Durante el pasado año más de un centenar del equipamiento médico disponible en la provincia fue recuperado en los talleres del Centro Provincial de Electromedicina
Más de una vez ingenieros y técnicos casi han necesitado acudir a terapias de resucitación para recomponer máquinas de anestesia, equipos de ultrasonido, de rayos X, de laboratorio… y no ha sido suficiente. Aunque el pasado año 199 equipos médicos lograron recuperarse en los talleres del Centro Provincial de Electromedicina, aún más de 60 permanecen heridos de muerte.
La salvación depende, según autoridades de dicha institución, de la entrada al país de piezas de repuesto —muchas de las cuales han estado deficitarias por años—, dilatación que ha afectado, sobre todo, al equipamiento destinado a la fisioterapia y a la rehabilitación.
Al decir de Jorge de la Cruz Hernández, director del Centro Provincial de Electromedicina, las camas magnéticas, las esteras, los hidromasajes y los ultrasonidos terapéuticos han sido los más perjudicados con tal situación; no obstante, también han requerido reparación con cierta frecuencia autoclaves, electrocardiogramas y varios útiles de laboratorio.
Pero, sin dudas, también uno de los efectos más perjudicados con la carencia de insumos han sido los esfigmomanómetros y los estetoscopios, aunque según las fuentes oficiales puede que este año se alivien tantas penas añejas, pues se prevé que próximamente entren a la provincia aditamentos esenciales para resanarlos.
Si bien el déficit de recursos ha puesto no pocas zancadillas, otras tantas se han esquivado gracias a la inventiva de los técnicos e ingenieros, como afirman los directivos, quienes aseguran que hasta el tomógrafo pudo prestar servicio durante un año debido al ingenio de los electromédicos.
A prueba de alternativas han estado también los útiles de la Campaña de Lucha Antivectorial, pues por vez primera se han recuperado más de 950 de estos equipos —entre los que se inscriben bazucas y motomochilas, esencialmente— en un empeño común por disminuir los elevados índices de infestación que todavía exhibe la provincia.
No son las únicas exclusividades. Más allá de la rehabilitación de los equipos médicos —que de acuerdo con inventarios existen hoy más de 5 590 en el territorio—las acciones de reparación y mantenimiento también se extienden hasta el mobiliario clínico, lo cual ha permitido recuperar una cifra superior a los 3 400 aditamentos.
“Este programa ha posibilitado reutilizar sillas de ruedas y camas, fundamentalmente, e incluso reacondicionar los locales en cuanto a pintura se refiere —señala Raúl Valle Pérez, especialista en gestión tecnológica de dicho centro—. Pero también se han reparado más de 170 banquetas estomatológicas —en cuanto a tapicería y cambio de ruedas—, lo cual ha sido una de las prioridades dictadas por el Ministerio de Salud Pública (Minsap), a la que se le dará continuidad este año”.
Entre los programas priorizados por el Minsap para el 2015 también se halla —además de dichos asientos estomatológicos—, la recuperación de sillas de ruedas, de las camillas destinadas al Sistema de Urgencias Médicas (SIUM) y del mobiliario clínico en general, con énfasis en el destinado al médico y la enfermera de la familia.
Aun cuando los expertos señalan que el coeficiente de disponibilidad técnica del equipamiento de la provincia ronda el 99, 2 por ciento y que se ha logrado acortar el tiempo de arreglo de los equipos, resta agilizar soluciones y estabilizar la entrega de piezas de repuesto a fin de que los servicios médicos gocen siempre de buena salud.
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