Dos reconocidas especialistas en la rama jurídica aseguran, con las estadísticas en la mano, que las denuncias por hechos de violencia no están aumentando.
Voces contra la violencia (+video)
¿Viaja o no en espiral la violencia social en Sancti Spíritus?, ¿la percepción pública sobre este fenómeno coincide con la realidad?, ¿el escenario aparece deformado por peligrosos silencios? Recientemente Escambray abordó el asunto en un reportaje que motivó múltiples opiniones, la mayoría de ellas a favor de imponer mano dura a la hora de hacer justicia y de fomentar la cultura del diálogo en la sociedad.
El semanario regresa al tema con las respuestas de especialistas de amplia experiencia en el sistema judicial: María Esmeralda Pérez, jefa del Departamento de Procesos Penales en la Fiscalía Provincial y Elena Margarita Cabrera, presidenta del Tribunal Provincial Popular, quienes por momentos coinciden y por momentos disienten de los criterios populares.
Muchos espirituanos se preocupan hoy por el incremento de los hechos violentos en el territorio, ¿cómo aprecian los órganos de justicia esta realidad?
María Esmeralda Pérez (MEP): Aquí la violencia no es generalizada, no existe una alta criminalidad porque aplicamos las leyes con rigor, muchas personas van transitando por las calles y no son agredidas como en otros países, aunque a determinadas horas hay que tomar medidas. Lo que sí existen son conductas violentas y es en eso en lo que tenemos que trabajar como sociedad: educar a los niños sobre la no ingestión temprana de bebidas alcohólicas, buscar espacios donde los jóvenes puedan disfrutar sin tomar porque esa es una de las cuestiones que más exacerba los ánimos. Las conductas violentas deben ser tratadas desde la base, a través del Médico de la Familia y las organizaciones comunitarias. Algunas familias no trabajan sobre sus descendientes, muchachos que no estudian, que toman hasta altas horas; esa es una responsabilidad de los padres.
Elena Margarita Cabrera (EMC): Nosotros hacemos el análisis mensual de la tendencia de esos hechos y cuando vemos los que llegan a los tribunales existe una disminución. Quizás se tiene la percepción de la violencia callejera, la que no es denunciada o la que no propiamente llega a ser un delito. Con el cierre de octubre radicamos menos hechos de lesiones graves y de lesiones leves que el año pasado, menos homicidios y menos asesinatos.
Pero buena parte de la opinión pública piensa diferente y los fines de semana casi siempre apuñalan a alguien.
MEP: Según nuestras estadísticas no existe un aumento, estos casos representan menos del 5 por ciento del delito en general. Sin embargo, hay una violencia silenciosa, la psicológica, que es la antesala de la física, quizás esa sí ha ido in crescendo, pero no todos los días se radican hechos contra la vida en la provincia. Incluso los delitos de amenaza han disminuido, tal vez sea porque las personas no van a denunciar. No estoy diciendo que no haya conductas violentas, sí las hay y es necesario ir trabajando desde el punto de vista preventivo en limitarlas y contribuir a que no proliferen.
EMC: En los últimos años la tendencia se ha mantenido, quizás parece que se incrementan porque hemos tenido hechos muy fuertes por la forma de ejecución, por la manera de reaccionar la juventud ante cualquier problema. Los hechos ocurridos recientemente se encuentran en fase investigativa y no han llegado al Tribunal.
¿Qué distingue a estos hechos recientes?, ¿cuáles son las conductas violentas que más predominan?
EMC: Conflictos personales y pasionales, son los fundamentales. También surgen problemas por préstamos de dinero. El móvil más común es una discusión baladí, por cualquier cosa.
¿Hay alguna caracterización específica de los victimarios?
EMC: No hay un patrón predeterminado, algunos son inadaptados sociales, pero otros son muy buenos, aunque llega el momento en que los llevan al límite y reaccionan con una agresividad inimaginable.
En la literatura se definen desde factores biológicos, familiares y psicológicos hasta motivos económico-sociales, ¿qué causas pesan más hoy?
EMC: Todo eso. La ingestión de bebidas alcohólicas es una de las causas. Los delitos de amenaza que son los de mayor radicación dentro de las figuras de violencia, son en la comunidad por problemas de comunicación. Este fenómeno tiene que ver más con formación de valores que con la crisis económica. Aquí falta trabajo multifactorial, preventivo, en función de un mejor orden comunitario.
MEP: Muchos factores inciden, hasta ambientales: en el verano existe mayor incidencia de delitos, por el clima, por los carnavales. Determinadas conductas se van manifestando en dependencia de la capacidad del individuo para tolerar frustraciones. Hay quienes no se preparan para vivir en sociedad. Otras cuestiones están relacionadas con antivalores como el egoísmo, unos quieren tener lo que les pertenece a otros, incluso entre la misma familia. También existen menos lugares donde los jóvenes pueden divertirse.
Por cualquier cosa alguien sacan un cuchillo con grandes posibilidades de matar o causar lesiones graves, ¿a qué se pudiera atribuir una actitud tan extrema?
MEP: Eso está en los límites de la subculturación, como en la Era de Piedra, cuando las personas resolvían a mazazos sus problemas. Los seres humanos no son animales, reciben un aprendizaje para convivir con los demás. También incide el autoritarismo que quiere imponer el hombre en los conflictos entre ambos sexos.
¿Predominan los jóvenes entre los acusados por esta causa?
EMC: Más o menos, entre los 20 y 40 años.
Se encuentran muchos menores en la calle a altas horas tomando y fumando, ¿existe alguna regulación penal para mantener el control sobre ellos o se deja solo a la familia?
EMC: Aunque en los centros nocturnos se prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas a los menores, eso depende del control familiar. Si es reiterado, si el menor tiene conducta desajustada, a través del Ministerio del Interior se advierte a los padres, existen escuelas de conducta y, si los padres no le prestan la debida atención, en el Código Penal aparece el delito de otros actos contrarios al normal desarrollo del menor.
¿Qué peso ha presentado en los casos juzgados el consumo de drogas o estupefacientes?
EMC: No se ha reportado el consumo demostrado de drogas.
Las personas de bien elogian la aplicación de multas de hasta 2 000 pesos que mantienen la tranquilidad en los carnavales, ¿por qué casi no las emplean fuera de estas fiestas?
MEP: No es una ley diferente, es el mismo Código Penal que permite a la Policía cuando hay una alteración del orden multar sin tener que hacer juicio. Fuera de las fiestas populares, como son casos aislados, generalmente se aplica a través de un proceso penal, pero de manera distintiva también la puede aplicar la Policía.
La Fiscalía emitió el documento denominado Arma Cero, ¿qué contexto lo precede y cuáles regulaciones establece?
MEP: Desde enero se estableció esa política dirigida a enfrentar la portación de armas. Los hechos que se detectan son juzgados por la peligrosidad que entrañan. Se planteó que debe existir mayor divulgación para que no se convierta en hábito andar con un arma.
Se escuchan reiterados comentarios sobre personas dedicadas a cobrar deudas, a hacer justicia por su propia mano, ¿algún registro de esa naturaleza ha traspasado sus umbrales?
MEP: Las personas hablan, pero no denuncian, que es lo más importante. Algunas de ellas muy pocas veces sirven de testigo, no se quieren buscar problemas. Existen ilegalidades como el préstamo de dinero con intereses, deudas por venta de ropa, que pueden generar violencia. Puede ocurrir de manera aislada que alguien se dedique a cobrar, pero no hay manera de enfrentarlo si no se denuncia. El llamado es a que se denuncie ese comportamiento.
¿Desarrollan los órganos de Justicia algunas acciones específicas para contribuir a que disminuya la violencia?
MEP: En las emisoras locales existe la posibilidad de publicar las sanciones por determinado delito y con ello contribuir a que se comprenda el carácter coercitivo de la ley. De manera preventiva la Fiscalía hace mensajes para explicar las consecuencias que puede tener la violencia, el trabajo que debe hacerse con los jóvenes, la influencia de la ingestión de bebidas. También aplicamos la ley de manera severa y eso igualmente es prevención.
¿Qué sanciones prevé el Código Penal para los delitos de esta naturaleza?
MEP: El asesinato puede conllevar de 15 a 30 años de prisión, privación perpetua de libertad o pena de muerte. El homicidio, de siete a 15 años. Los delitos de lesiones, en dependencia de las características, pueden discurrir: las graves, de dos a cinco años; y las menos graves, de tres meses a un año o multa de 100 a 300 cuotas o ambas.
Pero la pena de muerte se aplica muy poco y en muchos casos se utilizan atenuantes que minimizan la privación de libertad por estas causas.
EMC: La pena de muerte se aplica excepcionalmente.
MEP: La sanción se puede rebajar por la edad: de 16 a 18, hasta la mitad; de 18 a 20, un tercio y al anciano de más de 60, igual.
Buena parte de la opinión pública considera que estos delitos aumentan por impunidad y porque las leyes resultan benévolas.
MEP: La impunidad en los delitos violentos es cero. Puede haber conductas violentas que no se registran como delitos. Existe casi un 90 por ciento de esclarecimiento de los hechos violentos.
EMC: La impunidad pudiera estar en los casos que no se denuncian. Actuamos sobre lo denunciado. Las sanciones que imponemos no son benévolas. Tenemos un Código Penal donde se establecen los límites y nos guiamos por él. También se valoran elementos como el hecho en sí, la forma de ejecución, la personalidad del acusado, su edad, los móviles. No hay una receta, cada caso es único.
¿El país no ha valorado hacer más riguroso su Código Penal?
EMC: Se están previendo modificaciones al Código Penal, pero no sé si incluyen estos tipos de delito, lo que sí puedo decir es que el Código Penal nuestro se atempera a lo que está establecido en las convenciones internacionales.
pienso que deben ser bien severos en las sanciones pues no es posible que una persona que sea capaz de atacar a otra con un cuchillo sea privada de 2 a 7 años o le impongan una multa, las autoridades deben tomar acciones y ser bien duros en este tema, pues en ocasiones se hace reiterativo el personal que ataca.
No dispongo de la estadística en mi poder, pudiera ser que el índice de delitos violentos en sentido general haya disminuido, pero lo referido a hechos donde resulte la muerte de una persona (sea calificado de homicidio o asesinato) o los casos de lesiones si es notorio su incremento. Resulta llamativo que en años precedentes era poco común escuchar de la muerte de alguien tras hechos de violencia y en la actualidad, al menos en esta provincia, se ha tornado muy recurrente que algún que otro fin de semana siempre sucedan algunos casos de los qeu ahora nos ocupa este escrito. Soy de los que, con todo respeto considero, que casos como estos donde peligre la vida e integridad corporal de las personas deben ser severamente reprimidos los comisores, el que porte armas de cualquier tipo en lugares públicos ha de ser fuertemente corregido, el peso de la Ley debe hacerse sentir, el pueblo lo está pidiendo (en paradas, establecimeintos comerciales, etc este es tema de conversación diario). Debe llegar el momento de que eso que le privan la vida a una persona o la lesionen de carácter grave, y que conlleva la erogación de grandes recursos del estado en cuidados médicos sean obligados a resacirlos al justo precio que de verdad entraña un gasto médico de tal magnitud. Lamentablemente nunca esperé escuhar de mi hija la expresión de que sentía miedo al salir a algunos de los lugares recreativos de la ciudad. Luchemos a brazo partido para que la mayor riqueza de la que disponemos, la tranquilidad ciudadana no se vea manchada por ese grupito que nada aporta a la sociedad, a no ser vioalencia y luto.
Evidentemente hay dos mundos paralelos:El de las autoridades y el del ciudadano comun..Cual es el real?
Leer estas declaraciones oficiales tranquilizan el entorno citadino pero el caldo de cultivo social burbujea en la olla poblacional.En tanto sobrevivan dificultades de un tipo u otro, la violencia irrumpe.La tarea educativa es a muy largo plazo.Creo que lo prudente e inmediato es vigilar, prohibir y reprimir.