Cuba y EE.UU. sostuvieron en La Habana la reunión de más alto nivel en décadas para abrir el camino del restablecimiento de nexos diplomáticos
Cuba y EE.UU. ratifican voluntad de seguir dialogando (+ fotos)
Levantar el bloqueo es esencial para normalizar las relaciones Cuba-EE.UU.
Roberta Jacobson: Proceso para normalizar las relaciones Cuba-EE.UU. será largo
La delegación norteamericana que participó en los diálogos en el Palacio de Convenciones de la capital estuvo encabezada por la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, la funcionaria de más alto rango que visita nuestro país desde finales de la década del 70 del siglo pasado. Entretanto, la parte cubana estuvo representada por la directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro.
Ambas partes coincidieron en que las conversaciones se dieron en un ambiente distendido. Vidal calificó el encuentro de “provechoso” y añadió que se produjo en un clima profesional y constructivo. Jacobson, por su parte, dijo que fue “productivo y positivo”.
“Discutimos en términos reales y concretos los pasos requeridos para el restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas en nuestros respectivos países, así como las expectativas respecto a cómo funcionará la Embajada de los Estados Unidos en La Habana”, dijo Jacobson.
La representante norteamericana informó que las embajadas se abrirán en el momento oportuno y que aún no podía precisar fechas, aunque “se está trabajando de forma rápida”.
La parte cubana enfatizó que los futuros nexos y las misiones diplomáticas deben basarse en los principios del derecho internacional refrendados en la Carta de las Naciones Unidas y las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y Consulares.
Vidal explicó que hay una serie de pasos prácticos que se deben dar en uno y otro lado para enfrentar este proceso.
Habrá que terminar el acuerdo que estableció las oficinas de intereses que están bajo la protección de un gobierno extranjero, también notificar al gobierno de Suiza que es el que ha representado y representa hoy a EE.UU. en nuestras oficinas en Washington, por solo mencionar un ejemplo.
Josefina añadió que en el intercambio expresamos que resultaría difícil explicar que se han reanudado relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, mientras nuestro país continúe injustamente en la lista de estados patrocinadores del terrorismo internacional. De la misma manera, la diplomática cubana detalló que para la apertura de embajadas será necesario que se resuelva la situación bancaria de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que lleva cerca de un año sin estos servicios.
Las dos representantes detallaron que serán necesarios nuevos encuentros para seguir puntualizando los aspectos formales del proceso, pero no fijaron una fecha específica para una nueva reunión.
LA NORMALIZACIÓN, UN PROCESO LARGO Y EXTENSO
Si bien ambos países, que han carecido de lazos formales desde 1961, emprendieron la marcha para cambiar esa realidad, eso no quiere decir que estén a las puertas de una plena normalización.
La normalización es un proceso extenso que va más allá del establecimiento de nexos diplomáticos y la apertura de embajadas, dijo Jacobson.
“En el camino hacia la normalización se continuarán discutiendo temas más complejos que reflejan las profundas diferencias que existen entre ambos países”, añadió.
“Este será un proceso largo y complejo que requerirá el trabajo de ambas partes, en el que deberán resolverse temas pendientes de la agenda bilateral”, precisó por su parte la jefa de la delegación cubana.
Afirmó que para nuestro país, el levantamiento del bloqueo es esencial para normalizar las relaciones, entre otros temas pendientes.
Sin embargo, Vidal reiteró la disposición del Gobierno cubano de continuar sosteniendo con el gobierno de EE.UU. un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana y en la reciprocidad, “sin menoscabo a la independencia nacional y a la autodeterminación de nuestro pueblo”.
Para Cuba esto significa el respeto al sistema político, económico y social de ambos estados y evitar cualquier forma de injerencia en los asuntos internos o amenaza a los elementos políticos, económicos y culturales de ambos países, puntualizó Vidal.
Nadie puede pretender que para mejorar las relaciones Cuba tenga que renunciar a sus principios, enfatizó.
La jefa de la delegación local también reconoció la disposición del Presidente de EE.UU. a sostener un debate serio y honesto con el Congreso para lograr el fin de esa política impuesta hace más de medio siglo contra Cuba.
Por su parte, Jacobson explicó los retos que conlleva materializar la decisión anunciada por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro de buscar superar una relación que por más de 50 años no ha estado basada en la confianza.
En ese sentido, dijo que las nuevas regulaciones anunciadas por el Departamento de Tesorería y de Comercio la semana pasada demuestran la amplitud y profundidad con que los Estados Unidos ya ha puesto en práctica el compromiso del Presidente a una nueva dirección de la política de los Estados Unidos hacia Cuba.
Vidal, entretanto, ratificó el compromiso de Cuba con el mejoramiento del clima bilateral y la voluntad de seguir avanzando para normalizar las relaciones bilaterales.
Añadió que, como vecinos cercanos, Cuba y Estados Unidos deben identificar áreas de interés común en las que puedan desarrollar la cooperación en beneficio de ambos países, la región y el mundo.
En respuesta a la interrogante sobre el tema de los derechos humanos, esclareció que, sobre este asunto, no se debatió en la reunión de la mañana y explicó que en la tarde, habría otra sesión de trabajo para revisar otros aspectos bilaterales y de colaboración entre ambos países.
Los dos países tienen profundas diferencias y concepciones distintas sobre diversos temas, pero pueden convivir de manera civilizada y pacífica, reconociendo y respetando estas diferencias, explicó.
NUEVAS POSIBILIDADES DE COOPERACIÓN
Durante la jornada de este jueves en la tarde las partes sostuvieron un encuentro sobre temas de interés mutuo y de cooperación.
Cuba reiteró la propuesta que había hecho hace un año al gobierno de Estados Unidos de sostener un diálogo respetuoso y sobre bases de reciprocidad, para abordar nuestras posiciones sobre derechos humanos y democracia, a partir de que Cuba tiene preocupaciones sobre el ejercicio de los derechos humanos en Estados Unidos. Y, al mismo tiempo, Cuba considera que tenemos experiencias interesantes que mostrar y compartir en lo que se refiere al disfrute de los derechos humanos, no solo en nuestro país, sino la contribución que hemos hecho también, muy modestamente, para la mejoría de los derechos humanos en otros países del mundo y de las condiciones de vida de muchos pueblos del mundo, señaló Josefina Vidal.
Expresó además, en rueda de prensa, que las delegaciones pasaron revista al estado de la cooperación en varios temas, como la seguridad aérea y de la aviación, y respuesta a derrames de hidrocarburos.
También identificaron otras áreas en las que existen potencialidades para establecer o ampliar la cooperación bilateral, como el enfrentamiento al narcotráfico, al terrorismo y a las epidemias, refirió.
“Sobre esto último, la parte cubana propuso sostener un encuentro para definir las modalidades de cooperación con vistas a enfrentar de manera efectiva y eficaz el virus del Ébola”.
La delegación de Cuba reiteró la disposición de nuestras autoridades a desarrollar intercambios con sus contrapartes estadounidenses sobre monitoreo sísmico, áreas marinas protegidas e hidrografía, así como a participar en investigaciones conjuntas sobre especies marinas.
Además, propuso establecer colaboración científica en un grupo de áreas como la protección del medio ambiente, la mitigación de los efectos del cambio climático y la prevención de desastres naturales.
Trasladaron la disposición a discutir la delimitación de la Dona Oriental en el Golfo de México y se interesaron por los próximos pasos para la implementación de un Plan Piloto para establecer el servicio de correo postal entre los dos países.
En relación con las telecomunicaciones, Vidal aseguró que quedó establecido que Cuba está dispuesta a recibir a compañías de telecomunicaciones de Estados Unidos, para explorar posibilidades de negocios en esa esfera que sean beneficiosas para ambas partes.
Por otro lado, mediante un comunicado por escrito divulgado para la prensa, la secretaria asistente de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental expresó la disposición de su país para continuar el diálogo bilateral sobre temas importantes, incluyendo aquellos en los que se mantienen diferencias significativas.
El texto afirma también que la sesión se caracterizó por el establecimiento de un diálogo constructivo y alentador.
En este sentido, otra de las interrogantes que respondió la jefa de la delegación cubana estuvo referida al impacto de las medidas y regulaciones anunciadas por el gobierno estadounidense.
Vidal dijo que la delegación de EE.UU. ofreció información general sobre las medidas que se conocen y las regulaciones publicadas el pasado 16 de enero que explican cómo se va a aplicar lo estipulado.
“Las medidas marchan en una dirección positiva en tanto modifican algunos aspectos del bloqueo a Cuba”, dijo.
“Cuba espera que el presidente de Estados Unidos, en uso de sus prerrogativas ejecutivas, continúe modificando aspectos adicionales del bloqueo de manera significativa de modo que pueda vaciar bastante de contenido esa política que permanece”.
Agregó que continúan estudiando esas regulaciones, que son complejas y se necesita la asesoría de abogados para tener comprensión de su magnitud y alcance.
Ante una pregunta de la agencia estadounidense AP, Josefina Vidal se refirió a un acápite específico del comunicado emitido por la delegación estadounidense, el cual asegura: “Como elemento central de nuestra política, presionamos al gobierno cubano para que mejore las condiciones de los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y de reunión”.
“Le confirmo que la palabra presión no se usó en el encuentro. No es una palabra que se usa en este tipo de conversaciones”, precisó Vidal.
“Cuba ha demostrado a lo largo de su historia que nunca ha respondido ni responderá a presiones de ninguna parte que provengan”, aseguró.
Aclaró que sostuvieron un intercambio en el que cada parte afirmó las visiones y concepciones que tiene sobre el tema del ejercicio de los derechos humanos. Cuba ratificó su propuesta de tener un diálogo específico en una fecha por determinar para sostener un diálogo respetuoso, sobre bases recíprocas, que aborde nuestras posiciones respecto a los derechos humanos y democracia, dijo.
Cuba tiene preocupaciones sobre el ejercicio de los derechos humanos en EE.UU., y al mismo tiempo Cuba considera que tenemos experiencias interesantes que mostrar y compartir en lo que se refiere al disfrute de los derechos humanos no solo en nuestro país, sino la contribución modesta que hemos hecho para la mejoría de los derechos humanos en otras partes del mundo, añadió.
Vidal respondió también una pregunta relacionada con la necesidad de superar más de 50 años de desconfianza y si la delegación cubana confiaba hoy más en su contraparte que hace dos días.
“En lo que confío es en un futuro mejor para nuestros países. Somos países vecinos, tenemos profundas diferencias, pero hemos visto cómo en el mundo países con profundas diferencias pueden convivir pacíficamente, civilizadamente, en función de encontrar solución a problemas comunes, y contribuir con ello a un mayor bienestar para el resto del mundo”, respondió.
“Confío en que independientemente de las diferencias que existen entre Cuba y EE.UU. —que existen y se van a mantener porque tenemos convicciones muy firmes, ambos, por razones históricas, culturales, etc.— podemos encontrar un modus vivendis, una convivencia pacífica para discutir nuestras diferencias con respeto y para avanzar en la cooperación en temas de interés común”.
Precisó que no contaba con un aparato para medir los niveles de confianza, pero ambos gobiernos llevan un tiempo intercambiando sobre posibilidades de trabajo conjunto en determinadas esferas.
Lo que han permitido estas reuniones, concluyó, es confirmar que tenemos interés en seguir trabajando en esas áreas y a su vez ampliar nuestra colaboración para beneficio mutuo. “Creo que eso es un buen comienzo”.
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