Arribar a la cifra planificada de producción de carne de cerdo permite al territorio ampliar la venta liberada a 16 pesos la libra
Los espirituanos esperan con beneplácito este período del año en que se abre más la venta liberada de carne de cerdo a 16 pesos la libra —la opción menos cara—, sin reparar que tal presencia porcina está antecedida por el aporte a la economía de la producción planificada para el 2015 y lograda a partir de una sobredosis de trabajo y atención a las crías.
Sin saborear aún el asado del día 31, diciembre se engrasa por adelantado porque situar a Sancti Spíritus en la casilla de las provincias cumplidoras de un surtido balanceado nacionalmente y priorizado a raíz de su rol en la sustitución de importaciones y como materia prima para elaborar otras producciones y ofertas cárnicas constituye un hecho destacable, más allá de su obtención por sexto año consecutivo.
Baste decir que cuatro de las seis granjas estatales donde se garantizan, sobre todo, los pie de cría para la ceba, fueron dañadas en los primeros meses del año por el cólera porcino, enfermedad que obligó a sacrificar unos 5 300 animales de todas las categorías y dejó una afectación en el orden de las 1 100 toneladas de carne, detalló a Escambray José Antonio Piña López, director general de la Empresa Porcina espirituana.
Revertir el golpe del cólera y transformar aquel adverso escenario tuvo en la respuesta laboral de los trabajadores del sector el sostén principal; “aquí hubo gente que en cuatro meses no cogió un día de descanso”, sentencia Antonio Martínez Castañeda, director adjunto de la entidad.
El completamiento este viernes de las 13 200 toneladas de carne de cerdo inscritas en el plan técnico-económico anual y disponer de un potencial para sumar en lo que resta de mes otras 600 toneladas hablan de un resultado que honra el desempeño de todos los colectivos de la rama y donde tienen un peso significativo las Cooperativas de Créditos y Servicios y demás bases productivas del sistema agrícola, porque asumen de conjunto el 87 por ciento de ese aporte cárnico del territorio.
“Tal nivel productivo no tiene nada que ver con la necesidad del pueblo ni con los altos precios a que se vende la carne”, define con apego a la objetividad el director general de la empresa Porcina; mas, ese desequilibrio entre la producción y la demanda no opaca los positivos indicadores de eficiencia y de peso promedio de los animales alcanzados por la entidad, la estabilidad en el suministro del alimento durante la etapa y, mucho menos, la proyección productiva que planifica crecer en 1 300 toneladas para el 2016.
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