Venezuela rechazó terminantemente, por injerencistas, las declaraciones del funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos Mark C. Toner, sobre este país suramericano.
Ese vocero dijo este martes que su Gobierno «ve con preocupación los informes de recientes decisiones del CNE (Consejo Nacional Electoral) venezolano y la Contraloría general de impedir a ciertos miembros de la oposición política que compitan por un cargo público o lo mantengan».
Llamó, además, a las autoridades venezolanas a «reconsiderar el veto impuesto a los candidatos», y a garantizar «una observación electoral creíble y oportuna».
En el comunicado divulgado por la Cancillería venezolana, se afirma que con sus expresiones Toner se inmiscuye en asuntos constitucionales internos relativos a la elección popular para cargos públicos.
La República Bolivariana de Venezuela insiste que los actos de los poderes públicos venezolanos se rigen, de manera irrestricta y sin excepción alguna, por la Constitución venezolana y sus leyes, apunta. Plantea que tan delicadas funciones públicas no pueden responder a mandato, directriz o instrucciones foráneas, lo cual vulneraría los principios de soberanía, integridad y autodeterminación de los Estados.
Reitera, asimismo, que la construcción de relaciones amistosas y transparentes entre ambos países requiere, como condición indispensable, abandonar las prácticas injerencistas y propender al mantenimiento de un clima apegado al Derecho Internacional y sus principios.
En tal sentido, ratifica la disposición a seguir cultivando conversaciones dirigidas a la regularización de las relaciones diplomáticas bilaterales, en el marco de la normativa internacional que rige las buenas relaciones entre los Estados.
Vamos a ver si Venezuela deja observar en las elecciones a inspectores internacionales.
En paises democraticos todos tienen los mismos derechos de presentarse a elecciones.