Carlota Guillot: La gente escribe porque cree en el periódico

Fundadora de Escambray quien tuvo a su cargo este espacio de correspondencia desde el momento en que fue creado hace casi 35 años “¡Claro que la recuerdo, la del busto de Mella!” , exclama, entusiasmada, cuando le menciono su rúbrica bajo aquella primera sección que el 4 de septiembre de

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“En estos momentos Escambray no le es indiferente al pueblo”, declara Carlota. (Foto: Delia Proenza/ Escambray)

Fundadora de Escambray quien tuvo a su cargo este espacio de correspondencia desde el momento en que fue creado hace casi 35 años

“¡Claro que la recuerdo, la del busto de Mella!” , exclama, entusiasmada, cuando le menciono su rúbrica bajo aquella primera sección que el 4 de septiembre de 1981, con el encabezamiento Cartas de nuestros lectores y el título “¿Escuela o vertedero?”, viera la luz en una de las cuatro grandes páginas que componían Escambray desde su nacimiento.

Habían transcurrido exactamente dos años y ocho meses desde la fecha fundacional. El diario, habituado a reflejar logros y desaciertos desde aquellos materiales iniciales, redactados por un equipo de valientes que desde muchísimo antes escribía para un periódico “en seco”, venía despertando confianza y respeto entre quienes lo leían. Tanto era así que se llegó a acumular “un montón de cartas y se impuso decidir qué hacer con ellas”, según rememora Carlota Guillot, la pedagoga y licenciada en Historia a quien el Partido había pedido abandonar el Archivo Provincial de Historia para enrolarse en la aventura desde su propia concepción.

“Los lectores escribían, incluso iban allí a la Redacción a formular planteamientos, hasta telegramas se recibían; encontraban un respaldo dentro de los periodistas. Sus criterios eran tomados en cuenta para determinados trabajos, pero no se les respondía o mencionaba directamente”, evoca, cumplidos ya sus 79 años.

“Un día de agosto de 1981 el director, Rafael García Ruiz, nos reunió a todos en un consejo de dirección y expuso la necesidad de crear una sección donde se atendieran y se diera respuesta a esas inquietudes, que nosotros teníamos que servir al pueblo, aclarándole, explicándole y cooperando en la solución de sus problemas.

“Cuando dijo que tendría el gusto de informar quién era el elegido y me mencionó a mí sentí satisfacción, pero eso a la vez me atemorizó porque sabía que se trataba de una misión de gran envergadura. Sacó las cartas de una gaveta y empezamos a elegir.

“Valle Ballester, entonces director de la escuela Julio Antonio Mella, había escrito sobre la demora en recoger materiales y escombros luego de ubicar frente a ese centro la plataforma central de los carnavales. ‘Carlota, coja a un fotógrafo, se va para la escuela y entrevista al director, tome las fotos que hagan falta’, me dijo Rafelito. Jorge Moisés fue el que me hizo la foto donde se ve el busto de Mella en una situación bastante irrespetuosa. Había otras complicaciones allí que también salieron en el escrito”.

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La sección de correspondencia nació justamente porque el periódico inspiró confianza y la gente comenzó a escribir enseguida, sostiene la iniciadora del espacio. (Foto: Delia Proenza/ Escambray)

¿Y se resolvió el problema?

“No habían pasado ni 24 horas cuando limpiaron aquello, que llevaba allí como un mes o dos. Era una escuela, tenían que empezar las clases, estaba en juego el respeto que merece un busto de un líder revolucionario como Mella. La gente escribía de todo. Salíamos en carros, hacíamos largas búsquedas, a veces no encontrábamos a quienes debíamos entrevistar, deteníamos las gestiones y nos centrábamos en otros asuntos. ¡Éramos un diario!…, pero la Dirección insistía en poner todas las evidencias, porque papeles son papeles. Yo llegué a verificar hasta los agradecimientos que enviaban.

“Siempre había entre los criticados quienes no admitían lo que publicábamos, enviaban sus quejas, pero la verdad se abría paso. Algo sí debo reconocer: nunca nos cerraron las puertas en ninguna parte. Salía el problema en Escambray y rápidamente se resolvía, pero, ¿qué necesidad tenía de salir en el periódico?”.

Una queja sobre botellas de refresco con suciedades dentro provocó cierta especie de saga; usted trató el tema en dos ocasiones y luego Oria de la Cruz le dio seguimiento. ¿Cómo fueron aquellas pesquisas?

Aquello fue gracioso. Las botellitas nos las llevaron al periódico, tenían huevos de cucarachas en las paredes. La máquina envasadora era muy vieja y había unas personas encargadas de vigilar el producto, les llamaban miradores. Eran miradores y no miraban, se dormían. Yo los vi dormidos.

¿Respondían las empresas aludidas, mostraban respeto por el espacio?

Dirigentes vinieron a dar la cara, la Empresa Eléctrica fue la primera; había otros más morosos, pero lográbamos al final lo que buscábamos y vencíamos las dificultades. Íbamos publicando las cuestiones que se resolvían, generalmente nos lo hacían saber. La sección de verdad que prestó un servicio a la población, en definitiva esa es la importancia que tiene la prensa, que se debe al pueblo.

“Cuando alguien opinaba que habíamos sido injustos y no tenía la razón nos sentíamos apoyados por la Dirección del periódico y también por el Partido; nuestros trabajos se analizaban en el consejillo diario. En las reuniones de la Upec en La Habana se llegó a distinguir esa sección de Escambray.

¿Aún se siente reconocida por tal labor?

Yo me siento bien de haber trabajado en Cartas de nuestros lectores. No fue mucho tiempo, pero sí bastante intenso. A mediados de 1982 deciden llevarme para la Sección de Historia del Partido, allí estuve 10 años, pero eso es menos público. En la calle todavía hay quien me identifica como la periodista. La gente lee ese espacio, les interesa ver respuestas, que el asunto no se quede en el aire. Esa es una sección del periódico muy importante que no se debe perder, pienso yo.

Delia Proenza y y Adriana Alfonso

Texto de Delia Proenza y y Adriana Alfonso
Máster en Ciencias de la comunicación. Especializada en temas sociales. Responsable de la sección Cartas de los lectores.

7 comentarios

  1. No se apene que en eso de desconocer donde esta el barrio de Casablanca,no tiene UD el monopolio.Lo ilumino.Es el segmento limitado por la calle cespedes,llamada kilo 12 en esa area,la pared sur del cementerio,la carretera central y la calle Ramfla..Yo no escribo «para dar Jabon» o complacer,ya ese trabajo lo hace casi toda la prensa y si para llamar la atencion hacia lo mal hecho o desatendido,que opino, es mas util que esperar que otros lo hagan por mi.

  2. A mi me encanta el melaito.

  3. Sr lalo leo a diario esta esdicion y los sabados ,la escrita,pero ademas visito a cuba con frecuencia asi que comparo lo que veo con lo que se escribe aqui..a no se que use un seudonimo a UD es la primera vez que lo veo opinando..No hecho tierra,solo doy mi opinion ,pero si ella se percibe como tierra,pues bienvenida..No me interesa quienes son los que escriben y si son o no conflictivos,yo juzgo por lo que leo..no acostumbro a matar al mensajero..Jamas he visto un articulo sobre el barrio donde me crie y que visito(el reparto Casablanca),lleno de baches y laguna con aguas fetidas,tampoco he leido a ningun periodista criticando directamenteel mal trabajo de algun funcinario o dirigente politico,llamandolo por su nomnre..Visite el camino de la habana,el camino de las canas,las tozas,petronila donde vi bohios en condiciones lastomosas con ninos durmiendo en camas sin colchones..donde aparece eso?En que paginas?..Sr lalo al parecer no coincidimos en nuestra apreciasion o leemos perodicos diferente.

    • Pues si, señor José Luis, parece que leemos periódicos diferentes, porque aunque bien pocas veces dejo escrita mi opinión, entro aquí, sí, y leo el impreso también. Su lugar natal, el Casablanca que menciona no lo conozco, pero del Camino de la Habana he leído tanto en Escambray que a veces pienso que se les va la mano, y siempre he leído quejas y críticas al mal estado de los caminos , las aceras sin terminar, en fin, si leyó ya sabrá.
      Echar tierra (sin h), sí, me pareció que eso hacía, porque hablo, al menos yo, de un periódico decente y con enfoques bien profundos, que no parece ser el mismo del que usted habla.
      Seguiré leyendo esta y otras publicaciones, aunque no escriba mi criterio ya que no lo hago para llamar la atención de nadie, sino para aportar algo cuando lo creo pertinente. De paso sea dicho, viví hasta hace diez años en otra provincia y leo las publicaciones de las restantes, lo cual me ha llevado a concluir que Escambray está muy lejos de ser lo que usted opina, conste que he leído opiniones anteriores escritas por usted en otros trabajos y rara vez veo que elogie algo, también he visto algunas respuestas o apreciaciones que le han colgado otros internautas. Pero como para gustos se han hecho los colores puede usted, por supuesto, quedarse con su opinión, que yo me quedo con la mía. Mis respetos a quienes hacen este periódico.
      Ah, y mis respetos a Doña Carlota y a la sección que tuvo en suerte comenzar.

  4. Bien recuerdo esa epoca.Al periodoco lo encabezaba esta frase de Marti:»La prensa no es aprobación bondadosa o ira insultante; es proposición, estudio, examen y consejo.» El pueblo llamaba al Escambray el chismoso y era el terror de los burocratas y malos dirigente..Quizas por eso fue tan corto el periodo de Carlota y quizas tambien fue la causa de que el diario se convirtiera en una publicacion «sinflictiva»,como le llamaba el gran humorista y critico H.Zumbado

    • Señor José Luis, asumo que usted se quedó en aquella época inicial y nunca más ha vuelto a leer el Escambray que se publica en papel cada semana y aquí en internet íntegramente, porque de no ser así no le llamaría como le llama al medio de prensa que muchos fuera de Sancti Spíritus califican como un excelente periódico que ya quisieran otros tener.
      Conozco a excelentes compañeros de esa publicación que son tildados de conflictivos (fíjese, lo contrario a su calificativo), me temo que el medio mismo es mal mirado por algún que otro dirigente dada su tendencia, bastante marcada en la última década, y hablo de este tiempo porque es cuando más lo he seguido, a cuestionar y criticar lo que debe ser criticado.
      Si el espacio de las cartas no atendiera a los reclamos populares, como bien dice la señora Carlota, ya las personas habrían dejado de escribir ¿no le parece? Le sugiero algunos trabajos bien extensos sobre temas picantes que la gente propone, están en la red, puede verlos, el asunto es querer ver y no tirar tierra con los ojos cerrados. Un saludo.

  5. La Empresa Eléctrica siempre ha sido muy respetuosa con los clientes y la atención a las quejas y siempre ha dado respuesta a los planteamientos de la población, el PP y la prensa dando la cara y tratando de resolver los problemas.

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