La noticia recorrió el planeta en pocos minutos, Cuba y EE.UU. anunciaron la reanudación de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas, acontecimiento que acaparó titulares en el país norteño.
Desde la víspera, luego del adelanto por una fuente anónima del gobierno estadounidense, comenzó el movimiento en las inmediaciones de la Sección de Intereses y futura embajada de la isla en esta capital, con la llegada de un enorme dispositivo de transmisión satelital.
En horas tempranas, periodistas norteamericanos y extranjeros acreditados en Washington comenzaron a emplazarse frente a la recién renovada sede diplomática, en espera de la alocución del presidente Barack Obama y de la posibilidad de obtener declaraciones de funcionarios cubanos.
Cámaras de televisión, micrófonos y sombrillas para evitar el castigo del sol convirtieron por muchas horas la transitada calle 16, frente al número 2630, en un inusual escenario, constató Prensa Latina.
Varios reporteros aprovecharon la presencia del ministro cubano de Salud Pública, Roberto Morales, en el National Press Club para conocer de primera mano la opinión de autoridades de la mayor de las Antillas sobre el restablecimiento de vínculos, tras más de medio siglo de ruptura y de hostilidad estadounidense, que encuentra su máxima expresión en un bloqueo aún vigente.
Morales llegó a esta capital el lunes para participar en la ceremonia de oficialización de la isla como el primer país del planeta libre de la transmisión de madre a hijo del VIH/Sida y la sífilis.
En el National Press Club, el titular expuso los programas y acciones adoptados para hacer posible el logro, certificado ayer por la Organización Panamericana de la Salud, ONU-Sida y otras agencias de Naciones Unidas.
Ante las reiteradas preguntas sobre la reanudación de relaciones, estimó que puede potenciar el intercambio de informaciones, experiencias y científico en materia de salud, en beneficio de ambos pueblos y de la comunidad internacional.
No obstante, recordó que el bloqueo impuesto hace más de medio siglo por Washington no ha cesado, y entre sus impactos sobresalen las afectaciones a la asistencia médica.
El cerco económico, comercial y financiero ha causado a la salud pública cubana pérdidas superiores a los 60 mil millones de dólares, pero su daño humano resulta incalculable, en buena medida por los obstáculos en el acceso a tecnología y productos necesarios para la atención y el tratamiento a pacientes, advirtió.
La noticia del restablecimiento de lazos también abunda en los principales medios de prensa estadounidenses, entre ellos diarios y televisoras.
The New York Times destaca el nuevo paso en el escenario bilateral, así como la frase de Obama «no tenemos que encerrarnos en el pasado».
Por su parte, el Washington Post refleja el calificativo de nuevo capítulo dado por el mandatario norteamericano a los nexos con la isla, después de intercambiar cartas con el presidente Raúl Castro sobre la ratificación del interés de impulsar el acercamiento y de abrir las embajadas, a partir del 20 de julio.
El gobierno del país caribeño recordó que lo anunciado no implica la normalización de relaciones, para lo cual es necesario el fin del bloqueo, de la usurpación de una porción de territorio cubano (la base naval de Guantánamo), de las transmisiones ilegales de radio y televisión y de los planes subversivos para promover un cambio de régimen en La Habana.
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