Cuba concluyó en el lugar 18 del medallero, en lo constituye una actuación memorable por lo pequeño de su delegación y por el contexto propio de los Juegos Paralímpicos Río 2016
Medallas pronosticadas y otras no tanto y desempeños personales muy destacados, distinguieron el accionar de los cubanos en esta cita.
René Jiménez, jefe del departamento de deporte para discapacitados del INDER Nacional valoró como muy positiva la actuación de toda la comitiva.
“De los muchachos y de los cubanos se puede esperar cualquier cosa, casi todo lo acontecido estaba en nuestros pronósticos, aunque hay cosas que no esperábamos como el oro de Ernesto Blanco que para ser sincero alcanzó una medalla que no estaba en los pronósticos ni del equipo técnico ni en el mío”.
“Ello muestra de que se preparó muy bien como todos los deportistas presentes aquí, en particular el atletismo. La etapa de preparación que logró el organismo para que ellos estuvieran en México con su entrenadora Miriam Ferrer, fue decisiva en este resultado que vimos en Blanco y en el resto de los muchachos, como Omara, que aunque esperado, con la frecuencia con que ha roto récords mundiales y paralímpicos, es algo extraordinario”
El directivo se mostró feliz por el resultado que ubicó a Cuba entre los veinte primeros países en una competencia muy fuerte.
“Nos satisface y pensamos que nuestra felicidad la comparta el pueblo de Cuba, que estuvo siempre presente en los atletas.
El directivo deportivo destacó la calidad de la preparación previa y comentó la manera en que influyó en lo emotivo la lesión de Yunidis Castillo que le provocó la salida de la competencia.
“Por sus potencialidades y porque estaba en plena forma, de seguro habría logrado medallas y nuestra delegación hubiera podido superar los resultados de la pasada edición de Londres cuando alcanzamos nueve títulos.
“Pero los muchachos se crecieron, empezando por Omara. Pienso en lo personal que fue un incentivo para muchos porque Yunidis es una de las tantas líderes no solo del movimiento paralímpico, si no del deporte a nivel mundial, eso se advierte en la prensa, en la gente del pueblo cuando te pregunta por ella.
Con saldo de ocho títulos, una medalla de plata y seis de bronce, Cuba cumplió sus pronósticos, o quizás los sobrepasó, un criterio que comparte René Jiménez.
“Ocho medallas de oro dicen mucho de una delegación de 22 atletas y el guía de Omara. Uno de los objetivos fundamentales ha sido la eficiencia y esa se ha logrado, además, aunque las medallas de la dignidad todos la tienen, muy pocos atletas en pruebas no lograron estar en las finales y la mayoría superó sus marcas”.
El directivo resaltó actuaciones individuales como los pesistas Leydi Rodríguez y Oníger Drake, símbolos de la valentía que distingue al atleta paralímpico cubano.
“Todo cuanto se logró habla de un trabajo muy fuerte del colectivo técnico, encabezado por el de atletismo, con la aplicación de la ciencia y la técnica, la experiencia y sobre todo de la atención, del amor, la dedicación, más que de entrenadores, de madres, padres y de la Revolución toda”.
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