La noticia no podía ser más decepcionante a la vez que intensa fuente de preocupación y de zozobra: el triunfo amplísimo de la oligarquía venezolana en los tranquilos comicios dominicales era una posibilidad cierta que, lamentablemente, se cumplió para devenir amenaza inmediata a la Revolución bolivariana, al proceso de integración latinoamericano y a la estabilidad regional.
Mensaje de Raúl a Maduro: Estaremos siempre junto a ustedes
Maduro: En Venezuela ha triunfado la Constitución y la democracia
Contra Venezuela y su liderazgo chavista conducido por el Presidente Nicolás Maduro se utilizó todo el arsenal que terminó un día en Chile con el gobierno democrático de Salvador Allende, mediante golpe militar, instaurando en su lugar a una junta militar fascista encabezada por el espadón Augusto Pinochet; solo que aquí ha sido puesta en práctica la estrategia del golpe suave y, si no ha habido un cuartelazo, ha sido porque las Fuerzas Armadas del país morocho responden esencialmente al Gobierno.
Golpe suave si por suavidad puede entenderse la presión redoblada contra el estado de derecho, el golpe militar de abril del 2002, el paro petrolero de diciembre ese año, los paros bancario y educacional del 2003, la campaña atroz de desinformación y denigración de los medios sobre la actividad ejecutiva y de las autoridades oficialistas regionales, la destructiva guerra económica, el sabotaje continuo del sistema eléctrico, los crímenes del paramilitarismo, las guarimbas y un largo etcétera.
Y ello con el apoyo masivo de la reacción internacional, entre la cual el bloque uribista de Colombia, la oposición venezolana radicada en Miami, amplios sectores del stablishment estadounidense, la ultraderecha española representada por el Partido Popular y un grupo de exponentes de las oligarquías latinoamericanas con varios expresidentes al frente, todo sustentado en un barraje abrumador de medios de comunicación para hacerles eco a sus mentiras, calumnias y chantajes.
Como expresó el Presidente Nicolás Maduro en su mensaje a la nación, triunfó esta vez la guerra económica y mediática… Maduro llamó a la vez a la convivencia entre las distintas fuerzas políticas y a acelerar una profunda transformación económico-productiva. El mandatario consideró este revés del Gran Polo Patriótico como acicate y compromiso para la revisión de los liderazgos y el contacto con las bases a todos los niveles, en todas las responsabilidades.
Pero es un hecho —sensiblemente doloroso— que, aunque el poder ejecutivo guarda constitucionalmente una porción no despreciable de facultades, la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática —MUD— que hasta ahora solo contaba con menos de cinco decenas de diputados en la Asamblea Nacional, salta a 99, por solo 46 el oficialismo, lo que le ofrece amplias posibilidades para dificultar en grado sumo la tarea de gobierno e imponer sus políticas, y hasta para dar al traste con el sistema establecido.
Este vuelco político implica que, una vez que tomen posesión los nuevos asambleístas, la derecha quedará presidida por uno de los suyos en lugar del actual Diosdado Cabello, e influirá directamente sobre el monto y distribución del presupuesto nacional, designará los representantes ante organismos regionales como el Parlatino y el Parlacen y podrá imponer leyes que favorezcan sus designios.
Este triunfo derechista abre un mar de interrogantes, porque ya la gente empieza a preguntarse si cesará la actual guerra económica o la mantendrán para respaldar su arremetida final contra el Gobierno, solo que ahora la oposición cargará también con la parte que le toca de la culpa.
De otro lado, ya el pueblo empieza a preguntarse qué será de la educación y la salud gratuitas implantadas por la Quinta República bajo el liderazgo del inolvidable Comandante Hugo Chávez, porque si las suprimen tendrán que pagar un oneroso costo político. ¿Y la cultura?, ¿y los alimentos para los pobres?, ¿y las misiones sociales?
Cabe preguntarse también: ¿qué será de las obligaciones internacionales de Venezuela, que solo con China tiene un débito correspondiente a un empréstito por 20 000 millones de dólares, y mantiene negocios con Rusia por más de 10 000 millones, sobre todo en inversiones de la industria petrolera, además de sofisticado equipamiento para las fuerzas militares?
¿Soportaría el pueblo de Bolívar que quienes lo llevaron al límite con sus presiones, sabotajes, carencias y promesas de cambio le entreguen nuevamente el petróleo a los monopolios estadounidenses? Será el tiempo el que dirá la última palabra a partir del 5 de enero próximo cuando asuman los nuevos diputados por un período de cinco años.
Seguimos con los teques erroneos , en Venezuela no gano la oligarquia o es que hay tantos millones de oligarcas lo que debemos ser mas reales y sacar experiencias , para nosotros, de los errores cometidos y no seguir cometiendolos ciegamente
Totalmente de acuerdo con el autor del escrito. No podemos echarle toda la culpa a la oposicion, seria ilusorio y engañador, creer que nuestros problemas son siempre producto u originados del otro lado.
Nadie de los que conosco en i ambiente de trabajo, se puede explicar como eses pueblo que habai obtenido victorias aplastantes en mas de 16 elecciones de todo tipo, casi pierden al elegir a Maduro presidente, Sera que somos seguidores de hombre y no de proyectos? lo mismo sucede en este caso, misma historia… Mucha guerra economica, mucha propaganda adversa, sabotajes, atentados, eso me recuerda la historia de mi Cuba despues del 59 hasta la fecha de hoy. Y Argentina?
Parece que la derecha esta aprendiendo a usar lo que tiene a mano, y nosotros , los progresistas, izquierdistas, populistas o cualquier epiteto que le quieran agregar, no somos muy buenos, ya a la hora de aglutinar y concientizar a las masas a nuestro alrededor….
No hay millones de oligarcas, pero sí la mayoría de los medios de difusión están en manos de la oposición, y se sabe la fuerza que esto tiene en la política, además, se sabe de todas las maniobras que realizan los poderosos económicamente para crear una situación de escasez, inflación, etc. lo que da una imagen falsa de la situaciín del país, creo que antes de emitir algún criterio, señor enrique martín, debe documentarse mejor.
pastor guzman deje los fantasmas aun lado la eleccion de ayer la decidio el pueblo venezolano no la derecha,.venezuela se canso y punto.
Por que seguir buscando culpables externo a una situacion que hace mucho se veia venir.Las propias cifras que UD brinda nos muestra el endeudamiento extremo a que ha llegado el pais, a la que hay que agregar la inseguridad publica ,el desabastecimiento,la corrupcion, los escandalos en la propia familia del presidente..Son muchos las causas que han llevado al pueblo alejarse del partido gobernante..El peor dano a la izquierda chavista no se lo ha hecho ninguna tenebrosa fuerza externa,ha sido el propio presidente Maduro.Quizas el gobernante tenga las mejores intenciones pero a todas luces su administracion ha sido un fracaso y 2/3 del pueblo venezolano lo ha visto asi y le ha pasado la cuenta en las urnas
Nicolas Maduro, enves de enrocarse y persistir con un modelo economico centralista que ha sido una ruina para el pais, deberia reflexionar y buscar formulas que traigan ilusion y esperanza a los venezolanos. El enorme caudal politico que le dejo Hugo Chavez, lo evaporo en tan solo 2 años. Chavez era Chavez: carisma, verbo encendido, locuacidad, simpatia, liderazgo y conexion con las masas. Era un lider nato. Maduro no.tiene politicas, ni academicas, ni militares.
Nicolas Maduro creia que podia imitar a Hugo Chavez, pero nada, con poca educacion, poco carisma y el rechazo de una mayoria que se expreso en las urnas, cuando menos deberia cambiar el rumbo de sus politicas fracazadas y buscar consensos, alianzas. El pueblo hablo y lo demas es pura especulacion. Que aprenda de los errores y busque un nuevo norte. Nicolas ha convertido al chavisno en ceniza pura.
Parece mentira, José Rodríguez, que se haga usted eco de las mentiras y sandeces de la feroz campaña informativa desatada por la derecha internacional sobre los chavistas y Maduro en particular. O quizá resulte natural que usted diga eso porque piensa como otro oligarca ultraderechista, aunque carezca de recursos económicos. El invento de los familiares delincuentes no ha podido ser probado. Utiliza usted los argmentos de quienes, cuando Chávez estaba vivo le tiraban con todos los hierrros, y cuando murió, conscientes de su arraigo en el pueblo, voluble, por cierto y hasta ingrato, cambiaron su discurso para demonizar a su sucesor, Nicoplás Maduro. Recuerde que en los últimos tiempos de Chávez, ya su porcentaje de popularidad y votos no era el mismo. Entonces cuál es el motivo principal. La situación económica, y ello es resultado de los bajos precios del petróleo, provocados de una parte por la crisis económica internacional y por el dumping generado por Washington al inundar el mercado con petroleo y gas de esquisto. Así están sufriendo Rusia, Irán y Venezuela, tres enemigos estratégicos del Imperio. Y la guerra económica, ¿dónde me la deja?, señor Rodríguez, vamos, dejemos de lado subjetividades y cuentos de camino. Y ese pueblo que usted dice, más temprano que tarde se dará cuenta de la enorme metedura de pata que ha cometido. Ojalá entonces no sea ya demasiado tarde.
La mayoría votó democraticamente. Felicitè al pueblo Venezolano y no le falte el respeto , ya que los Venezolanos tomaron esa desición.