Sancti Spíritus retoma el liderazgo del país en la captura de especies de agua dulce durante este 2015 al superar las 5 450 toneladas, cifra que rompe su propio récord histórico del 2009
La jornada se pinta fea; una llovizna fina que moja pero no empapa acompaña a los pescadores desde su entrada al agua. Pasadas las dos de la madrugada comenzaron las faenas. El silencio de la noche se hace eco del ruido del motor de la embarcación Sierra que navega entre los trillos abiertos a golpe de machete para atravesar el monte de maleza que crece en medio de la presa Zaza. Colgado a la chernera, un ensarte de botes que después regresarán con las barrigas repletas de pescados.
Pero antes deberán suceder muchas cosas: desde localizar la zona con mejores condiciones para atrapar los peces, hasta tirar una y otra vez de la bocana —el arte de pesca más utilizado por los acuicultores este año— o, simplemente, halar rápido y fuerte para sacar del agua las tencas enredadas en la red.
En esos trajines hay que contar con los Richard —así se nombran desde hace casi 20 años—, que integran la brigada más productiva de la Unidad Empresarial de Base Acuiza, la misma que este año se alzó con la condición de bimillonaria al promediar cada uno más de 30 toneladas capturadas, siempre con Rafael Richardson al frente de la tropa, quien junto a sus hermanos Freddy y Rolando, y a Justo Simó, Ramón Jiménez y Marcial Cabrera completan el piquete.
LAS CLARIAS DE BOQUERONES
Como si fueran niños en incubadoras se logran los alevines de diferentes especies: tilapias, clarias y ciprínidos, que luego pasan un largo proceso, de estadio en estadio, hasta alcanzar el peso adecuado para que los depositen en las granjas de ceba, como parte del cultivo intensivo o en las presas de la provincia, donde crecen en grandes extensiones de agua.
Nelson Entenza Calzada, jefe de la granja Boquerones, asegura que este año el trabajo de sus 36 hombres fue superior en todos los sentidos. “No se trata de labores fáciles porque en el sector de la Pesca todo requiere de grandes esfuerzos. A los peces hay que atenderlos, alimentarlos tres veces al día en un mismo horario, observarlos para controlar a tiempo cualquier enfermedad y realizarles muestreos constantes con el fin de separarlos por tallas durante el desarrollo”.
Boquerones está considerada la mejor granja de ceba de clarias del país, no solo por sus resultados productivos, sino por la eficiencia con que concluyen cada ciclo de cosecha; por ejemplo, logran un factor de conversión de 1.5 toneladas de pienso para obtener una de pescado, menos que la media nacional que es de 1.8 toneladas, unido a los favorables índices de supervivencia de la biomasa y otros indicadores.
Para lograr esa reducción de pienso en Boquerones se utilizan en la alimentación de los peces alrededor de 3 000 toneladas de subproductos de la industria, los cuales se procesan al pie de los estanques, labor que también se realiza en el resto de las granjas, según aseguran Miriam Solano y Ámbar Rosa Rodríguez, dos de las especialistas que atienden estos procesos en la provincia.
A BOTE LLENO
Al decir de muchos hombres que durante años se desempeñan en actividades de la Pesca, los resultados de la Acuicultura este año superan todas las expectativas.
Así lo reconoce también Antonio Olaya, director de la Empresa Pesquera Sancti Spíritus (Pescaspir) al destacar los esfuerzos de los más de 600 trabajadores, agrupados en cinco Unidades Empresariales de Base, quienes al fin y al cabo son los protagonistas de esta historia.
Más de 5 400 toneladas hacen que la provincia alcance la mayor producción de peces de agua dulce de toda su historia, proeza que fue posible por el desempeño de cada colectivo y por las favorables condiciones meteorológicas que permitieron desarrollar las labores de extracción porque la mayoría de las presas mantuvieron bajos niveles de almacenamiento.
Olaya explicó que dichos volúmenes representan un crecimiento del 12 por ciento, respecto al plan del año precedente, indicador en el que fue determinante el aporte del embalse Zaza, el mayor del país, que entrega cada año el 80 por ciento de la producción de pescado de la provincia.
La industria, ubicada en la barriada de Colón, también marcó un precedente productivo, al procesarse el 94 por ciento de las extracciones realizadas, no solo en los embalses Zaza, Lebrije, La Felicidad, Tuinucú, Siguaney y otros más pequeños, sino también en las tres granjas de ceba de tilapia y las dos de clarias con que cuenta el territorio.
Aunque resulta chica para asumir la avalancha de pescado que emerge de los diferentes cultivos, la industria perfecciona su accionar con la utilización de sus tres líneas de proceso y el área de conformado, estrategia que posibilita destinar un importante número de toneladas de productos terminados a la red de casillas especializadas del territorio, a las ventas en el sector del Turismo, la distribución a organismos priorizados y las dietas médicas.
Pero si hay algo de lo que deben enorgullecerse los integrantes de las 14 brigadas de pescadores de la Acuicultura en el territorio es que, gracias a su consagrada labor y al esfuerzo de otros colectivos, este año Sancti Spíritus retomó el liderazgo del país, al convertirse en la provincia que más toneladas de especies de agua dulce atrapó entre las redes.
Comuníquenle a Xiomara Alsina que le faltó poner el detalle de que a los trabajadores indirectos se le está pagando 225 pesos (Por debajo del salario básico de los trabajadores) por el excesivo gasto de la empresa en Carros Tapizados, Gomas nuevas para los carros, etc… Que eso también entra en el récord de captura y beneficio y que lo mejor de todo nadie sabe explicar….. Saludos