El espirituano Adrián Puente es el único atleta de tiro con arco que llevará Cuba a los Juegos Olímpicos que se avecinan
Parece una historia salida de la ficción, pero es una feliz realidad. Nueve años después de escribir una de las mayores hazañas de la arquería cubana, Adrián Puente regresará a Río de Janeiro, la ciudad brasileña donde se convirtió en el único cubano en obtener un título en esa especialidad en Juegos Panamericanos.
Ahora vuelve con otra exclusividad: la de ser el único arquero cubano en los Juegos Olímpicos de Brasil. En 2007 era un niño de 18 años que asombró al mundo con su puntería. Ahora es un hombre hecho y derecho que enderezó el rumbo de su carrera y dio la razón a quienes siempre vieron en él condiciones excepcionales desde que ganaba medallas y medallas en Juegos Escolares y Juveniles como tomarse el típico vaso de agua.
Pero en Adrián, aunque han cambiado muchas cosas, una se mantiene incólume: esa pose de no inmutarse ni con un suceso de este tamaño. Suerte de quienes lo conocemos y sabemos que allá hondo, muy hondo, debe regodearse con una noticia que revolvió a Sancti Spíritus, pues su boleto es el décimo de los yayaberos que ya imponen récord de participaciones en citas olímpicas, con opciones de aumentar.
Salido del clasificatorio de Colombia hace unas semanas, el muchacho ya había colgado las flechas y el corazón andaba de alas caídas cuando se quedó a un milímetro del boleto de la última oportunidad que le quedaba a Cuba.
“Competí bien, pero no pude clasificar; acá estamos todos muy mal, pues nadie clasificó. Yo me quedé a un paso”, me diría a través de Facebook cuando le pregunté por la competencia. Traté de darle ánimos con un “será en otra oportunidad”.
No hizo falta esperar por la otra Olimpiada. Fue ese quedarse a un paso, un poco de suerte y hasta un acto de justicia por quien compite solo con el talento y la preparación lo que hace unos días revirtió sus horas de penumbra.
“En ese preolímpico clasificaban cinco y quedé sexto —cuenta ahora—; después de tres semanas nos llega la noticia de que uno de los clasificados, el salvadoreño Oscar Tica, dio positivo en una prueba de doping y siguió la expectativa de si esa plaza le dejaban en América o para disputarse en Turquía, pero para suerte nuestra se corrieron los lugares y le dieron la plaza a Cuba como país”.
“La decisión estaba entre los tres que asistieron a Colombia: Juan Carlos Stevens, Hugo Franco y Adrián —relata Tamara Jiménez, comisionada nacional de la disciplina, de visita en Sancti Spíritus—. Los tres tienen muy buen nivel. Adrián está en excelentes condiciones, tiró mejor y logró la clasificación”.
“Me sentí muy contento. En ese momento sabía lo que estaba en juego, todo dependía de mí y conocía lo que estaba haciendo en los controles. Mi papá fue al campo de tiro, eso me dio también fuerzas”, relata.
Y en Sancti Spíritus, un apartamento de Olivos II estuvo a punto de caerse. “Su papá me pasó el mensaje: Adrián está en las Olimpiadas —comenta Yamila, la mamá—. Empecé llora y llora y me abracé de una vecina. Son tantos años y mira tú, qué cosas tiene la vida, vuelve a Río”.
Tamara, la comisionada, pone flechas en la diana: “La alegría es muy grande porque estaba eliminada casi toda la opción de Cuba y poder llevar uno es muy bueno. La competencia será exigente, confiamos en que ponga su empeño, que dispare como él sabe hacerlo. Es muy bueno que sea en la misma ciudad”.
Pero Adrián, quien celebrará sus 28 años este domingo en una base de entrenamiento en Colombia, no piensa en cábalas, ni en talismanes. Más bien tiene los pies en la tierra.
“No soy supersticioso, aunque son demasiadas coincidencias. Ante todo es un gran compromiso y trataré de afrontarlo con la responsabilidad que lleva. Hemos trabajado fuerte, han sido horas dedicadas al entrenamiento; en Río estarán los 64 mejores arqueros del mundo, son atletas de mucho nivel y a respetar”.
Sin competir, a Puente le viene una medalla en camino: el nacimiento de su primer hijo: “Toda la familia está muy contenta, al igual que yo, el ambiente es muy bueno y eso siempre ayuda, debo ser papá de un niño a finales de agosto. Vamos a ver si aguanta y me espera”.
Andrés Puentes Pérez.
Soy el papá de Adrián, el siempre ha sido un atleta muy entregado y competitivo, durante su carrera ha obtenido éxitos muy importantes, logros por los cuales fue bautizado por Elsa Ramos como «El Rey Adrián», hasta en los momentos más difíciles no dejó de entregarse y dedicarle a su deporte todo su esfuerzo y sacrificio, con su clasificación a la Cita de Río 2016 hace realidad el sueño que manifestó en una entrevista que le hizo un entrenador de la Provincia de Cienfuegos al concluir su actuación en su primer torneo escolar en el año 2000, cuando tenía apenas 12 años, donde alcanzó 7 medallas de 7 posibles. El entrevistador, admirado por sus resultados le preguntó que cual sería su sueño en el futuro y él le contestó y cito: Poder representar a Cuba en unos juegos Olimpicos. El 3 de Julio cumplió Adrián 28 años, 16 años después de la referida entrevista su sueño se convierte en realidad. Nuestra familia agradece el interés y seguimiento que siempre ha mostrado la prensa, tanto escrita, radial y televisiva de Nuestra Provincia en Adrián, Elsa, Randy, Oscarito y el colectivo que los rodea, nunca perdieron la confianza en él, agradecemos también el apoyo brindado por el colectivo de entrenadores que lo descubrió y formó como atleta y a la dirección de deportes del territorio a través de sus directivos y especialistas. A todos muchas gracias.
No saben la satisfacción tan grande que tengo cuando Adrián me escribe y me dió la noticia que divulgué inmediatamente en las redes sociales desde México, donde ahora laboro en la búsqueda de arqueros de calidad que como Adrián buscan ubicarse entre los mejores, humildemente le ayudé al igual que Eduardo Lara, a escalar los peldaños hasta llegar a ser el 1er Campeón Panamericano de latinoamerica. Desde aquí le deseo el mayor éxito del mundo a él, a la arqueros espirituana y cubana en general. A seguir cosechando éxitos CAMPEÓN.