Al cierre de julio los trabajos en los centrales Uruguay y Melanio Hernández muestran un favorable comportamiento
Importantes trabajos de reparación y mantenimiento se acometen en los centrales Uruguay y Melanio Hernández con vistas a preparar las dos fábricas de azúcar para la siguiente zafra, cuya arrancada está enmarcada en la provincia para diciembre.
Jorge García Nápoles, especialista principal del área industrial en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, señaló que tras cumplirse las premisas esenciales de limpieza y desarme, la etapa de reparaciones abrió su calendario en julio, y se consiguió terminar el mes con ligeros adelantos en los cronogramas de ambos centrales.
Agosto —acotó— define un período determinante porque existen condiciones organizativas y de aseguramiento de recursos que brindan posibilidades para mantener el avance; en el caso de Uruguay planifica llegar a septiembre con la mitad del cronograma de reparaciones ejecutado, mientras el Melanio Hernández persigue terminar este mes al 35 por ciento.
Refiere el especialista que las reparaciones buscan solucionar las roturas e interrupciones ocurridas en la última cosecha y a esa estrategia responde la colocación de un nuevo motor para los molinos cuatro y cinco, considerado el punto más débil del tándem en el central de Tuinucú.
En la propia industria se planifica el montaje de preevaporadores en casa de calderas, lo que permitirá realizar la limpieza química del área sin parar el ingenio y se evitará tiempo perdido.
Reemplazar la caldera tres que garantiza vapor a la Destilería y remotorizar un cargador Volvo destinado a estabilizar la entrega de bagazo en el área energética aparecen también entre las acciones de mayor alcance en el central de Taguasco.
En el Uruguay, añade García Nápoles, se ejecutan varios trabajos en el área de calderas, un punto crítico en la pasada contienda; en esas labores sobresalen cambiar tres sobrecalentadotes, obras refractarias y mejorar los lazos del sistema de control.
Particular importancia reviste en el Uruguay el montaje de tres centrífugas nuevas para bajar la pureza de la miel final y recobrar más azúcar por vía de la eficiencia. “Esta inversión fortalecerá el ingenio porque acortará las pérdidas de azúcar”, precisa la fuente.
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