Escambray Periódico de Sancti Spíritus
Roussef pronunció un discurso en el Palacio de Planalto durante la ceremonia de toma de posesión de nuevos ministros, entre ellos el exdignatario Luiz Inácio Lula da Silva, a quien definió como un gran líder político
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó este 17 de marzo contar con fuerzas suficientes para enfrentar las celadas que desde su reelección en 2014 le tienden quienes intentan paralizar el gobierno y buscan arrebatarle su mandato de forma golpista.
Extendemos las manos a todos cuantos quieran lo mejor para Brasil y estén dispuestos al diálogo y la concertación, subrayó la mandataria antes de enfatizar que «la gritería de los golpistas no va a apartarnos del rumbo».
Roussef pronunció un discurso en el Palacio de Planalto durante la ceremonia de toma de posesión de nuevos ministros, entre ellos el exdignatario Luiz Inácio Lula da Silva, a quien definió como un gran líder político, compañero de lucha y de conquistas y un gran amigo.
Las actuales circunstancias me dan la magnífica oportunidad de traer al gobierno al mayor líder político de este país, dijo y enfatizó que el hecho de aceptar la jefatura de la Casa Civil demuestra la grandeza y humildad de Lula y desmiente a quienes desde hace cinco años especulan y apuestan por una separación entre nosotros.
La jefa de Estado subrayó que «siempre estuvimos del mismo lado» y compartimos un proyecto extremadamente generoso para Brasil, para beneficiar a quienes siempre fueron excluidos. Por ellos -apuntó- estamos trabajando juntos otra vez.
Rousseff manifestó asimismo la determinación de retomar la generación de empleos y el crecimiento económico, reducir la inflación y promover el equilibrio fiscal.
También se refirió al combate a la corrupción, el cual aseguró avanza sin interferencias del Ejecutivo, y criticó con dureza la filtración de escuchas telefónicas ilegales ordenada la víspera por el juez federal Sergio Moro, quien conduce la operación anticorrupción Lava Jato.
No habrá justicia cuando incluso las prerrogativas presidenciales sean violadas, señaló Roussef y afirmó que exigirá se esclarezca quien autorizó a interceptar sus comunicaciones, las cuales no contienen nada que pudiera levantar sospechas sobre su carácter republicano, aseguró.
Las investigaciones basadas en escuchas ilegales no favorecen la democracia y tampoco lo hacen la filtración selectiva de delaciones, o cuando las declaraciones son transformadas en hechos espectaculares, sostuvo.
Dilma insistió en que la acción del juez Moro abre un precedente gravísimo y amenaza con degradar la Constitución y la Justicia.
Poco antes de comenzar la ceremonia de toma de posesión, manifestantes a favor y en contra del gobierno se enfrentaron en la Explanada de los Ministerios, lo que obligó a la Policía Militar a utilizar sprays de pimienta para separarlos e interponer un cordón de efectivos entre ambos grupos.
Por otra parte, y de acuerdo con reportes del diario digital 247, la Justicia Federal de Brasilia determinó este jueves la suspensión del acto de nombramiento del ex presidente Lula, el cual consideró nulo por entender que hubo crisis de responsabilidad.
El gobierno dijo que apelará la decisión, indicó el servicio noticioso.
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