El evento preámbulo de la Semana de la Cultura recoge este año cerca de una docena de investigaciones encaminadas a develar capítulos por escribir de la villa
Si bien no puede competir con la edición pasada —esa que en el aniversario 500 de la Ciudad Museo del Caribe reunió más de una veintena de trabajos procedentes de distintos puntos del país—, la edición del 2015 del Coloquio de la Cultura Trinitaria vuelve a convertirse en punto de confluencia donde los estudiosos de la localidad demuestran cuántos episodios del terruño quedan aún por descubrir.
Cerca de una docena de investigaciones conforman el itinerario del evento, que abrió sus puertas este jueves en su habitual sede del Museo Nacional de la Lucha contra Bandidos. Un repaso a los estudios permite aplaudir una variedad temática que va desde las tradicionales huellas de la presencia africana en el territorio hasta tópicos más interesantes como el recuento de la tradición ebanista, la presencia de la inmigración alemana, así como el acercamiento a la vida y obra de Juan Armando Entralgo, figura de la diplomacia cubana nacido en esta tierra, temas prácticamente desconocidos por las noveles generaciones.
Mariolys González Calderón, miembro del jurado, afirmó que uno de los valores del evento radica en no limitarse únicamente a la exposición de resultados científicos, sino a promover el debate entre los intelectuales respecto a puntos neurálgicos para un mejor desempeño de las instituciones culturales, tales como el rediseño del montaje museológico de algunas de ellas, la renovación del discurso expositivo a partir del establecimiento de nuevas salas, entre otros.
Para este viernes está prevista la discusión de trabajos enfocados en el patrimonio musical a partir de los principales exponentes del terruño y una mirada a aspectos referidos a la comunicación organizacional generada al interior de las entidades afines a la salvaguarda y difusión de la cultura.
Al filo del mediodía la cita concluirá con el reconocimiento a los estudios más notables en presencia de Manuel Lagunilla, historiador de la ciudad.
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