La etapa de reparaciones e inversiones marcha con adelanto en los centrales Melanio Hernández y Uruguay
Tras cumplirse en tiempo la etapa de limpieza, desarme y conservación, favorecida por la temprana terminación de la cosecha, el programa de reparaciones e inversiones en los dos centrales espirituanos transita por buen camino con trabajos dirigidos a mejorar la operación industrial, las áreas energéticas y de abasto cañero.
Jorge Luis Hernández Fernández, director de plantas industriales en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, detalló a Escambray que en el Uruguay las inversiones principales se localizan en la rehabilitación de un tanque de miel que posibilitará incrementar la capacidad de almacenaje de dicho producto en un 30 por ciento, y el montaje de un virador de camiones que permitirá el tiro directo al basculador de más de la mitad de la caña prevista a moler en la venidera zafra.
En Tuinucú la inversión de mayor envergadura persigue mejorar la capacidad de almacenamiento de azúcar y situarla también en el rango del 30 por ciento, agrega Jorge Luis.
Si bien esta vez el período de reparaciones en los dos ingenios no se distingue por la magnitud de las inversiones, en el cronograma se prevé revisar al pie de la letra el proceso fabril, con prioridad para el área energética.
Precisó el directivo que en el central de Jatibonico se labora en la reparación capital de tres de las cuatro calderas y en la industria de Tuinucú está previsto rehacer la obra refractaria de una caldera que presentó problemas en la última contienda.
“Las reparaciones están enmarcadas de acuerdo con la disponibilidad de los recursos, actualmente marchan bien y debemos llegar a septiembre con un mes de adelanto en la ejecución física de las labores”, comentó.
Como parte de las acciones a desplegar en esta etapa, una especie de zafra de los hierros, se da continuidad al proceso de mejoramiento e higienización de ambas fábricas, expresó Jorge Luis.
Según la fuente, entre las acciones en este sentido se incluyen baños sanitarios, duchas, taquillas, mejoría de las condiciones de los puestos de trabajo y la continuación del techado, que en el caso del Melanio Hernández debe quedar con cerca del 60 por ciento recuperado y, en Uruguay, con alrededor del 20 por ciento.
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