Cuba abogó en el Consejo General de la Organización Mundial del Comercio (OMC) por dar un espaldarazo al completamiento de la Ronda de Doha y poner en su centro la dimensión del desarrollo
Estamos listos para trabajar, como siempre, de forma constructiva y congruente con los intereses de la gran mayoría de los miembros de esta Organización, expresó en su intervención Anayansi Rodríguez, representante permanente de la isla ante la Oficina de la ONU en Ginebra y otros Organismos Internacionales con sede en Suiza.
Resulta lamentable que luego de cinco meses de la Conferencia Ministerial de Nairobi, no se haya decidido aún cómo proseguir con la Agenda de Desarrollo acordada en Doha, sus mandatos y arquitectura, a pesar de que una mayoría abrumadora hemos dado un fuerte apoyo a la conclusión de esta Ronda.
Rodríguez resaltó una «cuestión transversal» que aparece recogida en el párrafo 32 de la Declaración Ministerial de Nairobi: «el desarrollo seguirá en el centro de toda labor futura y reafirmamos que se mantendrán en su integralidad las disposiciones de trato especial y diferenciado».
Dada esa constatación, nos preocupan nuevos enfoques que, mientras redimensionan la función negociadora de esta Casa, lejos de respetar el concepto de desarrollo refrendado en la Conferencia, parecieran apartarse de él, señaló.
En tal sentido, dijo que el llamado enfoque híbrido no está claro. La idea de trabajar en dos carriles de negociación, con cadencias distintas, conllevará a dejar fuera a los que no comparten las mismas posiciones políticas o conceptuales sobre determinados asuntos y no es de extrañar que comiencen a marginarse a los países en desarrollo más pequeños y débiles.
La diplomática remarcó que a ello se añade el menoscabo evidente que esta iniciativa impondría al multilateralismo, «consolidado durante décadas en esta Organización».
A esta preocupación se suma el llamado enfoque incremental, del cual tampoco hemos escuchado cómo garantizará poner en su centro al desarrollo, apuntó.
Por ello, instó a los que propugnan dicho enfoque a contemplar como resultado inmediato para la oncena Conferencia Ministerial, en el 2017, las dos demandas del G-33 sobre el Mecanismo de Salvaguardia Especial y sobre las Existencias Públicas con fines de Seguridad Alimentaria.
Las nuevas iniciativas comportan verdaderos desafíos muy difíciles de enfrentar, en tanto no queremos retrocesos, ni en cuanto al principio de trato especial y diferenciado, ni en cuanto a la naturaleza multilateral de la OMC, enfatizó Rodríguez.
Similar preocupación tenemos sobre los nuevos temas. Es evidente que no existe consenso en torno a avanzar en ellos y dada la situación actual de incertidumbre respecto a los mandatos de Doha, no prevemos contemplar una nueva agenda que pretenda sustituirla, precisó.
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