Una travesía por cinco siglos de historia y cultura devino la gala artística a pocas horas del cumpleaños de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, ante más de cuatro mil personas.
Con la presencia del primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz Canel, y el vicepresidente José R. Machado Ventura, más de 200 artistas, santiagueros casi en su totalidad, ofrecieron una velada de poesía, canciones y danzas inspiradas en las más auténticas raíces.
En el escenario interactuaron distintas generaciones, incluidas las de las más recientes hornadas de la enseñanza artística en Cuba como son los integrantes del Ballet Santiago y alumnos de la Escuela Vocacional José María Heredia.
La Tumba Francesa La Caridad de Oriente, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad; las compañías de ballet Folclórico Cocoyé y de Oriente, actores y actrices y el septeto de música tradicional Azabache con la antológica Frutas del Caney, de Félix B. Caignet, dieron color al espectáculo.
El poeta Waldo Leyva declamó su poema Para una definición de la ciudad, el que quizás con mayor hondura la retrata y más ha calado entre los cubanos.
Los coros Orfeón y Madrigalista dedicaron sus homenajes cantados a los héroes, presentes también durante la gala mediante imágenes proyectadas en una gran pantalla al fondo del proscenio.
Un momento especial fue la interpretación del pianista Frank Fernández, quien fue acompañado, mediante una grabación, por la voz de la heroína Vilma Espín en la canción Cielito lindo.
El fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, hijo adoptivo entrañable de esta tierra, fue otra de las alegorías de la noche, con los acordes y la coreografía de la canción Así te recordamos.
La visita del presidente venezolano Hugo Chávez en el 2007 fue recordada durante la propuesta, así como el regreso de los cinco antiterroristas cubanos que sufrieron prisión en los Estados Unidos, quienes disfrutaron junto a familiares de la emotiva velada.
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