¿Serán acaso imprescindibles vocales, consonantes, líneas, párrafos, periódicos, tratados lingüísticos para hablar del parto de la luz, de ese que se produce desde el centro mismo de los pechos de todas las generaciones?
¿Será acaso imprescindible algún aditamento óptico especial para palpar el gigantesco eclipse que tiene lugar en esta bella isla y mucho más allá de sus fronteras? Sí, eclipse, único, distintivo.
¿Será acaso imprescindible describir esos rostros, que entre el dolor y la ausencia saben que él, Fidel, que no ha partido nunca, tenderá su mano siempre para que el camino sea el de la grandeza humana, de corazones tiernos, que por legado nos deja en este punto de partida hacia la eternidad?
Venga el llanto, sí, la mirada triste, porque salen de ese pueblo que por él, por ese gigante que emprendió el camino hacia el infinito, sabe mirar bien, porque mira con el corazón.
Magnífico trabajo del amigo Oscar Alfonso, es la muestra fiel del sentir de todo el pueblo cubano. Este pueblo que llora con dignidad por la despedida del Único Comandante en Jefe.
Este 25 de noviembre volvió el Granma a la mar/ volvió con una carga de amor, sueños y dignidad/ esta vez atracará en la playa de la Eternidad/ impulsado por el grito de un pueblo que le dirá Hasta Siempre Comandante!