Atípico es el reclamo que nos llega del lector Amado Rodríguez Mur, residente en la vivienda No. 219 de la calle Máximo Gómez, en Sancti Spíritus. El motivo de su carta, complementada por fotocopias de documentos o artículos que refuerzan el mensaje, es procurar ayuda para su hermano enfermo, un hombre de la tercera edad cuya trayectoria de vida puede resumirse, a juzgar por lo visto y leído, en importantes aportes al quehacer socioeconómico del territorio.
Ángel Ramón Rodríguez Mur, la persona cuyo hermano insiste en la necesidad de que le sea otorgado asilo en uno de los hogares que acogen a los adultos mayores de la cabecera provincial, dirigió indistintamente centros emblemáticos de la gastronomía local, entre ellos el hotel Perla de Cuba, el Zaza, el motel Los Laureles y el restaurante 1514, así como posee numerosas distinciones por su fructífera labor: las medallas Ernesto Che Guevara y Fernando Chenard Piña, que otorga la CTC, y el sello conmemorativo 30 años de los órganos de la Seguridad del Estado.
“El asilo se solicitó a comienzos de agosto del 2015, pero según me ha explicado la trabajadora social de la Dirección Municipal de Salud no resulta fácil disponer de camas en la planta baja, como requiere su estado”, explicó Amado vía telefónica. Esta columna se honra al evocar los esfuerzos que durante su vida laboral activa realizara el mencionado espirituano y se congratula, además, de que al momento de contactar a Yaneisy Castellano Gutiérrez, la trabajadora social antes aludida, el caso de Ángel Ramón ya se diera por resuelto. “Mañana va a ingresar en el Hogar Municipal de Ancianos, pues tenemos libre una capacidad allí y él requiere de cuidados especiales. A esta hora ya deberían haber contactado al familiar a través del Policlínico Sur, al que pertenece el enfermo”, dijo Yaneisy el pasado 10 de febrero en horas de la mañana.
En su gestión, esta redactora había conversado antes con la licenciada en Trabajo Social Sonia Sañudo Moya, quien labora en el Departamento del Adulto Mayor de la Dirección Provincial de Salud. Dicha funcionaria corroboró la complejidad del proceso para la asignación de capacidades en los centros destinados a la atención a ese grupo poblacional. “Muy rara vez algún anciano retorna al medio del que procede. A la hora de la decisión se valora si se trata de una persona capaz de valerse por sí misma o con impedimentos físicos y/o mentales, ya que se dispone de salas en bajos, pero también en segundo piso. Tienen prioridad los pacientes sin ningún amparo familiar; también se consideran de manera especial los combatientes y los casos de ingreso hospitalario”, adujo la fuente.
Asilo para Ángel
Atípico es el reclamo que nos llega del lector Amado Rodríguez Mur, residente en la vivienda No. 219 de la calle Máximo Gómez, en Sancti Spíritus. El motivo de su carta, complementada por fotocopias de documentos o artículos que refuerzan el mensaje, es procurar ayuda para su hermano enfermo, un
Tremendo, todo parece indicar que no estamos preparados para la avalancha de personas de le tercera edad que se nos viene encima.