Silvio Rodríguez presenta en Buenos Aires un libro sobre su experiencia cantando en los barrios de La Habana
El cantautor cubano Silvio Rodríguez dijo el martes que la cultura “ayuda a levantar el espíritu de los olvidados”, al presentar en Buenos Aires un libro sobre su experiencia cantando en los barrios de La Habana que repetirá el sábado en la capital argentina.
“La cultura ayuda a levantar el espíritu de los que se sienten olvidados, pero que son importantes porque de ahí, de ellos, sale la cultura”, dijo Rodríguez ante una colmada sala del Centro Cultural Kirchner (CCK), una obra monumental en el centro de Buenos Aires inaugurada el viernes pasado por la presidenta Cristina Fernández.
El cantautor cubano estuvo acompañado por la ministra de cultura argentina, Teresa Parodi, y el calor de casi dos mil personas, en lo que fue la primera participación de un emblema latinoamericano en el ex Palacio de Correos.
De barba, vestido con jean, suéter, una gorra azul y munido de una cámara de fotos, Silvio Rodríguez fue el primer artista extranjero en hablar en la flamante Ballena Azul, la sala sinfónica que el pasado 24 de mayo fue escenario de la interpretación del himno nacional argentino por Elena Roger, y que ahora extendió sus brazos al continente con la presencia de Silvio Rodríguez. El trovador estuvo acompañado además por los periodistas Eduardo Aliverti y Mónica Rivero, coautora del libro “Por todo espacio, por este tiempo” que recopila crónicas y fotografías de los dos primeros años de la gira del trovador por barrios cubanos.
En la imponente sala del CCK -un gran auditorio de tres pisos- con fanáticos espectadores en cada rincón, el cubano destacó que “desde su legislación en el Congreso queda claro que esto es un foco de la cultura, para extenderla, y esa idea me parece muy hermosa, muy justa, porque no alcanzan los lugares para hacer cultura, en definitiva quien hace a la cultura es la gente”.
Así, con la presentación del libro, escrito por Mónica Rivero e ilustrado por Alejandro Ramírez Anderson, que “recoge los dos primeros años de trabajo” y reúne “las crónicas que ella fue escribiendo y las fotos que él hizo en los barrios”, tal como sintetizó el trovador, Rodríguez abrió la puerta de entrada a los artistas latinoamericanos en el flamante espacio de más de 100 mil metros cuadrados, aunque ésta vez lo hizo sin su guitarra.
La ministra de Cultura Teresa Parodi no dudó en afirmar que el CCK es latinoamericano como se ve con la presencia de “uno de los hermanos más queridos del continente. Jose Martí decía que ‘un mundo mejor es posible’ y en ese camino vamos, buscando que ese mundo mejor se construya colectivamente para que las voces de nuestro pueblo sean valoradas. Vos hacés eso hace mucho tiempo, Silvio”.
Y si de halagos se trató, Rodríguez se la devolvió: “Teresa, una vieja amiga, entrañable, compañera de muchos años; nos hemos encontrado en muchos lugares, en escenario con luces y sin luces, a veces los sin luces son más importantes que los que las tienen”.
Pero no sólo recordó sus encuentros con Parodi, también su visita el 25 de mayo de 2004 cuando fue invitado por el ex presidente Néstor Kirchner a participar de los festejos en la Plaza de Mayo, “fue muy hermosa aquella jornada. ¡Que cariñoso el presidente Kirchner!”, dijo el trovador cubano como preguntándole al público que respondió con un extendido aplauso.
“Ese día, el Presidente nos invitó a subir a su oficina a los que íbamos a cantar en el acto y estuvo compartiendo con nosotros, tan fraterno, se reía muchísimo. Y a mi me agarraba, es la primera vez que lo voy a decir, y me decía al oído `dile a Fidel que voy para allá’; cada vez que me agarraba me decía lo mismo, `dile a Fidel que voy para allá`; la gente se piensa que yo veo a Fidel cada vez que quiero”, bromeó Rodríguez.
En la ballena azul del flamante CCK, donde también dieron el presente músicos como Peteco Carabajal y Víctor Heredia, así como el poeta Jorge Boccanera, quien leyó tres textos breves, el músico cubano fue consultado por la situación actual de la canción popular en su país. “La canción se ha seguido desarrollando en Cuba pero si te fijas lo que pone la televisión estamos en las antípodas, es horroroso lo que ponen como expresión“.
Aplaudido de pie por el público, el trovador cubano se despidió no sin antes regalarle una sonrisa al público y dijo “gracias” con sus manos. Apenas se levantó de su silla, fue asediado por la multitud, una enorme cantidad de flashes y micrófonos de televisión, pero él ni una palabra, ya tendrá mucho que cantar el próximo sábado en Villa Lugano.
En el marco de su visita a Argentina, el músico cubano dará dos conciertos en el estadio cubierto Luna Park en el centro de la capital argentina, pero además ofrecerá el sábado un recital gratuito y al aire libre en Villa Lugano, un barrio obrero y humilde al sur de ciudad.
“Este fue el proyecto con el que empezamos. Dónde uno empieza a hacer música que no sea en casa, en los zaguanes, en las calles”, dijo sobre esta experiencia iniciada en 2010 por la que lleva su música a los barrios menos acomodados.
Un documental retrata esa experiencia que acumula 66 conciertos en casi cinco años, que a su vez fue recogida en el libro “Por todo espacio, por este tiempo”, presentado este martes en Buenos Aires ante unas 1.900 personas.
El libro reúne fotos de Alejandro Ramírez y textos de Mónica Rivero Cabrera, nacida en 1989 cuando Silvio Rodíguez y la Nueva Trova Cubana ya eran éxito en Argentina.
“La gira es perpetua. Intentamos aprehender una parte de ella, de lo que ocurre cuando Silvio llega a cada lugar. Hemos sido testigos privilegiados. No es un ensayo sociológico ni científico, pretende ser un acercamiento, una ventana”, explicó la joven autora, periodista del portal digital Cubadebate, donde han sido publicados todos los artículos que recoge este texto.
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