Egipto movilizó un submarino comercial para iniciar la recuperación de las cajas negras del Airbus A320 de EgyptAir, que el jueves cayó en aguas del Mediterráneo
Al intervenir este domingo en la inauguración de obras en una planta petroquímica de la norteña provincia de Damieta, el presidente Abdel Fatah El Sisi reveló que el sumergible, perteneciente al Ministerio del Petróleo, navegará por la zona donde se presume puedan encontrarse las cajas negras (registros electrónicos de vuelo).
El submarino, detalló el mandatario, es capaz de trabajar hasta una profundidad de tres mil metros.
El eventual hallazgo de esas unidades electrónicas, agregó El Sisi, nos dará la posibilidad de conocer por fin las verdaderas causas del siniestro, que causó la muerte a las 66 personas a bordo.
Al mismo tiempo, el Presidente alertó que la culminación de las investigaciones al efecto, que asumieron «con toda seriedad», no será algo a corto plazo, pero harán público con toda transparencia cualquier resultado que se logre.
En su intervención, El Sisi dijo que la Fiscalía General de Egipto abrió, de conjunto con las autoridades francesas, una investigación sobre el caso.
Al respecto realizó un llamado a los medios de prensa para que de momento, no privilegien ninguna hipótesis sobre las causas del accidente (terrorismo vs. falla mecánica), pues aún no se dispone de informaciones objetivas que permitan descartar una de ellas.
En las últimas horas las autoridades egipcias apelaron a la prensa para que en sus reportes muestren «consideración» con las familias de los fallecidos en el accidente del vuelo MS 804 de EgyptAir, luego que algunos medios manipularan inescrupulosamente los nombres de algunas de las víctimas.
El jueves 19 de mayo un Airbus A320 de la aerolínea egipcia EgyptAir que cubría la ruta entre París y El Cairo desapareció de los radares a las 02:30 hora local, luego de entrar en el espacio aéreo nacional.
Minutos antes de que se precipitara al mar, los detectores de humo de la cabina se activaron, según datos trasmitidos en tiempo real por el sistema automático Acars y confirmados por el Ministerio francés de la Aviación Civil.
Ese dato, por sí sólo, alertaron los expertos, constituye un valioso elemento adicional de análisis, pero no permite sacar conclusiones sobre las causas del accidente.
En el avión desaparecido viajaban 30 pasajeros egipcios, 15 franceses, un británico, un belga, un saudí, un portugués, un argelino, un sudanés, un canadiense, un chadiano, dos iraquíes, y un kuwaití.
Además se contaban 10 miembros de la tripulación, entre ellos tres funcionarios de seguridad.
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