Cuba ingresó como Estado parte a la Convención de Municiones en Racimo, después de depositar en Naciones Unidas el instrumento de adhesión a la norma internacional adoptada en 2008
Encabezaron la ceremonia el jefe de la Oficina para la Sección de Tratados de las Naciones Unidas, Santiago Villalpando, y el representante permanente cubano ante la organización, Rodolfo Reyes, quien estuvo acompañado por la embajadora alterna, Ana Silvia Rodríguez y la funcionaria a cargo de los temas jurídicos, Tanieris Diéguez.
Reyes recordó la importancia de la Convención en el empeño de la comunidad internacional en poner fin al uso de este tipo de municiones, que provocan devastadores daños a la población civil y al medioambiente en algunos escenarios de conflicto.
A propósito de la adhesión, el diplomático ratificó el compromiso de la isla con el desarme general y completo, incluida la eliminación de las armas nucleares.
De acuerdo con el embajador, el instrumento adoptado en 2008, que entró en vigor dos años después, constituye una significativa contribución a los esfuerzos por erradicar los letales artefactos en racimo.
Por su parte, Villalpando destacó que Cuba se convierte en el 99 Estado parte de la Convención, la cual han firmado 117 países.
La Convención de Municiones en Racimo prohíbe el empleo, desarrollo, producción, almacenamiento y adquisición de estos proyectiles.
En septiembre pasado, la isla condenó en un foro sobre el tema, celebrado en Croacia, el uso de estas municiones y apoyó su total eliminación.
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