La Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este 18 de noviembre por amplia mayoría dos proyectos de resoluciones presentados por Cuba, que abogan por el derecho a la paz y rechazan el uso de mercenarios
El texto de la Declaración sobre el Derecho a la Paz recibió el respaldo de 116 países, el rechazo de 34 y la abstención de 19, tras una votación solicitada por Estados Unidos, pese al llamado de Cuba a adoptarlo por consenso, considerando la importancia del tema para la humanidad.
Como suele ocurrir aquí, dada la marcada diferencia de posturas entre el Sur en desarrollo y el Norte rico, el documento fue apoyado por las naciones de África, América Latina y el Caribe y Asia, y encontró la oposición de Australia, Canadá, Estados Unidos, Israel, Japón, Nueva Zelanda, Surcorea e integrantes de la Unión Europea.
La iniciativa establece que todas las personas deberían disfrutar del derecho a la paz, en aras de que se garanticen los derechos humanos y el desarrollo, sin exclusiones.
Asimismo, llama a los Estados a respetar, implementar y promover la igualdad, la justicia y la no discriminación; y defiende la tolerancia, el diálogo, la cooperación y la solidaridad.
Varios países co-patrocinaron el texto presentado por Cuba, entre ellos Belarús, Bolivia, China, Colombia, Egipto, Ghana, Indonesia, Nicaragua, Siria, Sudáfrica, Venezuela y Vietnam.
Este proyecto de la isla ya fue adoptado en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra en julio, cuando por primera vez se convocó a la comunidad internacional a declarar la existencia del derecho a la paz, en un planeta azotado por guerras, conflictos y crisis, que generan sufrimiento a decenas de millones de seres humanos.
La delegación cubana defendió antes de la votación el derecho de todos los habitantes del planeta a vivir sin el impacto del flagelo de la guerra.
En la sesión matutina de la Tercera Comisión de la Asamblea, que se encarga de las cuestiones sociales, humanitarias y culturales, también obtuvo un claro respaldo el documento sobre el Uso de mercenarios como una violación de los derechos humanos e impedimento para el ejercicio por los pueblos del derecho a la autodeterminación.
Este proyecto de resolución introducido por Cuba, con el co-patrocinio de Angola, Belarús, Bolivia, China, Chile, Ecuador, India, Nicaragua, Nigeria, Siria, Uruguay, Venezuela y otros Estados, obtuvo 117 votos a favor, 51 en contra y 5 abstenciones.
La iniciativa refleja preocupación por el reclutamiento, la financiación y el entrenamiento de mercenarios, por tratarse de actos violatorios de la Carta de la ONU.
Además, advierte que los conflictos, el terrorismo, el tráfico de armas y las operaciones encubiertas estimulan la utilización de esos combatientes a sueldo.
Cuba presenta cada año una iniciativa similar en la Tercera Comisión.
Ambos proyectos se someterán el mes próximo a la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas, en el contexto de su 71 Período de Sesiones.
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