Más de 2 600 alumnos cursan estudios en la Universidad de Ciencias Médicas, de Sancti Spíritus
No son estudiantes probetas ni salen de laboratorio alguno, aunque usted los vea con macutos rellenos sobre los hombros, con los libros gordísimos de un lado a otro, los espejuelos encima de la nariz o esas batas blancas que delatan tantos desvelos. Pueden ser futuros médicos o enfermeras o estomatólogos o técnicos en fisioterapia y rehabilitación… Tantos que este año la matrícula se ha ensanchado como nunca antes: más de 2 600 alumnos cursan estudios en la Universidad de Ciencias Médicas.
Y a la par de tales explosiones curriculares ha debido elevarse también la calidad de la formación toda vez que se ha incrementado la categoría docente de un claustro compuesto por casi una veintena de profesores titulares, 345 auxiliares, 832 asistentes y 778 instructores.
De acuerdo con Alexis Lorente Jiménez, rector de esa casa de altos estudios, la creciente superación profesional no es mero propósito sino que se materializa en los más de 180 proyectos investigativos que se encauzan desde la universidad para dar respuesta a los acuciantes problemas de salud y las principales causas de muerte del territorio.
“Además de los resultados investigativos la provincia tiene acreditadas 50 especialidades de las 60 que ostentan esta condición en la isla. Ello habla a favor del reconocimiento internacional de nuestro claustro y, sobre todo, de la calidad de la formación espirituana. Actualmente está conformado el expediente para la acreditación de la carrera de Estomotalogía y ya se dan los pasos para lograrlo en Medicina hasta conseguir en el 2016 la acreditación institucional”, apuntó Lorente Jiménez.
Tales cartas credenciales le valen sin dudas a la universidad espirituana para acoger en sus aulas a estudiantes de otras nacionalidades, de los cuales actualmente existen 578 en la formación de pregrado y 59 médicos que se cursan distintas especialidades. Además, recientemente se graduaron 263 estudiantes paquistaníes como parte de un especial programa de formación que comenzó aquí hace tres años.
Con vistas a elevar la preparación curricular, al decir de Lorente Jiménez, los educandos disponen de discos compactos con todo el programa de estudios —en el caso de la carrera de Medicina—, con tres laboratorios de computación abiertos las 24 horas y con una red Wifi en predios de la universidad que les garantiza el libre acceso a la bibliografía más actualizada.
“Los estudiantes de las diferentes carreras también se insertan hoy desde los primeros años de estudio en la solución, desde el trabajo en la comunidad, de los principales problemas de salud de la provincia y en programas priorizados como la atención y la prevención del embarazo en la adolescencia, la prevención del consumo de drogas, la lucha antivectorial. A ello se añade que cada alumno desde primer año atiende diferenciadamente 50 familias para al término de la formación poder mejorar el cuadro de salud de ellas”, señaló el rector.
A fin de elevar también la calidad del proceso docente educativo y el confort del centro, la Universidad de Ciencias Médicas fue objeto recientemente de reparaciones constructivas que permitieron recuperar distintos escenarios docentes como el teatro, el anfiteatro, el aula magna; aulas y varios de los dormitorios de la residencia estudiantil.
“Hoy la universidad espirituana contribuye a garantizar los principales propósitos que tiene el sistema de Salud Pública, los cuales tienen que ver con mejorar el estado de salud de la población, la calidad de los servicios y desarrollar el sistema de Salud Pública sin dejar de hacerlo eficiente y sostenible”, recalcó Lorente Jiménez.
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