El departamento de Defensa de Estados Unidos planea transferir en las próximas semanas al menos a una decena de prisioneros que mantiene en la cárcel de la base naval de Guantánamo.
Los movimientos de los reclusos se efectuarán antes de que el Congreso adopte nuevas medidas, contrarias a la decisión del presidente Barack Obama de clausurar ese centro penitenciario, reveló la página digital del diario The Washington Post.
El Pentágono espera mover cerca de 60 prisioneros durante el actual año a varios países, entre ellos Marruecos y Mauritania, que podrían acoger hasta dos decenas de ellos, agregó.
Desde el año 2002 la Casa Blanca mantiene el centro de internamiento en esa instalación militar, ubicada en el sudeste del territorio cubano contra la voluntad del pueblo y Gobierno de la isla caribeña.
La administración estadounidense logró transferir parte de los reclusos allí confinados a terceros países; sin embargo, el Congreso se niega a recibir o juzgar a los restantes en territorio norteamerciano, lo cual torna imposible el cierre de la prisión.
En la actualidad, en Guantánamo continúan 122 personas presas.
Informes internacionales confirman que el enclave de las fuerzas armadas estadounidenses ha funcionado como un centro de torturas donde la Agencia Central de Inteligencia (CIA), con el beneplácito del Pentágono, viola los derechos humanos más elementales de las personas.
Washington arrienda la base a La Habana desde 1903, y la derogación del contrato ilimitado solo es posible por mutuo acuerdo de ambas partes.
Anualmente Estados Unidos envía a Cuba un cheque por tres mil 400 dólares por el arriendo de la base, pero las autoridades cubanas se niegan a tocar ese dinero ya que consideran que los militares estadounidenses deben abandonar la isla.
Las razones para cerrar la cárcel en la base naval de Guantánamo son ahora más fuertes que nunca, comentó a inicios de año el diario The New York Times, tras el anuncio del proceso para normalizar las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
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