Supera Uruguay la fabricación prevista para este período de la campaña azucarera. El Melanio Hernández inicia sus operaciones en la semana entrante
El central Uruguay pasó con días de adelanto la primera meta volante de la cosecha, conocida como zafra chica, al superar en 2 000 toneladas de azúcar el plan previsto para ese período ascendente a 6 049, resultado que amortigua en parte la inestabilidad de maduración que manifiesta la caña.
Vladimir Gómez, director del central de Jatibonico, declaró que la industria muestra buen comportamiento en la primera parte de la campaña —empezó el 17 de diciembre—, con destaque para el bajo índice de tiempo perdido, así como el aprovechamiento de la capacidad de molida, que antes de concluir el año superaba el 80 por ciento planificado.
Después que se reanudó en este ingenio el inicio de sus operaciones en diciembre, es la tercera ocasión consecutiva que cumple la llamada zafra chica, a lo cual ayudó en buena medida el abasto cañero garantizado por las fuerzas agrícolas y del transporte y, en particular, que cerca del 50 por ciento de la materia prima llegó al basculador por vía directa, lo que trae consigo mayor frescura de la caña y, por ende, se favorece la operación fabril.
Sancti Spíritus arranca con buen paso la campaña 2015-2016, un aliciente para la incorporación, a partir de la semana entrante, del Melanio Hernández, central que probó antes de concluir el año todo el andamiaje industrial y también pasó igual examen al dispositivo de la cosecha.
Radamés Rodríguez, director del ingenio de Tuinucú, informó que se planifican 98 días de zafra y moler al 73 por ciento de la capacidad, empeño favorecido, entre otros trabajos realizados, por las mejoras introducidas en el centro de limpieza Batey, a donde llega la caña del corte manual, responsabilizado con cerca del 20 por ciento del derribo diario.
“Fue como hacer un centro de limpieza dentro de otro”, subrayó Radamés y reconoció el trabajo acometido en función de la capacitación de todo el personal que opera en la fábrica; también se distingue en el Melanio Hernández que empezará la zafra con una disponibilidad de capital humano diferente: “Tenemos cerca de 170 obreros listos para incorporarse al central si hiciera falta; hasta hace poco ocurría lo contrario, había que salir a buscar trabajadores”.
La cosecha en Tuinucú aumenta el balance de caña de un año a otro, aunque físicamente los niveles de azúcar serán inferiores con respecto a la pasada, porque por intereses del país se destinarán parte de los jugos para la fabricación de alcoholes en la destilería aledaña.
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