Elsa Ramos Ramírez, que lo ejercita desde hace 25 años, no tiene dudas al respecto.
La reconocida periodista espirituana Elsa Ramos Ramírez, Premio Anual de Periodismo Juan Gualberto Gómez 2014, Premio Nacional de Periodismo Deportivo, Premio Provincial por la Obra de la Vida Tomás Álvarez de los Ríos y agasajada con la distinción Micrófono de la Radio 2015, disiente de las opiniones emitidas en Con dos que se quieran dos.
Durante la emisión del programa el pasado martes ambos comunicadores acuñaron categóricamente una frase que ha levantado ronchas en el gremio: «El periodismo radial no existe».
Escambray reproduce las reflexiones de la reportera, publicadas originalmente en Radio Sancti Spíritus:
Definitivamente Con dos que se quieran dos, el programa televisivo que sigo cada martes, consiguió un tuitazo radial o un avispero en la red, que para el caso es lo mismo.
Una frase dejada caer fuera de contexto y una aseveración fuera de sustento («el periodismo radial no existe»), levantó a la familia cubana del éter. Y aunque Marino Luzardo trató de arreglar las cosas diciendo luego que fue un mal entendido, lo dicho por el destacado conductor de Al mediodía en TV ya fue dicho y con todas sus letras.
Como muchos colegas o simples oyentes salté de mi asiento cuando le escuché afirmar la frase que, descontextualizada del libro de Luis Baéz Los que se fueron / Los que se quedaron, terminó por irrigar el efecto contrario. Allí se habla de una respuesta del mítico conductor Germán Pinelli acerca de que en Cuba no hay periodismo radial. Solo que Marino, a pesar de que la radio, según él, le acompañó en sus estudios y le abrió la puerta al mundo de los medios, a la hora de ilustrar escogió un ejemplo infeliz.
Primero porque esos periodistas, a los que él aludió diciendo “que en vez de comentar un determinado hecho artístico o de cronicarlo, leen el programa de mano del espectáculo”, no realizan, en ese caso, una manifestación de periodismo radial.
Como ya otros colegas han aportado cientos de ejemplos de la existencia de un periodismo radial en Cuba me los ahorro y los comparto, pero ofreceré mis argumentos, los de una radialista apasionada hace 27 años y que a la hora del agravio del martes no pudo más que descargar la contrariedad con amigos del medio que compartieron mi desacuerdo.
De que el periodismo radial sí existe, al menos a mí no me quedan dudas. Y no porque reproduzca notas propagandísticas como las del ejemplo de Marino. Contrario a otros medios, este periodismo produce sus propios contenidos cuando se acerca al cubano común desde su propia voz y le dice al oído lo que ocurre en su derredor al instante.
No necesita, si quiere, de la elaboración a posteriori de esos contenidos que puede llevar a la gente tal como suceden, pero igualmente puede transportarlos después a través de un reportaje, una entrevista, un testimonio, con voz, sonido y efectos propios.
Puede producir un comentario al unísono del hecho y puede caminar en la distancia y ofrecer aristas distintas, desde lugares lejanos. Y puede, créanme, hasta transformar una realidad cuando con su crítica oportuna, instantánea e ilustrativa, se acerca a los problemas de la cotidianidad, sin dejar de atender los del universo nacional y mundial, con voz auténtica como las de Hablando claro, o las de Puntos de vista, de otro mítico de la radio como Julio Batista.
Como ningún medio desnuda la realidad cuando la describe en tiempo real a través de la imagen. Tal como le sucedió a Marino en sus tiempos de estudiante de telecomunicaciones, la radio encuentra fidelidad todos los días en los amigos que le buscan, primero que a todos para enterarse de cómo amanecerá el día o cómo transcurrirán las horas.
También para poner el cuño de aquello que dicen por la calle, pero que no encontrará crédito hasta que no lo diga la radio. Y eso, amigo Luzardo, sería suficiente para apostar por un periodismo radial cubano auténtico.
Tiene, eso sí y como es lógico suponer, las mismas deudas y los mismos retos que la televisión cubana para con su teleaudiencia o la prensa plana con sus lectores. Pero absolutizar en periodismo, no solo radial, es tan mortal como traer por lo pelos un ejemplo.
Y hablando de ejemplos. Con dos que se quieran dos, programa que admiro por la hondura de los cuestionarios periodísticos, por las revelaciones que suele hacer, no ha tenido todas sus emisiones felices, en dependencia de la historia del invitado de turno o hasta por la prominencia del entrevistado. Y ni en los casos en que estas carencias florezcan a nadie se le ocurriría, al menos no a mí, decir que no hay periodismo o entrevistas televisivas en Cuba.
Por la ruta de los ejemplos, que sobrarían si replico los de mi colega Dalia Reyes, de la CMHW, una reina radial cubana en periodismo, o los de Reynaldo Cedeño Pineda, en la Radio Cubana, regalo uno desde Radio Sancti Spíritus, otra de las plantas que se afana por tomarle el pulso al día a día de la épica de los cubanos.
Hace unos 15 años esta radio ayudó a salvar a unas 35 000 personas amenazadas de ahogarse por una inminente rotura de la presa Lebrije, en las cercanías de Jatibonico, uno de los pueblos de esta provincia.
Rondaba la una de la madrugada. Obviamente, la televisión estaba fuera del aire y al periódico le faltaban días por salir, digo el provincial porque los nacionales ya estaban editados o un suceso local no les haría romper su rutina editorial.
A esa hora la radio abrió sus “compuertas informativas”, no para leer las notas del programa de mano o para repetir lo que otros medios escribían, sino para informar, alertar, orientar, comentar, calmar.
Por más de 70 horas Radio Sancti Spíritus trasmitió en vivo todas las incidencias de una evacuación que en tres horas envió a la salvación a 35 000 personas, siguió el curso de los acontecimientos desde las laderas de la presa, supo captar hasta las lágrimas del desespero o la solidaridad y llevó el mensaje de aliento a familias enteras que supieron de los suyos por la radio cuando en medio de la confusión de la madrugada una madre fue trasladada a Ciego de Ávila y un hijo para Sancti Spíritus. En todos los casos informaciones, entrevistas, historias de vida, crónicas, notas de última hora, comentarios fueron dichas y escritas por periodistas de la radio.
Podría mencionar aquí las cientos de ocasiones en que la radio se queda con la exclusividad de la información, cuando en tiempo de ciclones la televisión apaga sus señales o se debe esperar por la salida de los diarios, con reportes, lógicamente, de ayer. O, por ejemplo, cuando la televisión cubana cambió sus cámaras a la hora en que Obama llegó a Cuba y la radio local describió los detalles instantáneos por lo que dejaba ver Telesur o narraban las redes sociales, medios que -sobre todo este último- no disponen del alcance de la radio para entrar en todos lo hogares cubanos.
El periodismo radial cubano camina con piernas propias, y aunque a veces cojee como el resto de los medios, ayuda a los cubanos en su andar y su vida.
Existe el periodismo radial y de que manera! La investigación periodística en la radio cubana es una constante exitosa desde los municipios, provincias y la nación, claro hay territorios que se destacan más que otros. Hace cerca de 40 años que los festivales de la radio son testigos de buenos trabajos de opinión. Le añado a este comentario un fragmento sobre el tema, tomado de nuestro Libro, La Radio Luz en la tierra..
Un producto comunicacional se transforma de acuerdo donde se utilice. En el caso de la radio, como medio sonoro el poder de síntesis lo patentiza, por su inmediatez, lo caracteriza, de ahí la reiteración indispensable.
El hecho que la radio no posea imagen no es una desventaja frente a la TV, porque si la tuviera tampoco sería radio. Al disponer de recursos sonoros se convierte en una virtud que desarrolla la imaginación.
El único medio que puede comunicar hasta de espalda, a ciegas, es la radio; permite al oyente cualquier posición mientras realiza otras labores y escucha. Los sucesos que desprende el aparato receptor establecen un juego de imágenes producidas por las palabras, los efectos, la música y el silencio.
Para que exista coherencia en el acto comunicacional de la radio se impone como en la propia prensa plana un dominio de la escritura periodística, con mensajes claros y reiterados las veces que sea posible en el cuerpo del texto, porque la sintonía no es permanente, en ocasiones se llega a la radio en medio de la lectura noticiosa.
El papel de la radio en la era moderna de Internet es vital porque mientras los sitios WEB trabajan con imágenes fijas y en movimiento, el sonido verbal y efectos sonoros de una emisora acompaña como valor agregado al internauta. La radio es un complemento eficaz para la red de redes, bien usada es incalculable su efecto en el acto de comunicación individual. Mientras hoy la radio se aleja cada día más de la TV se acerca a la Internet vertiginosamente, en una fusión de intercambio de sabias comunicativas, en una palabra: se retroalimentan.
El periodismo radial es un fenómeno de comunicación por excelencia con la inmediatez indiscutible que lo caracteriza en contacto diariamente con diversas audiencias.
En algunos de los comentarios leí que es preferible no hablar de lo que se desconoce. Ni lo que hace Marino Luzardo es fácil ni tiene telepromter y mucho menos se hace comodo el sofá de quien tiene que enfrentar un programa diario. Resulta que hay quien ha caído en la propia trampa del programa, criticar sin tener argumentos.
Estimada Elsa, me gustaron mucho sus argumentos como respuesta a lo que dijo Luzardo en su entrevista. Es una lástima que los que generaron la polémica quizás no puedan leerlos.
Un saludo respetuoso Zuyen
Por favor, no sean tan autosuficientes, la opinion de marino luzardo es nada mas que su opinion, no es ninguna declaracion de un medio oficial ni nada, es solo su opinion y el tiene el derecho de decirla, no tienen pq caerle arriba, parecen un medio amarillista, acaso no tiene derecho a dar su opinion? En cuanto a la mia, no existe ni el periodismo radia, ni televisivo ni escrito ni nada, el unico q se salva es el periodismo de blogs, todos esos periodismo lo unico q hacen es replicar la misma noticia, palabra por palabra, aunque cambie el programa, he visto la misma noticia dada palabra por palabra en la revista de la mañana,el noticiero, del mediodia, el NND y al final en el noticiero, acaso eso es periodismo? Que hayan casos como los q ponen de ejemplo que son ejemplos validos y verdaderos de buen periodismo, solo viene a demostrar que son una excepción, no la regla, por eso, lo unico que veo en el TV es deporte (siempre que no sea narrado por nuestros comentaristas cubanos, que malos son!!) y por el radio el beisbol, por esos dos grandes narradores q son maikel y oscarito, para mi gusto, lo unico q sirve en la radio espirituana…..es mi opinion, no?
En todo caso usted lo que está es diciendo que Marino y Amaury deben mirar mejor el periodismo televisivo, que está peor que el radial, porque todos los ejemplos negativos que señala son de la TV. Y por su comentario, realmente el que me suena muy autosuficiente es usted, aunque no creo que ni siquiera llegue a suficiente, al menos por lo que le ha dejado a Escambray. Elsa, gracias. Yo sé los trabajos que pasan ustedes para poder escribir una nota, montados en una bicicleta, en un coche o en una yegua (para que nadie me vaya a sacar el enfoque de género). Duele entonces que alguien que nunca la haya escrito los esté criticando de gratis sentados en un butacón en Miramar.
pero acaso no tiene derecho a hacerlo amaury y marino? Cada cual tiene derecho a opinar, tanto como usted tiene derecho a opinar sobre ellos dos y a desestimar lo que quisieron expresar y lo que expresaron pq estan sentados en un butacon en miramar, el trabajo que pasan los periodistas para hacer su labor es el mismo que pasan miles de obreros y trabajadores de este pais, muchas veces anonimos para realizar su labor, asi que no vengan a mencionarme eso para que me de pena de ellos, como te repito, no oigo radio, y si es Elsa Ramos la que esta hablando, menos todavia, me informo por los blogs personales de muchos periodistas, donde se hace el unico periodismo real y valiente de este pais, lejos de la censura y el folletin propagandistico barato que se han vuelto nuestros medios, que el periodismo radial, televisivo y de la prensa escrita ha muerto y no existe, es una verdad como perullo, que existen ejemplos valientes en cada una de las provincias, es cierto, pero una golondrina no hace verano, es como en el beisbol cubano, puedes decir que la calidad del beisbol cubano esta en el piso, pero eso no nos impide reconocer que existen grandes peloteros como Cepeda
Raiquel: Nadie ha cuestionado si tienen o no el derecho, de hecho si no lo tuvieran no lo habrían hecho. Realmente no me interesa por donde te informas, yo me informo de la bolita por la vecina de mi casa, de las infidelidades por la secretaria de mi director y de la pelota… bueno de la pelota no me da la gana de informarme. Lo que cuestiono es que nadie con tejado de vidrio debe andar tirando piedras al ajeno porque lo mismo Amaury que Marino si quieren ver periodismo malo -que dicho sea de paso ellos dos no lo han hecho, ni bueno ni malo- lo que tienen es que encender el televisor que ahí está el peor del mundo y no andar juzgando el que hacen en CMHW o en Radio Majaguabo, que nunca lo han oído. Por lo menos yo hablo de lo que conozco, aunque tengo el derecho como tú dices a hablar de cualquier cosa.
Estoy totalmente de acuerdo con Elsa, apoyo sus reflexiones y comparto su punto de vista al 100 %, y uno de los ejemplos más fehacientes de excelencia en el PERIODISMO RADIAL están en Villa Clara, dónde queda nuestro profesor Luis Orlando Pantoja Veitía? nuestro inigualable Abel Falcón Courí?, Dalia, Alexander……entre muchos otros el más premiado de nuestros reporteros polémicos?, fue muy desatinado de su parte hacer ese comentario.