El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como »noticia terrible para el mundo», el triunfo del No en el plebiscito realizado en Colombia para refrendar el Acuerdo de Paz
A través de su cuenta en la red social Twitter, el mandatario reiteró solidaridad con su homólogo colombiano Juan Manuel Santos. ‘Nuestro abrazo al Presidente Santos por su liderazgo y valentía’.
También alertó sobre la publicación de un trabajo suyo en el Diario El Telégrafo, relacionado con el voto facultativo.
‘Escribiré un artículo en El Telégrafo sobre el voto facultativo: 18,43 por ciento por el No, 18,27 por ciento por el Si, diferencia 0,015 por ciento del padrón, 63,3 por ciento no votaron. Es decir, de cada cinco colombianos, menos de uno vota por el No, pero es suficiente para rechazar los acuerdos’.
‘Realmente para reflexionar. Hay insensatos que reivindican el boicot a la paz, porque son beneficiarios de la industria de la guerra. Paz para Colombia’, concluyó el gobernante en su serie de mensajes relacionados con el plebiscito, que se desarrolló la víspera en el país vecino.
Aunque por un estrecho margen, la consulta, que sometía a criterio del pueblo los puntos del acuerdo obtenido entre el gobierno y las fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP) culminó con la desaprobación de la mayoría, 50,2 por ciento.
A favor del contenido del texto, votó el 49,7 por ciento de los colombianos.
Según el informe de la Misión de Observación Electoral, las lluvias provocadas por el huracán Matthew evitaron que acudieran a votar un potencial de cuatro millones de colombianos, quienes estuvieron ausentes del plebiscito.
Tanto la administración nacional como el grupo guerrillero, reiteraron sus compromisos de continuar el proceso hacia la paz definitiva y duradera, después de 52 años de conflicto armado.
Tanto el sí como el no quieren La Paz, solo que una paz verdadera donde personas que mataron, violaron, secuestraron no queden impune, y muchos menos opten por cargos politicos. Para timochenko carcel
Perdone, Carlos, pero resulta verdad de perogrullo que en Colombia, sede de la oligarquía más reaccionaria del Continente, junto a las de Chile, Paraguay y Honduras, un amplio sector de esos potentados se opone a la paz porque negocian con la guerra y porque ellos son herederos directos de quienes en abril de 1948 mandaron a matar al lider liberal Jorge Eliecer Gaitán, dando inicio a la guerra civil que durante más de seis décadas asola a la patria del Gabo. Si vamos a hablar de crímenes, ahí están los de los escuadrones de la muerte, léase Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), dirigidas por militares en activo y en retiro y pagadas por la oligarquía nacional colombiana, vasalla de la autocracia de Estados Unidos.
El negocio de la guerra es disfrutado y ejercido por un sector extremista, encabezado por Alvaro Uribe Vélez, amamantado por el narcotráfico y la expoliación al pueblo pobre de Colombia. Los crímenes de las AUC son antológicos. Ellos han patentado el de trucidar los cuerpos de personas vivas con motosierras y hacer casas de pique, para cortar en pedazos los cuerpos de individuos asesinados por ellos para luego desaparecerlos. Millones de campesinos han sido desalojados de sus tierras por medio del terror, y aún así han creado una matriz de opinión por medio del monopolio de los medios de comunicación, que puede llevar el país a un desastre mayor al que ya ha vivido. No apoyar la paz en este momento en Colombia es cosa de locos. ¿Qué quieren, que las condiciones del convenio con las FARC-EP fueran otras, para que todo quedara igual después de tanto tiempo y permanecieran intactas las fuentes que originaron el conflicto? ¿Es que acaso se pretende hacer con los miembros de las FARC lo mismo que con los del M-19 desmovilizado y la Unidad Patriótica; un genocidio incalificable? Si la paz fracasa, entonces si se va a acabar Troya. PÑobre Colombia.