San Juan de Letrán se recupera

La sequía continúa afectando el abasto de agua en la provincia. Medidas en estudio y otras en implementación para regular el consumo. Aunque las recientes precipitaciones de la tormenta tropical Erika poco resolvieron y la sequía continúa sin dar tregua en la provincia, al menos el manantial de San Juan

En el territorio se mantiene una vigilancia constante sobre las cuencas subterráneas y las fuentes de abasto. (Foto Vicente Brito)
En el territorio se mantiene una vigilancia constante sobre las cuencas subterráneas y las fuentes de abasto. (Foto Vicente Brito)

La sequía continúa afectando el abasto de agua en la provincia. Medidas en estudio y otras en implementación para regular el consumo.

Aunque las recientes precipitaciones de la tormenta tropical Erika poco resolvieron y la sequía continúa sin dar tregua en la provincia, al menos el manantial de San Juan de Letrán —decisivo en el abasto de la ciudad de Trinidad y que llegó a tributar apenas 5 litros por segundo— mejoró considerablemente y mantiene un abasto favorable al permitir el bombeo de 110 litros por segundo.
Ello no significa que en Trinidad se resolvieron todos los problemas, pues la villa también depende de un sistema de pozos que aún permanecen deprimidos porque la cuenca subterránea se mantiene afectada por los efectos acumulativos de sequías recurrentes; de hecho, en ese territorio se ha previsto la desconexión de seis organopónicos y dos plantas de fregado de autos de la red pública, según comentó a Escambray Maideé Ponce de León, especialista de la Empresa Provincial de Acueducto.
En general, en el territorio se mantiene una vigilancia constante sobre las cuencas subterráneas y las fuentes de abasto, además de que se han disminuido los horarios de bombeo.
Ponce de León precisó además que en estos momentos se realizan levantamientos y evaluaciones con vistas a que algunas entidades consumidoras sustituyan completamente o en parte el suministro del líquido desde las fuentes de acueducto por pozos propios.
Igualmente, se reitera que las piscinas particulares no cuentan con autorización para prestar servicios a partir de su suministro y en estos momentos una comisión provincial revisa la posible eliminación de este tipo de opción recreativa.
Por otra parte, la Empresa de Acueducto mantiene un seguimiento constante sobre los salideros, de los cuales ya se han resuelto en los últimos días alrededor de 80 en las conductoras principales y unos 10 800 en las redes, con la situación más crítica en los municipios Sancti Spíritus, Cabaiguán y Trinidad.
También se realizan inspecciones sistemáticas a los grandes consumidores y se pretenden incrementar los cargaderos de pipas pues ya hoy más de 30 fuentes de abasto se encuentran afectadas total o parcialmente con limitaciones para el suministro del agua a unos 13 300 habitantes.

Mary Luz Borrego

Texto de Mary Luz Borrego
Máster en Ciencias de la Comunicación. Especializada en temas económicos. Ganadora de importantes premios en concursos nacionales de periodismo.

Comentario

  1. Antonio R. Magaz Garcia

    Captacion Rio Caballero.
    La fuente natural que da origen al rio Caballero proviene de un acuifero subterráneo situado en el macizo montañoso Potrerillo. Este acuifero carsico sale al exterior a traves de varios manantiales perennes y potentes alineados en una falla que limita a estas montañas por su vertiente sureste. Estos manatiales pueden ser captados mediante una obra de fabrica similar a la que se encuentra en el manantial del Nacimiento del rio San Juan de Letran. Se puede regular el escurrimiento en las surgencias mediante un embalse para elevar el nivel del agua y llevarla hasta Trinidad mediante una conductora con registros solo por gravedad. De acuerdo con el mapa morfotectónico a escala 1: 25, 000 elaborado para el area (Magaz y Cisneros, 1993) el area del acuifero casi alcanza los 7 km2 ( casi el triple del acuifero de Letran) y el grupo de surgencias instaladas en la parte suroeste de la falla Caballero se encuentran a altitudes de 350 y 460 m que representa un desnivel de 440 metros con respecto a la altitud de la ciudad de Trinidad.

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