Una mirada al mapa electoral en Estados Unidos permite ver hoy que poco a poco se va consolidando el favoritismo de los votantes hacia el Partido Demócrata, incluso en territorios tradicionalmente republicanos
Los seguidores de la candidatura de Hillary Clinton apuestan a que estos cambios sean duraderos -algo que no podrá asegurarse-, a solo 13 días de las elecciones presidenciales, pactadas para el próximo 8 de noviembre.
Esos pronósticos se sustentan en los cambios surgidos en estados como Georgia, Arizona y Texas, que históricamente inclinan la balanza electoral a favor de los republicanos, pero que ahora dan señales que apuntan en sentido contrario.
En primer lugar, se toma en cuenta la impopularidad de Donald Trump en estos territorios, donde hubo un incremento significativo de la población hispana con derecho al voto, además de otros grupos minoritarios que no favorecen las propuestas políticas discriminatorias del multimillonario neoyorquino.
Estos cambios a favor de Clinton también se observan en Virginia, Colorado y Carolina del Norte, lo que puede provocar cambios sustanciales en los conteos.
Los demócratas invirtieron una buena cantidad de recursos propagandísticos en Arizona, que incluye el pago de dos millones de dólares para anuncios en la televisión y otros medios digitales, y la presencia en los actos de campaña de importantes figuras públicas como la primera dama, Michelle Obama, el senador Bernie Sanders y la hija de Hillary, Chelsea Clinton.
El esfuerzo del partido azul en Arizona va encaminado a revertir las apuestas -ya hoy Clinton tiene una ligera ventaja según recientes encuestas-, en un territorio que dio nueve puntos al aspirante republicano Mitt Romney, sobre la candidatura de reelección de Barack Obama en 2012 y que desde 1948 se atrinchera al lado de los elefantes rojos.
En Georgia la confianza de los demócratas se apoya en su numerosa población afroamericana, en particular las mujeres, que históricamente votan a favor de los ‘burros’ azules.
También la mirada de los estrategas políticos busca con atención en los estados indecisos, en particular Colorado y Virginia, donde las encuestas muestran una tendencia favorable a las aspiraciones de Clinton por alcanzar la Casa Blanca.
Hasta el momento, y tomando en cuenta los más recientes sondeos, Hillary Clinton avanza segura en Arizona, Florida, Colorado, Maine, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Carolina del Norte, Pennsylvania, Virginia y Wisconsin, mientras que Trump defiende sus trincheras en Iowa, Misouri y Ohio.
Todavía restan 13 días para los comicios, y algunos números pueden cambiar el mapa político de esta enconada lucha por llegar a la Oficina Oval.
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