Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González culminan su gira por el continente africano que incluyó visitas a Sudáfrica, Namibia y Angola
Por estos días en un mundo estremecido por guerras y conflictos internos, por intrigas imperiales, enfermedades y desastres naturales, las noticias sobre el periplo africano de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos y el baño de amistad, solidaridad y simpatía de que han sido objeto por pueblos y gobiernos en Sudáfrica, Namibia y Angola resultan como bálsamo para curar las heridas del alma.
Gerardo, Antonio, René, Fernando y Ramón en cada una de esas patrias africanas se les conoce y reconoce como ídolos propios; en todas y cada una de ellas los parlamentos respectivos se pronunciaron por su libertad de las injustas prisiones que sufrieron en territorio estadounidense, mientras organizaciones de la sociedad civil movilizaban a las masas para exigir que los dejaran libres.
Las cosas no salen de la nada. Múltiples hilos enlazan los fenómenos. En el prolongado cautiverio de los Cinco, en los maltratos que sufrieron, los compatriotas de Mandela vieron reflejados los tormentos de su querido Madiba durante 26 interminables años en el penal de la Isla de Rawson, donde los guardianes del apartheid lo recluyeron para matar en él las ansias de libertad de todo un pueblo.
Pero vieron también la conciencia de que Cuba, la patria de los Cinco, con su victoria rutilante contra las tropas de los racistas blancos en el sur-occidente de Angola a fines de los años 80, dieron una estocada mortal al régimen abominable que los discriminaba, explotaba y esclavizaba en la tierra de sus ancestros, en pleno siglo XX, abriendo para ellos el camino hacía la democracia y el poder político.
Especialmente emotivos resultaron el encuentro de Gerardo Hernández con el padre Michael Lapsley, quien le brindó su amistad y respaldo militantes, y acudió a verlo en varias ocasiones a la cárcel de Victorville, en el desierto californiano. Pese a las dos condenas de prisión perpetua más 15 años que pesaban sobre este hombre, ellos se prometieron: “Un día caminaremos juntos por el Malecón de La Habana o por las calles de Cape Town”, y ahora, como pacto de caballeros, lo cumplieron.
A todos agradecieron los Cinco su apoyo y tuvieron la dicha de compartir con dirigentes históricos del Partido Congreso Nacional Africano —de gobierno— y con el Presidente Jacob Zuma, quien tuvo para ellos palabras muy amables. De la patria de Madiba, donde permanecieron del 21 de junio al 3 de julio, se fueron los Cinco a Namibia cargados de emoción, y allí en Windhoek, la capital, y en otras partes, se reeditaron las escenas vividas en un gran país como la República Sudafricana.
De nuevo recibirían cariño y admiración, y fueron acogidos a la altura de un jefe de Estado, cuando Peya Mushelenga, viceministro de Relaciones Internacionales y Laura McLoad-Katjirua, gobernadora de la región Khomas y vicesecretaria general del gobernante partido Swapo, acudieron a darles la bienvenida al aeropuerto, junto a los embajadores de Cuba, Venezuela y Brasil.
En el recorrido por la comunidad de Katutura, sus visitas a sitios de interés histórico y en mítines de solidaridad, los Cinco pudieron sentir una vez más ese calor de pueblo y compartir con antiguos combatientes y, en especial, con líderes históricos como Sam Nujoma, fundador de la Swapo y Andimba Toivo ya Toivo, legendario luchador y padre de la Asociación de Amistad Namibia-Cuba.
Ya en Luanda, capital de la República Popular de Angola, a donde llegaron en respuesta a la invitación de varias organizaciones encabezadas por el gobernante MPLA, la historia y la emoción vinieron nuevamente a su encuentro, pues tres de los Cinco Héroes cumplieron aquí misión internacionalista durante la guerra en apoyo a las Fuerzas Armadas para la Liberación de Angola (FAPLA).
Fernando Jaime, presidente de la Asociación de Amistad Angola-Cuba, recordó: “La campaña por la liberación de esos héroes, que no son solo de Cuba, sino de los pueblos, resultó una ardua batalla. Una vez más la historia le dio la razón a Fidel Castro cuando vaticinó que volverán y volvieron”, subrayó.
En sus apenas 48 horas en territorio angolano, René González pudo cumplir su sueño de visitar nuevamente las zonas de Cabinda donde participó como soldado internacionalista hace 38 años. También estuvieron en Lubango, territorio que acogió a dos de sus compañeros en aquella epopeya.
En su primera jornada, los Cinco rindieron tributo con una ofrenda floral en el monumento a Agostino Neto, primer presidente y fundador de la nación angolana. La visita, que incluyó encuentros con líderes políticos y de la sociedad civil, los llevó también al cementerio Alto Las Cruces, donde estuvieron los restos del Comandante Raúl Díaz Argüelles, uno de los militares cubanos de más alto rango caídos durante la guerra de Angola.
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