El bajo voltaje inherente a la tendedera de la que se alimentan, tal es el asunto recogido en la carta que Jorge Díaz Rodríguez hizo llegar a nuestra Redacción. La misiva, firmada además por varios otros vecinos de San Galillo, caserío perteneciente al Consejo Popular de Arroyo Blanco, en el municipio de Jatibonico, recoge la inquietud que han expuesto durante más de 20 años ante representantes del Gobierno y de la Empresa Eléctrica del territorio.
“Este pequeño espacio de la geografía espirituana suma la cantidad de 74 habitantes, distribuidos en 24 hogares asentados por toda el área; muchos de ellos están a escasos metros de la carretera por donde pasa el alto voltaje que beneficia a comunidades cercanas”, escribe el remitente, quien agrega que debido al deterioro de los cables con el tiempo y como consecuencia del incremento de equipos consumidores de corriente, en las noches es casi imposible hacer uso de los mismo o alumbrarse. “¿Por qué resulta tan difícil situar tres transformadores, 17 postes, 1 000 metros de cable y algunos aislantes para resolver la situación?”, cuestiona Jorge.
Luego de contactar a las autoridades del Gobierno en la base y en el municipio, Escambray conoció que se trata, en efecto, de un reclamo reiterado en cuanta reunión de rendición de cuenta tiene lugar allí. Pero, tendedera al fin y al cabo, no es la única en el municipio ni en la provincia, aunque bien se conocen las afectaciones de los residentes en San Galillo, algunos de los cuales han visto mellado su entusiasmo y hasta se sienten engañados, ya que ese caserío se incluyó en el proyecto de plan del 2016, pero finalmente no recibió el beneficio, según sostiene Pedro Pérez Pérez, vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
A propósito del asunto, la Empresa Eléctrica Sancti Spíritus ofreció a esta publicación argumentos que ayudan a entender la dilación. Según informó el Director General de dicha entidad, del total de viviendas de la provincia Sancti Spíritus tiene el 99.81 por ciento electrificadas, en tanto 347 moradas no cuentan con ese servicio ni reúnen las condiciones para ser instaladas al Sistema Eléctrico Nacional. De acuerdo con la propia fuente, se cuantifican, además, 2 160 tendederas en las que se agrupan 7 480 domicilios —entre ellos los de San Galillo—, donde residen trabajadores, obreros de disímiles ramas de la economía, campesinos y estudiantes, todos con necesidad similar, lo cual hace del asunto un problema complejo.
“La política del país está dirigida a eliminar gradualmente todas las tendederas que sean electrificables y tratar de llevar dicho servicio a los hogares cubanos que hoy no cuentan con él, (…) pero ello depende de las posibilidades económicas (…). El plan anual dirigido a ese fin se conviene con el Consejo de la Administración Provincial, previo acuerdo con las estructuras municipales”, reza el documento, que finalmente agrega: “La tendedera que se analiza fue enviada dentro del grupo de propuestas para electrificar en el presente año, pero el plan solo permitió aprobar ocho de ellas. Es justo señalar que resulta de interés de la máxima dirección del Gobierno en la provincia la solución de este caso, que será aprobado y ejecutado desde que existan posibilidades económicas reales para ello”.
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