Considerado en las lides nacionales como una de las iniciativas más fructíferas gestada en un municipio, el gremio trinitario afianza su quehacer y va en pos de metas más ambiciosas en beneficio del territorio sureño
Al principio, cuando apostaron por reordenar espacios urbanos de Trinidad en función de la cultura, los tildaron de locos y utópicos. Congregar a artistas interesados en afiliarse a una iniciativa donde la mitad de los ingresos tributarían a la conservación de la ciudad, el rescate de edificaciones, entre otros fines, parecía, en efecto, demasiado pretencioso.
Dos años después, sin embargo, abruman los logros del proyecto de iniciativa municipal de desarrollo local Artes visuales de primer nivel en beneficio de la cultura; uno de los más fructíferos de su tipo en el país, afirman varios especialistas del Ministerio de Cultura. Intervenciones en calles empedradas, cambio de imagen del sector cuentapropista asociado a la artesanía que se acogió a la propuesta, financiamiento a casi un centenar de muestras expositivas… resultan pinceladas para ilustrar el trabajo del equipo.
De ahí que, entre otras razones, el grupo Excelencias, especializado en productos y servicios de diferentes áreas del mundo de la comunicación y vinculado a un acuerdo de colaboración con la Unesco, decidiera engrosar su catálogo con el proyecto de la Ciudad Museo del Caribe para potenciar el desarrollo de la tercera villa desde estrategias económicas, pero con políticas afines a la cultura.
Según Alexis Triana Hernández, editor ejecutivo de la revista Arte por excelencias, quien comunicó la noticia a nombre de José Carlos de Santiago, presidente del Grupo Excelencias, manifestó que el carácter holístico distingue la iniciativa entre sus homólogas en Cuba, pues “aglutina a creadores y profesionales de diferentes sectores afines, creando espacios para la promoción y comercialización de sus obras. Además de intervenir en la salvaguarda de las manifestaciones populares, genera nuevas fuentes de empleo y propicia el incremento de las utilidades profesionales, socioculturales y económicas a favor del desarrollo local”.
Ahora, las metas se tornan más abarcadoras. Así refiere Alain Fernández Ferreira, fundador y líder de este gremio cuya nomenclatura sobrepasa los 500 afiliados. “En estos momentos no existen eventos de calidad ni de primer nivel en Trinidad. Ya nos estamos proyectando al respecto de conjunto con el Ministerio de Cultura, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), la Asociación Hermanos Saíz (AHS), el Consejo Provincial de las Artes Escénicas, entre otras, para convertir a Trinidad en una industria cultural como vía de ingreso para un país en desarrollo como el nuestro. Mientras más potencial financiero, profesional y logístico tenga el municipio, más se podrá invertir en acciones tan vitales para el progreso en el territorio como la reparación de escuelas, centros de salud, etc”.
El también presidente de la Uneac en el territorio agregó que ofrecer a la población resultados concretos constituye un elemento imprescindible para seguir adelante. “El prestigio se gana con actos —sostiene Alain—. Nosotros hemos trabajado para el Ministerio del Turismo a todos los niveles, hemos fabricado los faroles de un hospital en La Habana, un parque infantil de la periferia y hemos contribuido a la restauración de la Casa de Cultura de Jatibonico; o sea, nuestra proyección abarca tantos sectores como podamos y tratamos de orientar a los inversionistas para una mejor explotación de su objeto social. Lo más importante que la idea del desarrollo local no se convierta en desarrollo personal. En estos momentos, tenemos encargos de 81 empresas en todo el país; por ejemplo, estamos trabajando con la inmobiliaria nacional, en los cayos de Pinar del Río”.
Mientras, villa adentro se estrechan los vínculos con el sector cuentapropista en un intento de hacer comulgar ganancias y custodia patrimonial. Pese a su corta vida, el proyecto de Artes visuales de primer nivel en beneficio de la cultura ha generado más de 600 empleos en Trinidad.
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