Sin sacudirse bien las emociones del recién concluido Torneo Nacional de Ascenso, las muchachas del baloncesto espirituano afinan la puntería para un empeño mayor: el regreso a la Liga Superior
El impasse le hace falta al equipo de Gabriel Alexander Álvarez para recuperar parte de sus piezas claves que no pudieron rendir a tope como Eylen Gilbert y Enriqueta Neyra, quienes arrastraron secuelas de lesiones. También para afinar una posición decisiva como la defensa organizadora, que, aunque resolvió, no resultó lo más brillante, según considera Carlos Plasencia, comisionado provincial de la disciplina.
Mas así y todo las espirituanas rindieron una muy buena faena al clasificarse segundas de la zona central, detrás de Camagüey con balance de 3-3, para retornar a la Liga Superior, nivel al que pudieron acceder luego de que el pasado año debieron mirar los toros desde la barrera.
Si algo descolló en las locales fue la capacidad para responder en momentos decisivos cuando su clasificación se les puso en el pico de la piragua tras perder tres choques seguidos. “Las muchachas se comportaron a gran altura, guiadas por Marlene Cepeda, quien se echó el equipo encima como líder indiscutible, ella incitó a las muchachas todo el tiempo”.
Le sobra razón a Plasencia. Además de escenificar su mejor torneo, Marlene, que en eventos anteriores apenas podía jugar por sus constantes lesiones, se mantuvo en tabloncillo los cuarenta minutos de cada partido, con un acumulado que rondó los 30 puntos como promedio además de una decena de rebotes y en los encuentros definitorios afinó aun más su puntería con cerca de un 86 por ciento en tiros libres.
“Consideramos que el equipo lo hizo muy bien, pues aunque algunos son de la opinión de que en papeles era superior, no todas sus figuras estaban en forma”, consiente Plasencia.
Ahora la prioridad es la recuperación de sus jugadoras y la preparación del equipo, para lo cual media un buen tiempo hasta enero cuando inicie la Liga Superior con un nuevo formato. Para entonces, el elenco podrá contar con la acción de jugadoras de refuerzo que se pedirán al cierre de la segunda fase del Torneo Nacional de Ascenso entre los hombres.
Según se ha decidido por la Comisión Nacional la Liga Superior, se jugará entre seis equipos en un todos contra todos en el oriente, luego en el centro y después en el occidente. De ahí las cuatro primeras definirán el título en la capital del país.
Por el oriente clasificaron guantanameras y santiagueras y por el occidente pinareñas y habaneras.
Por caminos distintos han transitado los varones, que al término de la primera vuelta presentan balance de dos triunfos y seis reveses en la zona más dura del país donde militan el actual campeón Ciego de Ávila, Villa Clara, que fue tercero, y Camagüey, ocupante del quinto puesto en el torneo anterior.
“A pesar de lo difícil, creemos que los muchachos se han batido duro, encabezados por Yoanki Mencía, quien ha promediado 20 puntos por juego”.
A los hombres les queda una segunda fase que se jugará en noviembre por el mismo sistema de todos contra todos. Para seguir con vida deben ganar cinco de los ocho encuentros, algo que el comisionado provincial considera “difícil, pero no imposible”.
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