Se precisa enfrentar a tiempo las causas y condiciones que oxigenan las manifestaciones corruptas y los delitos contra la economía
Si se pretende reducir al mínimo la corrupción administrativa y los delitos económicos, los ojos, los oídos y, sobre todo, la acción deberán enfilarse hacia las causas y condiciones que oxigenan sus disímiles manifestaciones; verdad de Perogrullo no atendida lo suficiente en la provincia por las administraciones.
En una mirada reflexiva este viernes a la actuación del Sistema de Auditoría en Sancti Spíritus, se constató que aún hoy existen direcciones de entidades que no observan con lupa y oportunamente esas condicionantes; léanse el descontrol administrativo y contable que no garantiza la fiabilidad de la información financiera, insuficiente revisión y supervisión, inobservancia de la legislación vigente, falta de manuales y procedimientos e incorrecta implementación del control interno.
De uno u otro modo, dichas carencias hicieron expedito el camino a seis presuntos hechos delictivos e igual cantidad de corrupción, en general, en la Empresa Pecuaria Venegas, Comunales de Jatibonico, Dirección Municipal de Educación de La Sierpe, Centro Provincial del Libro y la Literatura, Empresa Avícola y la Mixta de Comercio de Trinidad, según Jesús Martín Casanova, contralor provincial.
Para darle un viraje de 180 grados a este panorama, se precisa, entre otras acciones, lograr el completamiento de la plantilla de auditores —con un déficit evidente en la Subordinación Local y la Agricultura—, en particular de los internos, con un rol más significativo el pasado año en la detección de actos corruptos en sus respectivas entidades y organismos.
“Mi auditora la tengo a mi lado derecho, no al izquierdo”, sostuvo Julio Bernal, director general de la Empresa de Seguridad y Protección, para graficar la relevancia concedida a este actor, vital en la prevención y detección a tiempo de los fenómenos mencionados.
En el análisis se destacó la interrelación alcanzada entre el Sistema de Auditoría, el Ministerio del Interior y la Fiscalía Provincial en el enfrentamiento a la corrupción y la actividad delictiva en perjuicio a la economía, expresadas, básicamente, en el desvío de recursos, la sustracción, el enriquecimiento ilícito, la apropiación indebida y la falsificación.
Al término del año anterior, aumentó el número de acciones de control emprendidas por el referido sistema, cuyo personal coincidió en el imperativo de desterrar la formalidad a la hora de presentar los resultados de las auditorías a los trabajadores de las empresas y organismos para, de esta manera, contribuir a evitar el reciclaje de las deficiencias, y lograr una real participación de los colectivos en la lucha contra las problemáticas expuestas.
Durante el debate, Alina Vicente Gaínza, vicecontralora general de la República de Cuba, se interesó en cómo se ha articulado el quehacer de los técnicos, especialistas y directivos del área de Auditoría con la implementación gradual de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Comité Central y su primer secretario en la provincia, reflexionó en tornó al seguimiento dado a las medidas aplicadas en el contexto de la actualización del modelo económico, a lo impostergable de fortalecer el Sistema de Auditoría y a la urgencia de crear un ambiente de control y de hacer más efectivos los planes de prevención en cada uno de los centros laborales.
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