De derechos humanos no debiera hablarse en un día; la situación real que se vive en el mundo exige que sea, más que un tema, un motivo de preocupación y ocupación siempre
Informes recientes del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), revelan que el planeta arriba este sábado al Día Mundial de los Derechos Humanos con unos 535 millones de niños que viven en países afectados por conflictos o desastres.
La organización advirtió que los menores de edad sufren la falta de protección, asistencia médica, educación de calidad y apropiada nutrición.
En África Subsahariana se ubican 393 millones de esos niños, mientras en el Medio Oriente se encuentran 64 millones. Siria, Nigeria, Afganistán, Yemen, Sudán del Sur y Haití están entre los países donde mayor cantidad de niños padecen las consecuencias de las guerras y de los desastres naturales, como el huracán Matthew que azotó en octubre la región del Caribe.
Pese a importantes progresos, demasiados menores de edad siguen afectados en el planeta por situaciones de crisis, pobreza y discriminación por su religión, género, raza, etnia y discapacidad.
Unicef presentó los nuevos datos en el contexto del 70 aniversario de su fundación, que celebrará el 11 de diciembre.
Sin embargo, esta penosa situación nada tiene que ver con Cuba, donde igualdad de condiciones y oportunidades para todos, salud y educación gratuitas y de calidad, protección, alimentación, trabajo y sobre todo, derecho a la vida, son beneficios que a todos nos llegan por igual.
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