La fábrica de conservas de vegetales logra los parámetros de eficiencia más altos en los 15 años de explotación de la línea.
La zafra del tomate en Sancti Spíritus quiere parecerse a la campaña azucarera y la empresa de conservas de vegetales del territorio exhibe actualmente los parámetros de eficiencia más altos en los 15 años de explotación de la línea, con la singularidad de que por primera vez logra un rendimiento industrial del ciento por ciento, al hacer realidad la norma de fabricar una tonelada de pasta a partir de 7.52 toneladas de tomate fresco.
El ingeniero mecánico Osmany García López, subdirector técnico productivo, informó a Escambray que en el favorable comportamiento de la planta han influido las medidas organizativas y de control, así como el desempeño de los trabajadores y directivos, pues tradicionalmente el rendimiento industrial ha oscilado por debajo del 90 por ciento.
“La respuesta de la cosecha ha sido buena, no ha fallado el flujo de materia prima, se ha molido un tomate de calidad y eso se corresponde con la estabilidad de la fábrica porque prácticamente el tiempo perdido en la línea obedece a los trabajos de limpieza y al déficit de montacargas”, refiere el subdirector.
La provincia planifica en esta contienda, enmarcada entre febrero y abril, entregar a la industria 7 100 toneladas de tomate —se sobrepasan ya las 4 200— para producir 945 toneladas de pasta de tomate aséptica, alrededor de la quinta parte de lo previsto a elaborar este año por la rama de la conserva en el país, según la propia fuente.
Agrega, además, que la industria de conservas espirituana retoma la elaboración de la pasta luego de dos años sin producirla por roturas del sistema de esterilización de la llenadora; ese producto tiene un año de durabilidad y sustituye importaciones al utilizarse como materia prima para elaborar puré, sopa de tomate y catchup.
Hasta el 23 de marzo la planta reportaba la elaboración de 491 toneladas de pasta de tomate —el 52 por ciento del plan—; en tanto el grueso de la materia prima por cosechar y enviar a la industria se concentra en los polos tomateros de Mayajigua, Jatibonico y Banao, a la vez que, prácticamente, terminaron las recolecciones en las zonas de Algaba (Trinidad) y Venegas (Yaguajay), lugares con marcada participación también en la producción de tomate para el programa de sustitución de importaciones.
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