El equipo de Sancti Spíritus concluye este primer tercio de la 56 SNB con un balance de cinco triunfos, 10 reveses, cuatro subseries perdidas y una barrida holguinera
A la Serie Nacional 56 se le acabó el primer tercio. Así entre el “anonimato” impuesto por los Juegos Olímpicos y la premura que supone este sistema de clasificación se esfumaron los primeros 15 partidos.
Para Sancti Spíritus no ha podido ser peor el inicio: cinco triunfos, 10 reveses, cuatro subseries perdidas y una barrida holguinera para sellar el último cotejo.
“No se han podido conjugar los tres aspectos: ofensiva, pitcheo y defensa. A veces los lanzadores están bien y se cometen algunas imprecisiones, o no se batea como es debido. A nadie le gusta empezar mal, el año pasado comenzamos bien y terminamos mal, el beisbol es impredecible”.
Lo que dice el mánager Mario Zulueta, lo confirman algunas estadísticas. El promedio ofensivo de 283 se aviene con las características de una alineación donde cinco de los regulares estables superan los 300 y otros dos se le acercan, entre ellos Frederich Cepeda, que ha vuelto por sus fueros (365); Eriel Sánchez, que se burla de los años (348) y Dunieski Barroso (368). Ellos ocupan el núcleo del bateo con un eficiente Daviel Gómez de hombre proa, con 313.
Pero hablemos de temas recurrentes: la poca eficiencia. Con 138 hits apenas han podido anotar 51 carreras, y lo otro, de 176 hombres en posición anotadora, se han dejado de impulsar 141.
Si esa ecuación no se resuelve en los próximos partidos, será muy difícil para los Gallos voltear ¡y rápido! su ubicación en la tabla de posiciones. Sobre todo porque al equipo le ha ido pésimo a la defensa, con 963, lo peor entre todos los participantes, y porque su pitcheo no ha respondido (4.56 PCL), el duodécimo de la campaña.
Los abridores espirituanos no logran sostener los partidos. Lo dice el 5.18 PCL, el cuarto peor promedio de la lid. Su líder del staff, Yuen Socarrás, al menos en estos inicios, ha sido el reverso de la moneda de lo que fue el pasado año, cuando llegó hasta el equipo Cuba que enfrentó a los norteamericanos en este verano: 8.50 PCL y balance de una victoria y tres derrotas.
Pero el mal va más allá de Yuen porque de todos los lanzadores espirituanos, solo Yamichel Pérez, con balance de 3-1 y 3.04 PCL, ha podido hacer justicia en sus presentaciones, excepto ante Holguín esta semana cuando, sorpresivamente, Sancti Spíritus utilizó una sinfonía de zurdos ante el segundo equipo que más les batea a pitchers de esa mano.
¿La resultante? Los Gallos ocupan los puestos del 13 al 15 junto a Artemisa e Isla de la Juventud, y para todos el inicio del segundo tercio es un toque de campana.
No es que haya que tirar las armas porque tiempo queda aún y, al menos en estos inicios, la paridad es tal que aun con ese saldo adverso, los espirituanos se encuentran a solo dos partidos del ocupante del octavo puesto.
Pero tendrán que concatenarse mejor todos los factores ahora que no cuentan con los servicios de su toletero Luis Dariel Serrano, quien fue ingresado esta semana en el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos por presuntos problemas neurológicos.
Habrá que repensar los roles de pitcheo, si siguen sin responder los abridores y, obligatoriamente, la defensa debe cerrar filas para poder ganar.
Este fin de semana los Gallos tendrán una breve estancia fuera de casa por tierras de Pinar del Río, otro de los que han comenzado muy mal en estos inicios, y luego volverá a casa ante Cienfuegos.
“El equipo se ha mantenido entrenando, muestra disposición y creemos que podemos revertir este comienzo, a no ser dos o tres equipos que están delante, la mayoría está en zona. Al final la preocupación es normal porque no se está ganando, pero vamos a seguir luchando y aspiramos a clasificar, aún quedan 30 juegos”, sentencia el mánager espirituano.
Alguien que me diga el estado de salud de Serrano
Felicidades por el 26 de julio a mi bella ciudad del espiritu santo y mucha fe en los gallos, a todos los spirituanos salud y bendiciones.