La decisión de salir de la UE podría debilitar política y económicamente tanto a Londres como a sus 27 socios en el organismo
Los británicos deciden en referendo si permanecen en la Unión Europea (UE) lo cual, más allá de definir el destino de esta nación, repercutirá a nivel mundial e influirá particularmente en el futuro del denominado Viejo Continente.
Si triunfan quienes abogan por abandonar la comunidad europea, este será el primer país en hacerlo, un precedente que en criterio de analistas podría debilitar política y económicamente tanto a Londres como a sus 27 socios en el organismo.
La convocatoria a esta consulta fue una de las promesas del primer ministro conservador David Cameron durante su campaña para las elecciones generales de 2015, en respuesta a una demanda de euroescépticos de su propia fuerza política y de otras, en particular del ultranacionalista Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP).
La pregunta que deben responder más de 40 millones de votantes será «¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro o abandonar la Unión Europea?» y marcarán con una cruz alguna de esas dos opciones que aparecen especificadas.
En este referendo no pueden votar menores de 18 años ni los ciudadanos de la UE residentes en Reino Unido, con excepción de quienes procedan de Irlanda, Malta o Chipre, y tienen derecho a participar aquellos que provengan de países de la Commonwealth, así como de Gibraltar.
Los 382 colegios electorales permanecerán abiertos desde las 07:00 hora local hasta las 22:00 y tras cerrar las urnas comenzarán a enviar los resultados a los 12 centros regionales a medida que finalicen el recuento.
Es difícil precisar la hora en que se conocerá el resultado final, lo que dependerá de la rapidez del conteo y del momento en el que una de las dos partes alcance un número de votos imposible de superar por la otra.
Los observadores consideran probable que hacia las 04:00 horas del 24 de junio se sabrá si Reino Unido sigue integrando la Unión Europea o la abandona.
Entre los argumentos de los sectores que abogan por la salida se encuentra la demanda de un mayor control sobre las fronteras para reducir la cantidad de inmigrantes así como el elevado costo económico que, según ellos, implica la contribución de Reino Unido como miembro permanente.
Quienes luchan por quedarse dentro de la UE plantean que la permanencia al bloque favorece la economía del país y aseguran que de la continuidad dentro del Club de los 28 depende en gran medida la seguridad nacional británica.
Cameron lideró una activa campaña a favor de la permanencia en la UE, que sufrió altibajos en los últimos meses ante el empuje de quienes demandan la retirada, opción conocida como Brexit (por Britain Exit), los cuales hasta comienzos de este mes lograron recaudar más fondos.
Los partidarios del Brexit recibieron entre el 22 de mayo y el 9 de junio un total de 3,6 millones de libras (unos 4,6 millones de euros), mientras que la campaña por la permanencia solo obtuvo 2,9 millones de libras (3,7 millones de euros).
La Comisión Electoral británica reportó que en los 30 días anteriores a esa última etapa los euroescépticos británicos recaudaron 3,8 millones de libras (4,9 millones de euros) y sus rivales 1,6 millones de libras (unos dos millones de euros).
Sin embargo, los pronósticos favorables al Brexit se revirtieron en los últimos días lo que, según analistas, se debe en gran medida al asesinato hace una semana a manos de un fanático euroescéptico, de la diputada laborista Jo Cox, una firme defensora de mantenerse en la UE.
En criterio de expertos, al parecer muchos de los indecisos así como algunos de quienes apoyaban al Brexit inclinaron su voto a favor de un Reino Unido dentro de la UE por lo que se vaticina una votación cerrada e incluso un posible triunfo de esa posición, algo que hace una semana parecía difícil.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró el miércoles último que los efectos de una posible salida británica de la UE tras el referendo serían irreversibles.
«Fuera es fuera», aseveró el diplomático europeo e indicó que en caso de concretarse el abandono por Londres del Club de los 28, ya no habrá «renegociación» alguna.
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