizás las autoridades deberían valorar la idea de no aplicar la misma receta en todos los lugares.
Espirituanos encuestados por el semanario se preguntaban si no resultaría más factible limitar el tamaño o establecer una tarifa diferenciada de agua; si no se podrían mantener en aquellos sitios donde no existe una situación crítica con el abasto de agua o utilizan fuentes no aptas para el consumo humano.
Planificación Física aseguró a Escambray que hasta el momento, con todos los argumentos posibles a mano, ya se han eliminado alrededor de 100 piscinas en la provincia, a pesar de la resistencia de muchos de sus dueños, de alguna que otra indisciplina y hasta de contadas muestras de agresividad.
Según lo previsto, al cierre de diciembre todas las albercas deberán estar erradicadas, con la clara indicación de que se incluyen tanto aquellas que se alimentan de afluentes naturales como de fuentes de abasto. Entonces, si no queda otra opción que cerrar las piscinas particulares a cal y canto, al menos todas las partes deberían unificar su parecer y poner por delante cada uno de las explicaciones posibles para no generar más disgustos y cuestionamientos.
Creo que es injusta esta ley ya que todos tenemos los mismos derechos y si podemos hacerle una alberga a nuestros hijos porque están distantes de ríos y playas cual es el delito si yo pague el terreno y mi casa está legal creo que no es una ley en la que el pueblo esté muy de acuerdo porque no se llevo a una votación ciudadana o se analizó con el pueblo es injusto todo lo que han hecho con esas piscinas cerradas recursos gastados lugares lindo q embellecían al país y las viviendas todos conocemos la situación hidráulica y todos abogamos por el ahorro de este recurso pero nuestros hijos no pueden otros si los cubanos no podemos … pero en el mundo cual es el otro país que tiene está ridículamente ley
Estoy de acuerdo con usted, solo que no concuerdo en el tema del agua, las piscinas se llenan una vez al año y con un sistema de recirculación con un filtro de cartucho o de arena cilice se mantiene la misma agua por un año o más, además de los productos que vende el estado a través de sus agencias como mallhabana y supermarket 23 como el cloro granulado o en polvo, floculante, PH minimum o PH maximum, además de vender los kits de limpieza para piscinas como cepillos , jamos , varas, etcc, además de pintura para piscina, todo vendido por el propio ESTADO y te lo llevan hasta tu casa en USD por supuesto, entonces si el agua no es el problema y todos los productos para mantener la higiene te los venden en USD, Cuál es el problema?
No entiendo nada ,si tengo una propiedad a mi nombre y no tengo ninguna situación con el agua porque el gobierno decide si pongo o no una piscina en mi propiedad . Para declararlas ilegales tendrán q serrar las que cobran altos precios a la población por refrescarse . Lo que se dicta por ley en un país es para que sea cumplido por todos los ciudadanos del país y q no me hablen del ahorro d agua cuando hay tuberías rotas por años que han terminado hasta con carreteras .Alguien q me explique pq no es ilegal si le pongo una Claria o una tenca y si lo es si me doy un chapuzón para refrescar las temperaturas alta q son tan dañinas a ser humano pq no mejorar la higiene de los baños públicos q si son focos infecciosos para proliferar la lectocpirosis o es que se trata del capricho estupido de alguien que tiene la gerarquia y el poder para hacer lo q le venga en gana porque es obvio q el derecho de hacer algo tan inofensivo como una piscina es mío
No es solo la piscina, el espacio es mío y pudiera construir en lo mío lo que yo quiera, pero, el agua es de todos, saben cuantos m cúbicos para llenar una piscina. Y eso se lo quito a la población, usando hasta ladrones de agua y hasta que no termine de llenar nadie con agua. Lo otro es el descontrol respecto a las actividades que se realizan, qué se consume? Comenzamos a vender traguitos y después lo que sea!
Por otra parte, nada de higiene, ni de agua limpia. Es mentira que se preocupan por ello.
Hasta quu no se reparen todos los acueductos, salideroa en las calles, por miles, no habrá condiciones para ello.
Gracias.
y que pasa con las cientos de piscina que hay en la habana, varadero, trinidad. las cuales ya son negocios establecidos y que nadie se ha atrevido a cerrarlas cuestionarlas. lo que pasa que eca , en este municipio lleno de dirigentes de mente estrecha es inadmisible o imperdonable elevar una propuesta que permita legalizar dichas construcciones o al menos permitir el huso de las mismas con determinada s normas hijienicas. no piensan el los miles de pesos que gasta un particular en la contruccion de las mismas , es verdad , se incumple la ley, pero a quien se molesta….
enntonces el estado y sus dirigentes si pueden tener y contruir piscinas en sus casaas . para no decir de los hoteles . o es que acaso los hoteles no son parte del ministerio de planificacion fisica (son los hoteles autonomos). si el proposito es desarrollar la autividad turistica en cuba. entonces por que no se permiten ideas como estas
‘Las autoridades han establecido varias opciones para erradicarlas; por ejemplo, las más pequeñas pueden ser tapadas y quedar como cisternas de uso doméstico; mientras los dueños de las grandes deciden si dejarlas como estanques para la cría de peces, rellenarlas con rocosillo o demolerlas.»
El parrafo anterior parece sacado de la Divina Comedia 🙂 A ver si entiendo. El propietario tiene en el patio de su casa una instalacion que contiene agua donde se puede dar un chapuzon, instalacion conocida comunmente como «piscina».
Esa instalacion segun la ley es ILEGAL, pero si le tira un guppy adentro y la empieza a llamar «estanque para la cria de peces» entonces esa misma instalacion por obra y gracia de San Burocrata se convierte en LEGAL. Lo que no queda claro si el propietario puede nadar con los peces o no, lo cual es evidentemente otro limbo legal.
A mi lo que me preocupa de verdad son los funcionarios que no se dan cuenta del absurdo de regulaciones como esta :). Me preocupa mucho la capacidad mental de esos funcionarios.
De nuevo a BOTAR EL SOFA !!!!!!!!
Y por que no buscan otra solucion que permita que la gente pueda acceder a alguna distracción.
Esto lo qye crea es más molestias en la poblacion, ¿adonde ir?. Las del INDER cerradas, las delos hoteles más caras aún, entonces que hacer ,ni rios quedan
Hay que respetar la decisión democràtica de una persona.
Opino que ha sido bueno que se haya respetado el principio juridico de que la ley no puede aplicarse retoactivamente en perjucio del ciudadano,tambien opino que si el agua escasea para la mayoria,en el caso de sancti spiritus por que el estado no ha invertido en la planta de Tuinucu,no es justo que unos tengan una piscina olimpica en su casa porque para mantenerla se necesitan turbinas y quimicos de lo contrario son focos de enfermedadades…Pero que opciones ofrece el gobierno..construiran piscina publicas en los barrios para que los chicos tengan donde ir?…Es mas facil y barato prohibir