Profeta —¿quién lo negaría?— anunció que partiría a los 90 años para que el tiempo no le jugara una mala pasada.
Fidel me dejó sin palabras (+fotos)
En Camagüey cortejo fúnebre con cenizas de Fidel
¿Quién dijo que Fidel murió?, ¡Fidel está vivo! (+fotos)
Fidel entra a Sancti Spíritus como aquel 6 de enero de 1959 (+fotos y video)
El guerrillero, que nunca dejó de serlo, calzó las botas raídas por los trillos y los arrecifes vencidos, y se fue a la costa con la mochila dormida sobre sus altas espaldas; allí detuvo los pasos para quedarse ensimismado mirando adonde él solo sabe; aunque, algo conocemos: era lejos, muy lejos.
Por miles se multiplicó esa imagen a lo largo de Cuba, desde que el 25 de noviembre comenzara otra travesía, no desde Tuxpan, México, en medio de la noche profunda. Profeta —¿quién lo negaría?— anunció que partiría a los 90 años para que el tiempo no le jugara una mala pasada.
Las banderas siguen a media asta, quizás para que él pueda alcanzarlas desde su estatura de guerrero, convertida simbólicamente ahora en cenizas, resguardadas por los cedros indomables, expresión de la humildad que prodigó a los suyos y a los nacidos allende el mar.
Ante los ojos apocalípticos y el remordimiento de los fariseos, rescató la isla del naufragio, que le pronosticaron una y mil veces; ello explica tanto sobrecogimiento, tanto silencio que escoltan al guerrero por centenares de kilómetros en su retorno a Santiago de Cuba, donde tratará de descansar en paz.
Pero, cuando el guerrillero recuerde el verso del poeta de que la muerte es artesana del Sol, no duden que quebrará el cedro que lo arropa, vestirá nuevamente el traje verde olivo que puso a airear apenas un tiempo afuera, calzará las botas raídas y se internará en la Sierra, que vigiló su reposo. No lo duden.
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