El gobierno y las FARC-EP alcanzaron la semana pasada un histórico pacto de paz, luego de negociar desde 2012 en Cuba
El presidente Juan Manuel Santos firmó este 30 de agosto el decreto que convoca a votar por un si o un no el próximo 2 de octubre sobre el acuerdo final de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
El mandatario confirmó que en el tarjetón se realizará la siguiente pregunta: ¿Apoya usted el acuerdo final para terminar el conflicto y construir una paz estable y duradera?, reflejó el diario El Espectador.
‘Es una pregunta que no da lugar a ninguna confusión. La Corte nos dijo que tuviera esas características (…) La pregunta que se le hace al pueblo es si aprueba o no el acuerdo final, no es una pregunta retórica sobre si los colombianos quieren o no la paz sino sobre si apoyan o no el acuerdo final’, explicó Santos.
El jefe de Estado agregó que dicha pregunta retoma el título de los acuerdos de paz por lo que no hay lugar a una confusión.
La firma del decreto ocurrió después que el Congreso avaló, por 71 votos a favor y 21 en contra, al mandatario para convocar al plebiscito, mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz, y un día después de decretarse el cese el fuego bilateral definitivo entre el gobierno y las guerrilleras FARC-EP, que puso fin a un conflicto armado de 52 años.
El gobierno y las FARC-EP alcanzaron la semana pasada un histórico pacto de paz, luego de negociar desde 2012 en Cuba, cuyo texto fue entregado el jueves por el mandatario al Congreso para que se iniciara el trámite de convocatoria del plebiscito.
La Corte Constitucional avaló en julio un proyecto ya aprobado por el Congreso que estipula el plebiscito como mecanismo de refrendación de lo sellado entre las partes.
El tribunal ratificó que el acuerdo de paz podrá ser aprobado con 4,4 millones de votos positivos -13 por ciento del censo electoral- que no sean superados por los votos por el ‘no’.
La partes convinieron que firmarán la paz en una fecha a determinar antes de la votación, dando inicio al proceso de desmovilización y desarme de los rebeldes, que se extenderá por hasta 180 días.
Aunque se fijó el 2 de octubre para la consulta, según la proposición avalada este lunes, esa fecha puede modificarse.
En caso de que el pueblo colombiano apruebe en las urnas lo pactado, el acuerdo final pasará al Congreso, que deberá pronunciarse sobre el texto en un proceso ‘fast track’.
Si los parlamentarios le dan luz verde, el documento se enviará a revisión a la Corte Constitucional. Si el máximo tribunal da su visto bueno, el presidente lo sancionará como ley y entrará en vigencia.
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