Alrededor de 34 millones de ciudadanos están convocados este domingo a las urnas para avalar o no el Acuerdo de paz suscrito por el Gobierno y las FARC-EP
Alrededor de 34 millones de ciudadanos están convocados este domingo a las urnas para avalar o no el Acuerdo de paz suscrito por el Gobierno y las FARC-EP, en un plebiscito que deberá legitimar todo lo acordado por las partes durante casi cuatro años de conversaciones en La Habana: 297 páginas de postulados que no están incluidos en ningún documento que haga vinculante su cumplimiento, razón de más para que sea trascendente el pronunciamiento del pueblo.
A esa importancia de la cita con las urnas se refirió la víspera el presidente Juan Manuel Santos cuando exhortó a todos a votar, y explicó que para lograr una paz estable y duradera es necesario legitimar lo concertado, mediante la aprobación del pueblo.
Cada colombiano tendrá el mismo poder que tiene el Presidente de la República de decir Sí o No a los pactos, todos con iguales garantías, añadió Santos, citado por PL. Tenemos un compromiso firme con la libertad y la transparencia del sufragio, enfatizó. En una decisión que sirvió para seguir sembrando confianza en torno a los Acuerdos y la decisión de la guerrilla de cumplirlos, las FARC-EP dieron a conocer en la propia jornada un comunicado en el cual anuncian que procederán a declarar ante el Gobierno los recursos monetarios y no monetarios «que han venido conformando nuestra economía de guerra», y detalla que el proceso se realizará según lo establecido en los acuerdos sobre las llamadas zonas veredales, en las que se concentrarán los insurgentes para la entrega de las armas, y durante este los representantes autorizados de la organización acordarían con representantes del Gobierno «los procedimientos y protocolos para inventariar los bienes incluidos en lo que hemos venido denominando recursos para la guerra, e informar sobre los mismos», agrega el comunicado, referenciado por el diario El Tiempo.
La guerrilla también ratificó el compromiso suscrito en lo referente a la reparación material de las víctimas «en el marco de las medidas de reparación integral», una aseveración que desmiente la campaña del No encabezada por el ex presidente Álvaro Uribe, quien ha tratado de hacer ver que los Acuerdos premian con la impunidad a la insurgencia.
«Es un gran anuncio; una muy buena noticia para Colombia, pero en especial, una buena noticia para las víctimas. Esto muestra que estamos cumpliendo los Acuerdos, que todo va a operar de acuerdo con lo previsto. Los Acuerdos se van a cumplir», comentó el jefe de la delegación gubernamental Humberto de la Calle.
En ese contexto, las diversas encuestas seguían arrojando lo que los medios llaman «una clara victoria del Sí», aunque observadores dijeron que los seguidores del No habrían aumentado en comparación con semanas precedentes. Según el Opinómetro de la firma Datexto, el Sí andaba por el 55 por ciento y el No apenas llegaba al 36 por ciento.
Unos 200 expertos de 25 países conforman la misión internacional de observación encargada de atestiguar la buena marcha del plebiscito y la transparencia de la votación, dijo Telesur.
Desde hace días se informó el despacho hacia distintos destinos del material logístico necesario, y ante la pregunta expresada por analistas de la multinacional acerca de cómo funcionará el proceso en las zonas más alejadas, expertos desestimaron que hubiese problemas.
Nada se ha hablado, al menos oficialmente, sobre lo que ocurriría si ganara el No, pero en declaraciones a la prensa todavía durante su presencia en Cuba y luego en Colombia, en encuentros donde se desarrolló la llamada pedagogía que explicó lo acordado, De la Calle ha insistido en que no hay otras variantes. Un acuerdo mejor tal vez habría sido posible, ha dicho, pero que esta es una oportunidad para alcanzar la paz que podría no repetirse hasta dentro de diez años, aseveró.
Escambray se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social, así como los que no guarden relación con el tema en cuestión.