Tras la captura del pez león

Este domingo se realizará en playa La Boca, en Trinidad, un torneo de pesca deportiva para disminuir los índices de la especie invasora en el territorio. Desde el sábado conferencias y saneamiento costero

Conquistar mares ajenos sin consulta previa, engullir con voracidad peces, moluscos y crustáceos de la zona, así como arrasar con la belleza del mundo marino, constituyen algunos de los crímenes cometidos por el pez león. Ante la ausencia de depredadores potenciales como la cherna u otros que actúan como sus controladores biológicos, la especie exótica invasora ha convertido la costa trinitaria en un confortable hábitat.

El ejercicio de monitoreo por parte de los especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en el municipio ha mantenido a raya los estragos, en la medida de lo posible. Mas, ante la persistencia del intruso pez, los expertos citan ahora a los moradores del poblado e interesados en general a efectuar una especie de cruzada contra el depredador; tarea cuyo plato fuerte tendrá lugar el domingo a partir de las 9:00 a.m., cuando los participantes naveguen mar adentro en el primer torneo de pesca deportiva del territorio, con premios para quienes capturen mayor cantidad y el ejemplar de mejor talla.

Previo a la acción, este sábado los miembros del círculo de interés El pez león: especie exótica invasora en las costas espirituanas, procedentes de la escuela primaria Julio Antonio Mella, de la cabecera provincial, disertarán acerca de las amenazas para el equilibrio de los ecosistemas a partir de la presencia del animal. Según precisiones de Yessica Portal Ríos, especialista del Centro de Servicios Ambientales en Sancti Spíritus: “Luego se convocará a una limpieza de desechos sólidos y flora agresiva en la playa, en virtud del carácter socioambiental del proyecto internacional Mejorando la prevención y control de ecosistemas vulnerables de Cuba, impulsor de esta iniciativa”.

Por su parte, Dalgis Dueñas Boggiano, representante del Citma en Trinidad, resaltó que la especie provoca serias afectaciones a las actividades económicas basadas en el turismo y la pesca, amén del peligro que representa para la biodiversidad marina. “Anteriormente las densidades poblacionales del pez león estaban más elevadas. Hoy han disminuido, pero tampoco podemos bajar la guardia”, dijo.

De haber sabido que Trinidad no se dejaría arrebatar tan fácil los tesoros que resguarda en las profundidades, el pez león lo hubiese pensado mejor antes de anclar en aguas sureñas. Ahora, tal vez, sean pocos los afortunados en sobrevivir a un enfrentamiento en pos de la estabilidad y salud medioambiental de la villa.