Desde hace más de tres décadas se comenzó a brindar en el Hospital Camilo Cienfuegos el servicio de Endocrinología
Cuando aquel médico llegó desde la capital su título de especialista en Endocrinología, Sancti Spíritus aún aprendía a estrenarse comoprovincia y no había más que un hospital en ciernes donde debería atender lo mismo a niños que a adultos. Aunque importado, era el primer endocrino que llegaba a estas tierras; por aquel entonces corría el año 1979.
Sería el principio. Cinco años después comenzarían a llegar de a poco los primeros espirituanos titulados en la especialidad, se intensificarían las atenciones —a niños, adultos y embarazadas— y se establecerían los cimientos de lo que ha sido hasta hoy: un servicio de contados especialistas que día a día salvan muchas vidas.
Y no es exageración. Según los cálculos, la diabetes afecta a más del 13 por ciento de la población espirituana; pero otras enfermedades endocrinas también se padecen en el territorio, quizás por eso aprender a prevenir algunas de ellas es la mejor receta.
EN EL PRINCIPIO
Dicen que tres décadas atrás no había descanso: consultas de lunes a viernes día, tarde y noche; idas y vueltas del Pediátrico al Hospital Provincial al Materno —y viceversa—; un puñado de especialistas y nada de residentes en formación para garantizar relevos. La Endocrinología era entonces una especialidad que aquí comenzaba a descubrirse.
“Me tocó ser el primer endocrino formado por esta provincia. Cuando empecé en julio de 1984 los médicos de La Habana regresaron a sus territorios. Fueron dos años de un trabajo intenso hasta que se incorporaron otros especialistas de acá”, confiesa el doctor Emilio Enrique Bustillo Solano, quien desde aquel día de julio hasta hoy lleva la riendas de este servicio.
Apenas unas camas para la hospitalización de los pacientes y una sala para el tratamiento ambulatorio de los que lo requerían eran los únicos espacios disponibles. Con el tiempo le crecerían otros lugares —como el Centro de atención integral al paciente diabético— ante el in crescendo de unas dolencias que pueden mitigarse, pero jamás sanar.
Bien lo sabe el doctor Manuel García Rojas, especialista de primer grado en Endocrinología y uno de aquellos que han permanecido desde los días iniciales hasta la actualidad. “Es un trabajo difícil, porque muchas personas no aceptan su enfermedad. Las patologías endocrinas afectan a cualquier grupo etáreo; por eso la atención tiene que ser diferenciada. Desde 1987, por ejemplo, abrimos la consulta multidisciplinaria de diabetes y embarazo, lo cual ha contribuido a bajar los índices de mortalidad materna por esta causa”.
Aunque la diabetes mellitus encabece la lista de las afecciones endocrinológicas, en Sancti Spíritus —de acuerdo con los expertos— las consultas más frecuentes también se deben a la enfermedad de la tiroides, sobre todo la nodular tiroidea, los trastornos menstruales en las mujeres y la hiperlipidemia.
Pero para intentar cambiar estilos de vida, para recomendar la práctica de ejercicios físicos, para poner dietas y tratamientos… solo se dispone de cinco especialistas y cuatro residentes; ello ha conllevado a incrementar para este año las cuotas de endocrinos en formación, un ejercicio académico que se inició aquí en el 2002.
“El endocrino tiene que estudiar todos los días, es una especialidad compleja que exige mucho sacrificio —apunta Anabel González Muro, residente de este servicio—. Atender a los pacientes, contribuir a que controlen su enfermedad y a que, incluso, algunos se mantengan asintomáticos es la mayor retribución”.
HASTA LOS DÍAS DE HOY
Es una sala común, quizás un poco más pequeña. Son apenas seis camas; al lado, sueros y encima, pacientes que se someten a la misma rutina durante años: chequeos periódicos, vitaminas, revisiones médicas….
“Desde hace 11 años soy diabética —dice la cabaiguanense María del Carmen Cuadrado—. Ya casi soy médico, pues he aprendido a controlar un poco la enfermedad, no solo con los medicamentos, también con la dieta y eso se lo debo a estos doctores que se preocupan tanto por nosotros”.
No es excepción. Por complejos que sean, pocos casos se remiten a otras provincias, tiene que ser que requieran de tratamientos o exámenes que solo se hagan en Santa Clara o en La Habana hacia donde se trasladan los espirituanos; el resto se compensa por estos lares.
“Uno de los logros de este servicio ha sido contribuir a elevar la calidad de vida de quienes llegan a consulta —señala Bustillo Solano—. No podemos obviar los resultados investigativos que nos han involucrado en eventos fuera y dentro de la isla ni la asistencia a la urgencia clínica que implica una guardia médica donde se atiende a la emergencia de los pacientes con las distintas enfermedades y damos una atención óptima al enfermo crítico diabético, que creo es uno de los pocos hospitales en Cuba donde se logra. Lo fundamental está en haber logrado brindar una atención de excelencia tanto en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos como en el Hospital Pediátrico Provincial”.
Mas, las atenciones no se circunscriben al medio hospitalario, sino que abren consulta en consultorios, en policlínicos y en esa especie de centro-hogar que ha devenido el Centro de atención integral al paciente diabético. Y la cotidianidad demuestra que el desvelo no es exclusivo de los enfermos.
“El mayor reconocimiento durante los años que llevo en el servicio es el haber podido ayudar a nuestros pacientes, a nuestros médicos en la formación de nuevos especialistas, pero sobre todo a que los enfermos se sientan mejor; creo que esa es la mayor gratitud”, aduce Bustillo.
En cuestiones médicas las predicciones estadísticas casi nunca fallan: dentro de 10 años la cifra de pacientes diabéticos podría duplicarse y hasta triplicarse en el mundo, en Cuba y hasta en Sancti Spíritus, según los expertos. Quizás por eso aquel puñado de batas blancas sigue auscultando más allá de las dolencias, sigue apostando por corregir estilos de vida para prevenir, sigue luchando para derrumbar mitos y sanar también desde los afectos, aunque los libros enseñen que algunos males aún no tienen cura.
Waoooooooo, felicitaciones a ese consagrado servicio y a todos mis , profesores , colegas y amigos , me siento muy orgulloso de poder decir que me forme como endocrinologo en ese servicio del cual tengo las mas gratas vivencias , agradecer a todos ellos por formarme como profecional y siempre sere parte de ese colectivo el cual ha demostrado con el transcurso de los años que la medicina cubana y en especial la espirituana es top on the line en cuba y el mundo , espero que sigan cosechando exitos y algun dia nos volveremos a ver
El primer Endocrino que tuvo Sancti Spiritus fue Oscar Bravo, esa plaza fue creada para el y a sus instancias por el Ministerio de Salud; luego enviaron a Walberto Eirin a cubrir la plaza cuando ya el Dr. Bravo se fue de Sancti Spiritus.
Hoy puedo dar gracias a Dios por haber sido parte de ese servicio, por todo lo que me enseñaron, por el crecimiento profesional y científico que adquirí durante mis años de residente y luego de especialista bajo la tutoría de tan excelentes profesores. Mis queridos amigos, gracias, fueron, son y serán siempre referentes para mi en el plano profesional y humano. Les deseo éxitos y más éxitos! Gracias además por estar tratando a mi querida prima Tere, por la foto puedo ver que está en excelentes manos.
Un gran regocijo inunda mi corazón,un servicio de excelencia,inigualable en la profesión Denis, Manuel y Bustillo quedaran para hacer historia en la provincia de Sancti-Spiritus…Felicidades a profeseres,residentes a y todo los que en el anonimato(Conesa,Abelito,Josefa,Fernanda,Dayami,julietica,Roxana,Angelita,Martica,Equipo del laboratorio SUMA, Medicina Nuclear y por último pero no menos importante al joven y valiente equipo de atención integral al Diabetico en conjunto con los servicios de atención al Diabeticos en cada uno de nuestros policlinicos) que trabajan por vocación,se los asegura esta cubana que los lleva en el corazón. Besos a todos y muchas gracias por la oportunidad.
Muy bueno el trabajo y merecido para el profesor Bustillo,hombre dedicado a la ciencia.Tengo dudas si el primer endocrino fue Dr. Pedro o e Walberto Eirin
Buenos dias , me assalta la misma duda, estudie medicina em SS y comenzaos en trecer año en 1982 ou 83 y el Dr ERIM FUE NUESTRO PROFESOR DE FARMACILOGIA com amplios conocimiento de la matéria y ya trabajaba como endócrino, asi que creo fue el primero , despues algien me dijo que habia falecido en canada donde recidia hay añas.
Meritorio articulo publicado a un servicio al cual pertenesco desde la decada del 80 y orgulloso de la endocrinologia espirituana que a pesar de pasar por periodos dificiles la hemos mantenido a gran altura tanto dentro como fuera del pais pues muchos de sus integrantes hemos pasado misiones en otros paises, Etiopia, Rwanda, Honduras, Venezuela y en la actualidad en Qatar, gran parte de este logro se lo debemos a la guia del Dr Emilio Bustillo Solano que con su entusiasmo, superacion y alegria ha sabido mantener vivas los sentimientos de llevar a cada pte lo mejor de la sabiduria humana, les exorto a seguir adelante y al pueblo espirituano que esten seguro que tienen un gran servicio a su disposicion, en el plano personal y como miembro del mismo desde Qatar mantengo bien en alto el nombre de la medicina cubana y en especial la endocrinologia espirituana, nunca desfraudare a mi pueblo. Gracias.
estimado periodista, disculpe, yo se que en nuestra tierra hay diabéticos en una elevada y desgraciada cifra, pero nunca llega al 80 % de la población de espirituanos como se menciona en el articulo, que por demás me resulta en extremo positivo, muy merecido para esos médicos consagrados que luchan a diario contra las enfermedades endocrinas, el Profesor Bustillo en la foto, que por su aire juvenil no nos confundamos es un paradigma dentro de estos dedicados colegas, Honor a quien honor merece…..muchas gracias.